Euskadi reunirá este martes su mesa de crisis para valorar posibles cambios en Navidad con una evolución “estable”
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha convocado finalmente para este martes por la tarde, un día antes de que se levanten los confinamientos provinciales y se inicien las salidas fuera de Euskadi para reuniones familiares o las llegadas de personas de otras comunidades, la reunión de la mesa de crisis de la emergencia sanitaria (Labi, en sus siglas en euskara). En ella se analizarán posibles cambios en las restricciones motivadas por la COVID-19. Lo hará justo al término de una nueva reunión del comité técnico que asesora a este órgano, que el viernes en su dictamen no vio motivos para cambiar la 'hoja de ruta', esto es, ni para endurecer las medidas ni para eliminar las posibilidades especiales de mayor flexibilidad en Navidad y Año Nuevo. Fuentes del Gobierno apuntan que el escenario no ha cambiado, que sigue habiendo “estabilidad” e incluso descenso de algunos indicadores de seguimiento de la pandemia, pero no son capaces de descartar ningún escenario por lo volátil de la situación.
Este lunes, el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha notificado 339 nuevos positivos, 129 en Gipuzkoa, 118 en Bizkaia, 88 en Álava y cuatro de otros lugares o sin residencia determinada. Son más que el domingo con la mitad de pruebas realizadas, lo que implica que la positividad del 3% que se había conocido en las últimas jornadas ha regresado a niveles por encima del 6%. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades europeas consideran negativo este indicador cuando supera el 5%, aunque habitualmente los domingos se hacen menos PCR y antígenos y los datos ofrecidos los lunes presentan dientes de sierra.
La tasa de incidencia sigue próxima a 300, con 284,55 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Dos territorios, Álava (379) y Gipuzkoa (311) siguen en niveles más altos y, por lo tanto, en alerta naranja. La tasa de incidencia en Vitoria supera los 400 y ha vuelto a repuntar este fin de semana. Por el contrario, está por debajo de 1 en los tres territorios el R0, un indicador que mide los casos que origina cada infectado. Cada caso genera 0,89 positivos, lo que indica que la pandemia no está en expansión.
Sigue habiendo localidades con tasas de incidencia de más de 500 (alerta roja). Son seis los municipios de más de 5.000 habitantes en esa situación y que, por lo tanto, tienen que mantener la hostelería cerrada al menos hasta el jueves, cuando se revisen nuevamente los datos. Son Aretxabaleta, Arrasate-Mondragón, Azpeitia, Beasain y Ordizia en Gipuzkoa y vuelve a esta situación Arrigorriaga en Bizkaia. De todas ellas es Arrasate Mondragón la que más casos acumula, con una tasa de 1.192 y un cribado a toda la población de más de 6 años en marcha desde hace una semana. Asimismo, en los pueblos de menor población con alta incidencia se analiza su caso individualmente para valorar el cierre de la hostelería. Los que no pueden abrir bares y restaurantes son Aramaio, Iruña de Oca, Zigoitia y Zuia en Álava y Eskoriatza, Segura y Zaldibia en Gipuzkoa. En el lado contrario, Salvatierra-Agurain se suma a Güeñes como puntos de Euskadi con una incidencia asumible, por debajo de 60 casos por cada 100.000 habitantes.
En cuanto a la situación hospitalaria, este domingo 20 personas ingresaron en los hospitales vascos con COVID-19. El total de personas hospitalizadas es de 414, 97 de ellos en la UCI, donde la ocupación recupera la tendencia descendente tras el ligero repunte del sábado, habitualmente porque los fines de semana suele haber menos altas. En cuanto a posibles fallecimientos, Osakidetza sigue sin dar datos diarios. Son un 30,8% los sintomáticos entre los contagiados.
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