Acepta dos años de cárcel por traficar con drogas en Logroño concertando pases por teléfono

El acusado de concertar pases y trapichear con drogas, al menos, desde 2017 ha aceptado, tras reconocer los hechos, dos años de cárcel y 300 euros de multa, tras el juicio que se ha celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial de La Rioja.

También se le retira la orden de expulsión, mientras que la pena de cárcel queda suspendida a condición de que no cometa delito en un período de tiempo de 5 años.

El fiscal pedía 5 años de prisión y 300 euros de multa. El acusado, según el escrito de este Ministerio, al que ha tenido acceso Europa Press, señalaba que el acusado se dedicaba -al menos- desde julio de 2017 al tráfico de drogas y fue sorprendido en distintos pases.

En uno de ellos, por ejemplo, ocurrido el 16 de julio de 2017, el procesado salió del portal de su domicilio en Logroño, cogió la moto y tras hacer un recorrido hasta el Polígono de Cantabria, se dirigió a un coche en donde se produjo un intercambio de droga y dinero.

Al marchar, la Policía interceptó al conductor del coche quien había guardado bajo el freno de mano de su vehículo la droga.

Tras ello, el acusado aumentó sus medidas de seguridad. Según relata el Fiscal “se asomaba en repetidas ocasiones por la ventana de su domicilio en actitud vigilante, anotaba las matrículas de los vehículos estacionados en los alrededores, bajaba a observar a los mismos, cambia repetidamente de dirección... también dio de baja su teléfono y se ausentó unas semanas de la ciudad”.

Al cabo de los de los meses, el Fiscal relata que volvieron a repetirse diferentes pases, algunos de ellos localizados por los agentes policiales. De hecho, el escrito relata algunos de ellos e informa de las llamadas que realizaba para concertar citas con compradores de cocaína. Para ello utilizaba un lenguaje figurado.

En el escrito se contabilizan al menos 30 conversaciones telefónicas entre el mes de diciembre de 2017 y marzo de 2018. También recoge llamadas -realizadas desde otro número de teléfono- con al menos 15 conversaciones o mensajes de texto entre febrero y marzo de 2018.

El Fiscal explica también que el acusado, que no realiza actividad laboral alguna, convivía en un domicilio con su esposa, que tampoco trabaja, y sus tres hijos menores, “no obstante en una conversación telefónica indicaban que estaban guardando dinero, 300 euros mensuales, en la cuenta de los chicos para ver si algún día podían comprar un piso”.

Finalmente, el día 7 de marzo de 2018 el acusado fue detenido en el vehículo que utilizaba en sus desplazamientos para realizar las entregas de cocaína. El mismo día de la detención se realizó un registro en el domicilio.