El pico de mortalidad de la última ola en Euskadi ha sido el más bajo de toda la pandemia pero deja 133 fallecidos en agosto

Los datos de la pandemia en el mes de agosto en Euskadi arrojan un incremento de la letalidad importante, del 277%, respecto al mes de julio y pese a que faltan aún los decesos que se pudieran dar en los días 30 y 31, que serán notificados a lo largo de septiembre. Eso se ha notado, por ejemplo, en las residencias de ancianos, donde se han registrado una treintena de muertes en este mes, los datos más altos desde que se generalizó la vacunación. Ahora bien, las 133 muertes confirmadas el pasado mes quedan lejos de las registradas en los peores momentos. De hecho, son claramente el pico de letalidad más bajo de las seis olas que ha tenido la COVID-19 en Euskadi -que no cinco-, tanto en términos absolutos como relativos.

Los números son contundentes en una pandemia en la que, habitualmente, el máximo de muertes llega un mes después del máximo de positivos en cada ola. Así las cosas, en abril de 2020 hubo 903 defunciones (el equivalente al 15,4% de los positivos diagnosticados en ese período) y en septiembre de ese año 271 tras la ola de agosto (1,83%). En noviembre de 2020 sí coinciden los picos de infectados y muertes, con 463 registradas (1,52%). La ola posterior a Navidad fue casi un continuo de la anterior y arrojó 410 y 365 fallecidos en enero y febrero de 2021 (1,68% y 2,14%) y, finalmente, la que siguió a la Semana Santa dejó 181 muertes en abril (0,77%, ya con parte de la población mayor protegida). Los 133 finados de agosto suponen el equivalente al 0,63% de los casos conocidos en ese mes.

Desde el 18 de julio todos los 47 posteriores días ha muerto al menos una persona. El máximo diario de esta oleada más reciente ha sido de diez personas, registrado en dos ocasiones, los días 13 y 19 de agosto. El tope de toda la pandemia se produjo en la primera ola, el 9 de abril de 2020, cuando hubo 51 personas que perdieron la vida. En la ola del verano pasado se alcanzaron los 25 el 17 de septiembre, en la de otoño 26 el 19 de noviembre, hubo 23 el 7 de febrero y 14 el 23 de abril. Desde que se produjo la primera muerte a principios de marzo de 2020, solamente 55 días no han tenido ningún fallecido con COVID-19 y 32 de ellos fueron de la fase entre el final del primer estado de alarma (18 de junio de 2020) y la segunda declaración de emergencia sanitaria (17 de agosto de ese año).

Esos 20.803 positivos confirmados en agosto suponen una caída del 38% después de que julio se convirtiera en el mes con más positivos diagnosticados de la pandemia, con 33.406 frente a los 30.329 de noviembre. A finales de ese mes se dieron los días con más contagios en 24 horas y las tasas de incidencia acumulada más elevadas, por encima de 850. Agosto sería el sexto mes de una serie de diecinueve, contando también febrero de 2020 aunque solamente hubo noticia de infecciones en las últimas dos jornadas. No obstante, los datos vienen distorsionados porque en la primera ola apenas se hacían pruebas diagnósticas.

Hasta este jueves, son ya 262.327 los casos totales confirmados desde la llegada del coronavirus. Es el equivalente al 12,04% de la población y más que todos los habitantes de Donostia o Vitoria. El Ministerio de Sanidad, en cambio, atribuye a Euskadi algunos menos, 254.705. Los muertos totales son 4.595 según Osakidetza, si bien el Gobierno central los eleva hasta 4.787. La mortalidad oscilaría, por lo tanto, entre el 1,75% y el 1,82%. En España el porcentaje de infectados es inferior, del entorno del 10,29% de la población, tras 4.871.444 casos diagnosticados. Los 84.640 muertos suponen un 1,73%.

En nuestros especiales interactivos, se pueden consultar todos los datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi, sobre los positivos y fallecidos en todas y cada una de las residencias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el avance día a día de la campaña de vacunación. También tenemos mapas con los brotes más destacados.