El Sindicato Médico pide un nuevo sistema de oposiciones en Osakidetza para que no haya que esperar a ser un “elegido”
El Sindicato Médico de Euskadi (SME) reclama la “indiscutible necesidad de un nuevo sistema de selección” que garantice los principios de “igualdad, mérito y capacidad” en las oposiciones de acceso a las plazas de especialidades médicas en el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ante la polémica surgida por las irregularidades denunciadas en la última convocatoria que obligarán a repetir algunas pruebas. La Fiscalía mantiene abierta una investigación desde antes del verano que avanza de manera discreta.
“Seis años de carrera, la preparación al MIR, cuatro o cinco años de especialidad, miles de horas de estudio, otras tantas de guardias, práctica clínica, quirófanos, … Todo este esfuerzo para que en algunos casos el obtener una plaza en el sistema de salud público quede a merced de ser uno de los 'elegidos'”, asegura el SME en un boletín interno contradiciendo la versión del Departamento de Salud, que ha concluido su investigación interna asegurando que “lo único demostrado” es que “no hay pruebas” de que se produjeran filtraciones para beneficiar a aspirantes muy concretos de categorías muy concretas.
El SME insiste, además, en que las irregularidades “no son nuevas” de esta OPE: “Vienen ocurriendo desde hace tiempo. Ya desde el año 1998 el SME publicó unos resultados 'anómalos' y así lo ha seguido haciendo en todas las sucesivas OPE”. En efecto, las estadísticas de resultados elaborados por esta central, como también por LAB o ESK, muestran en algunos ejercicios notas cercanas a la perfección en exámenes generalmente difíciles y que habitualmente coinciden en número con las plazas ofertadas. Un análisis cualitativo de algunas especialidades indica también cómo los mejores opositores comparten centro hospitalario con el autor del examen.
Según el SME, la clave es que ahora “la sensibilidad social es otra” ante casos de corruptelas o enchufismo y lamenta que no sólo hayan quedado “salpicados” los culpables sino también “muchos inocentes” y que “la profesión médica se haya visto desprestigiada”. En este escenario, plantea tres medidas de cara no sólo a la repetición de las pocas pruebas cuestionadas por Osakidetza (Angiología -teórico y práctico-, Anestesia -también teórico y práctico- y Cardiología -sólo práctico-) sino a futuras convocatorias. La primera son “exámenes únicos tipo test” con sistemas de corrección “anónima” y “objetiva” y elaborados por personas “ajenas” a los tribunales y a los opositores. La segunda es dar un “peso decisivo” a la experiencia profesional y, la tercera, seleccionar “al azar” a los vocales de los tribunales para garantizar su “imparcialidad”.
