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Ayuso se hace un PP a medida y se reconcilia con Almeida para “demostrar” en 2023 “que el 4M no fue una anécdota”

Isabel Díaz Ayuso, en el Congreso del PP de Madrid

Aitor Riveiro / David Noriega

20 de mayo de 2022 20:00 h

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Isabel Díaz Ayuso ya es presidenta del PP de Madrid. Con un 99,12% de los votos y casi un año después de lanzar la carrera para liderar el partido de la región que gobierna desde 2019, y después de haberse llevado por delante en su empeño a la dirección nacional de su examigo Pablo Casado, Ayuso ha sido entronizada a la búlgara, sin oponente, y ocupará la silla en la que antes se sentaron Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes. A minutos de que se conozca el resultado de la votación, el misterio es inexistente. Nadie ha osado oponerse a la lideresa. Y quienes lo hicieron en la larga batalla que la enfrentó a Pablo Casado han sido laminados. Todos, menos el alcalde, José Luis Martínez Almeida. Ayuso cuenta con él y una dirección a su absoluta medida para su próximo objetivo: llevar el resultado del 4M a todos los rincones de Madrid en las municipales y autonómicas de mayo de 2023. Con especial atención al sur de Madrid, último bastión de la izquierda.

Ayuso vive instalada en las elecciones del 4 de mayo de 2021. Tanto, que incluso ha recordado la candidatura del ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y le ha dirigido unas palabras que han incluido una referencia a su casa familiar de Galapagar. “Iglesias consideraba que con bajar de la mansión de Galapagar a arengar al exvecino del barrio la campaña estaba hecha”, ha señalado. De aquella cita con las urnas surge su poder en el PP, hasta ahora más político y mediático que orgánico. Pese a no lograr una mayoría absoluta de la que sí pueden presumir muchos de sus predecesores en el cargo, hace un año obtuvo un triunfo incontestable que le permitió no incluir a Vox en un Gobierno conjunto, aunque la dirigente madrileña dice sin ningún rubor que gobierna “en coalición” con la ultraderecha.

De aquella convocatoria, que Pablo Casado intentó evitar, surge también el empoderamiento que la llevó a retar a la dirección de su ya examigo, y exigir el mando del PP de Madrid. Ganó y se llevó a Casado y a Teodoro García Egea por delante. Sin mencionarlos expresamente en su discurso como candidata única, ante un plenario entregado a cualquier palabra que brote de su boca, Ayuso soltó algunas perlas que pocos dudan de que iban dirigidas a sus archienemigos. “Hay que ser serios, o si no a tu casa”, ha dicho. “No podemos encerrarnos en despachos y sedes”, ha añadido. “No creo en un sectario [por secretario] general, que arrastra por miedo; sino en el que une por convencimiento, porque las ganas son más fuertes que los temores”, ha concluido.

Alcaldesas imputadas y premio a la viceconsejera del contrato de su hermano

Ayuso ha dejado claro que el PP de Madrid que saldrá de este XVII Congreso Regional el sábado será una organización a su exacta medida. Lo apuntó en la mañana del viernes, en una intervención ante la prensa al margen del programa del congreso y en la que dijo que no pensaba respetar ninguna de las cuotas ideológicas o territoriales que suelen definir los pesos y contrapesos de las organizaciones políticas.

Dicho y hecho. Ayuso ha laminado a toda la dirección saliente del PP de Madrid. Con algunos, como con el inminente expresidente, Pío García Escudero, ha tenido palabras cariñosas. A otros casi ni las ha mencionado, como con la secretaria general saliente, Ana Camins, quien sonó como “tercera vía” alternativa a Ayuso y Almeida cuando Casado planteó al alcalde como opción por el liderazgo del PP frente a la presidenta. Tampoco a Carlos Izquierdo (su consejero de Políticas Sociales y Familia), a Borja Carabante (cargo de Almeida), a David Pérez (su consejero de Vivienda), a Marimar Blanco (responsable de Programas) o a Almudena Negro (Comunicación). Una breve línea de despedida en su discurso y a otra cosa.

La vía Camins no cuajó y ahora pasará a mejor vida dentro del PP de Madrid. Pero Almeida vivirá una segunda vida. “En el Comité dirección estará el primero el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida”, ha dicho Ayuso en su discurso. “¿Por qué? Porque José Luis y yo somos dos mitades como todo el mundo sabe por cuestiones organizativas, el encabezó una lista electoral y yo otra en 2019. Eso fue todo, fuimos dos listas, pero un mismo equipo y a pesar de los momentos tan difíciles que hemos vivido José Luis y yo, especialmente con la pandemia, hemos trabajado con absoluta coordinación y ahora tenemos el reto más importante en 2023 y lo volveremos a afrontar juntos”.

Y también, aunque eso Ayuso no lo ha dicho, porque los estatutos del PP de Madrid otorgan la condición de miembro nato del comité de dirección al alcalde de la capital. El peso de Almeida queda refrendado por la entrada en la nueva dirección de la portavoz de Almeida en el Ayuntamiento, Inmaculada Sanz, como vicesecretaria de Sectorial.

