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Matan a la mujer de un desaparecido durante la dictadura argentina y le dejan amenazas: “Ahora vamos por tus hijos”

elDiarioAR

5 de agosto de 2024 14:56 h

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Susana Beatriz Montoya, de 74 años, fue asesinada en su vivienda en el barrio Ampliación Poeta Lugones, al norte de la ciudad argentina de Córdoba. El crimen, que ha conmocionado a la comunidad, muestra evidentes signos de violencia: la víctima sufrió un fuerte golpe en la cabeza y un corte fatal.

Susana Montoya era la madre de Fernando Albareda, un conocido militante de la agrupación Hijos, que lucha por la memoria y justicia de las víctimas de la dictadura militar en Argentina. Susana era la esposa del subcomisario Ricardo Fermín Albareda, quien fue torturado y presuntamente asesinado durante la dictadura y cuyo cuerpo aún permanece desaparecido.

Junto al cuerpo de su madre, Fernando Albareda encontró un mensaje pintado en la pared de la casa que decía: “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Policía”, señala La Voz.

El episodio generó una profunda preocupación entre los organismos de Derechos Humanos de la Provincia, quienes han manifestado su dolor y alarma por la violencia y amenazas dirigidas contra la familia Albareda. “Exigimos que se esclarezca con urgencia, por parte de la justicia y el poder político de la provincia, los móviles del crimen, sean estos de delito urbano y/o su posible correlato político, dada la existencia de reiteradas amenazas a la familia Albareda”, señala el Foro por la Libertad, la Democracia y los Derechos Humanos de Córdoba. “Dijimos Nunca Más. Estamos en alerta y movilización”, apuntan.

Antecedentes de amenazas

Este no es un hecho aislado, informa el portal Cba24n. El 8 de diciembre del año pasado, Fernando Albareda recibió fuertes amenazas en su domicilio. Encontró carteles con esvásticas y seis proyectiles de armas de fuego junto a mensajes intimidatorios que decían: “Sos hijo de Terrorista. Se te terminaron los amigos de la Policía. No vayas más a la EZC (escuela) ni a la Jefatura. Va a morir. Te vamos a juntar con tu papito”.

Ricardo Fermín Albareda, padre de Fernando, fue subcomisario en la División Comunicaciones de la Policía local y militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El 25 de septiembre de 1979, fue secuestrado y llevado al centro clandestino conocido como “Embudo” o “La Casa de Hidráulica”. Allí, fue brutalmente golpeado, torturado y castrado, según testimonios, murió desangrado. Su cuerpo nunca fue encontrado.