Racismo y miedo, principales barreras en el acceso de inmigrantes en situación irregular a la sanidad pública vasca
A la hora de acudir al médico, la lista de dificultades para las personas inmigrantes, sobre todo las que se encuentran en situación irregular y las mujeres que sufren violencia de género, es interminable. El hecho de que sus condiciones de acceso legal a los servicios públicos de salud sean más restringidas, el desconocimiento acerca del idioma o el propio miedo a ser sancionado o deportado a su país son algunas de ellas.
La profesora de Enfermería I de la UPV/EHU Iratxe Pérez Urdiales ha realizado una investigación con el objetivo de reconocer estos obstáculos que tienen lugar en la sanidad vasca. “Quisimos analizar cuales son las dificultades que tiene la población inmigrante sobre todo aquella que está en situación administrativa irregular y las mujeres inmigrantes a la hora de acceder al sistema sanitario en Euskadi”, apunta la investigadora cuyo estudio incluye un análisis de datos de varios años de la clínica gratuita de la ONG Médicos del Mundo Euskadi.
Iratxe Pérez confiesa que su clasificación incluye algunas de esas barreras, pero que puede haber más que ella no ha podido detectar en su estudio. “Están las dificultades personales, no es lo mismo una persona que sea latinoamericana que africana, empezando por el idioma o por la cultura que tienen y el acercamiento que tienen en sus países al sistema sanitario. Es decir, las características propias de cada persona. Luego también las hay de parte del sistema sanitario, puesto que en Euskadi te atienden en euskera y castellano y el hecho de que alguien te pueda atender en inglés, francés, suajili o cualquier otro idioma es un plus personal de la persona que te atiende, no del sistema sanitario”, asegura.
Hay un desconocimiento de la normativa de acceso de las personas inmigrantes lo cual trae que personas que podrían acceder por ley queden fuera
Otra de las barreras que ha encontrado esta investigadora es el hecho de que sea la misma persona la que tenga que acercarse en persona al centro de salud para ser tratada y no se realicen campañas desde los centros de salud para lograr acercarse a ellas. “Que la atención o información esté únicamente en el centro de salud también hace que muchas personas que son inmigrantes tengan dificultades para acceder a ellos bien por miedo o por desconocimiento. El sistema de salud no es proactivo buscando casos de personas en los que es necesario por salud que acudan a él”, indica Pérez.
El racismo también es otro de los factores que alejan a estas personas de los centros de salud. “Las personas inmigrantes cuando acuden al sistema sanitario no siempre son bien acogidas por los profesionales que trabajan allí tanto administrativos como sanitarios. A veces lo que pasa es que hay un desconocimiento de la normativa de acceso de las personas inmigrantes lo cual trae que personas que podrían acceder por ley queden fuera y también en algunos casos se da cierto grado de racismo, puesto que el racismo que existe estructurado en la sociedad, los personas de la salud también lo tenemos integrado. A veces también se da esa especie de problemas”, lamenta.
Las mujeres inmigrantes tienen unas barreras añadidas que les hacen más difícil acceder a la sanidad
El estudio hace un especial hincapié a las mujeres inmigrantes que han sufrido violencia de género y en las oportunidades que estas tienen para acceder a la sanidad dada su situación y el peligro que corren. “La violencia de género afecta tanto a las mujeres locales como a las no locales, pero las mujeres inmigrantes tienen unas barreras añadidas que les hacen más difícil acceder a la sanidad. Se basan principalmente en miedo, miedo por su parte a que el personal sanitario descubra su situación, miedo provocado por parte de la persona maltratadora para que no acudan y todo eso mezclado con otras barreras que puedan tener hace que lo tengan realmente difícil para acceder”, apunta la investigadora.
Como alternativa, Pérez recalca la figura de mediador que existe en sistemas de salud como el catalán o el andaluz, en el que una persona ayuda, acompaña e informa en el proceso sanitario a las personas extranjeras. “Eso ayuda muchísimo a que se sientan integrados en el sistema sanitario, a que no pierdan citas y a que en un momento dado, cuando tengan necesidad de acudir al sistema sanitario, no queden fuera tal y como ocurre en ciertas ocasiones”, señala.
Dos decretos leyes que entraron en vigor en 2012, imponían condiciones más estrictas al derecho de los migrantes en situación administrativa irregular para acceder a la asistencia sanitaria normalizada. En este sentido, Pérez ha analizado los datos de una clínica gratuita de la ONG Médicos del Mundo Euskadi. “El hecho no es que la ley sea cada vez más restrictiva y no les deje entrar, sino que los cambios de ley también producen mucho desconocimiento tanto en los migrantes como en las personas que trabajan ahí y hay muchas personas que han sufrido más vulneraciones por el hecho de que el personal sanitario, sobre todo el administrativo, desconocía la ley y muchas personas que tenían acceso se quedaban fuera”, lamenta Pérez.
Las clínicas gratuitas, o 'free clinics' gestionadas por organizaciones sociales como Médicos del Mundo, que cuenta con una de las consultas de atención primaria para la atención de personas migrantes que quedan fuera del sistema sanitario más importantes de Euskadi. Según la investigadora, estas clínicas, que atienen a personas en situación administrativa irregular, pero no exclusivamente, “son una buena solución para salir del paso y mejorar la salud de la población inmigrante, pero no son una solución definitiva en absoluto puesto que tiene que ser el sistema sanitario el que se acerque o el que ponga soluciones para que los inmigrantes puedan acceder a la atención sanitaria que merecen y necesitan”.
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