Del actual Comité de Dirección del PP de Madrid solo queda una persona: Ana Millán. La alcaldesa de Arroyomolinos, muy cercana a Ayuso, está imputada por corrupción junto a un empresario que se habría beneficiado de unas contratos durante su anterior etapa como concejala en el Consistorio. Millán, que hasta ahora era vicesecretaria de Acción Sectorial del PP, ocupará la vicesecretaría de Organización y Territorial del partido en la región.

La alcaldesa defendió el pasado 22 de abril ante un juez la legalidad de los ingresos que le realizó el empresario, que recibía adjudicaciones de su concejalía, porque correspondían al alquiler de un ático de su propiedad, con derecho a compra. En cuatro años, Millán ingresó más de 44.000 euros de la empresa Neverland, propiedad del empresario Vicente Roselló, cuyas empresas recibieron contratos por valor de más de 660.000 euros. También contrató a la hermana de la alcaldesa y dirigente del PP de Ayuso.

También llama la atención la apuesta de Ayuso por la que fuera viceconsejera de viceconsejera de Asistencia Sanitaria hasta finales de 2020, Ana Dávila. Será la nueva secretaria de Discapacidad, y se da la circunstancia de que fue la alto cargo de la Comunidad de Madrid que firmó de su puño y letra el contrato de suministro de mascarillas durante la pandemia que, posteriormente, le supuso al hermano de la propia Ayuso una comisión de al menos 55.850 euros. 

La adjudicación de 1,5 millones de euros en mascarillas a la empresa que pagó una comisión al hermano de Isabel Díaz Ayuso suma varias circunstancias inusuales. Entre ellas, el documento oficial por el que se adjudica este contrato: está firmado a mano y no cuenta con el código seguro de verificación que acompaña a otros documentos de este mismo expediente y que habitualmente tienen estas resoluciones de la administración para certificar su autenticidad. Tal y como informó elDiario.es, fue Ana Dávila la persona que firmó a mano dicho contrato.

A lo largo de la primera jornada del congreso autonómico que la ha entronizado al frente del partido, Ayuso ha hecho mención en varias ocasiones a esta nueva área, que confía a Dávila. Por la mañana ya anunció que le daría un peso prioritario “a la discapacidad, a la familia, a la natalidad y a políticas que tienen que ver con la maternidad y la paternidad”. En su intervención de la tarde, volvió a incidir en que “discapacidad tendrá su propia área”.

Por encima de todos estará Alfonso Serrano como secretario general. El todavía portavoz del PP en la Asamblea de Madrid (cargo que dejará en los próximos días) será la mano derecha de Ayuso en la organización. Abandona las demás responsabilidades para centrarse en el proceso electoral de mayo del año que viene, en el que el PP de Madrid aspira a consolidar un poder casi sin precedentes en la región. Está por ver si supera al que consiguió Esperanza Aguirre en 2011, cuando todo el mapa se tiñó de azul.

Entonces, Aguirre logró penetrar en los municipios del sur de la región, auténtico bastión de la izquierda madrileña. De entre las grandes, en aquella ofensiva solo se salvó el municipio de Fuenlabrada (gobernada históricamente por el PSOE) y, más al este, Rivas-Vaciamadrid, en manos de IU desde hace décadas.

El ojo puesto en 2023

La tarea que tiene ahora por delante el PP de Madrid es dibujar las candidaturas de cara a las próximas elecciones municipales de 2023. “Me gustaría empezar por los nombramientos de los municipios más grandes a los más pequeños”, ha expresado este viernes Ayuso. El objetivo es que el partido celebre las asambleas locales en las zonas donde hay gestoras y que todos los nombres estén claros antes incluso del verano, con la vista puesta en las fiestas patronales que se irán sucediendo por esas fechas en varios municipios de la región, espacios perfectos para darse a conocer. “Es importante que estén en la calle con los vecinos”, ha considerado la presidenta.   

Ya con el cartel electoral definido, Ayuso quiere celebrar una convención ideológica en octubre. Las prisas por llevar a cabo el cónclave de estos días han usurpado a este congreso las ponencias que podrían haberse realizado si hubiera sido ordinario, y no extraordinario, como ha ocurrido finalmente. “Ya que este Congreso es extraordinario, quiero que el resto de la organización participe y que con sus ideas sigamos proponiendo nuevas políticas para la Comunidad de Madrid”, explicó Ayuso por la mañana.  

Lo cierto es que durante sus intervenciones volvió a insistir en las ideas que lleva destacando desde el inicio de una campaña, en el que es la única candidata: “El PP, además de una gran cartera de servicios y de gestión tiene detrás unos valores y sabe de qué lado de la historia quiere estar”. Entre esos “valores” que destaca Ayuso está el “dar todas las batallas”. Tampoco ha perdido la ocasión de atacar al “Gobierno más autoritario desde la dictadura” que se dedica a “cuestionar las instituciones que nos hacen fuertes en este país” y que “se va empequeñeciendo cada vez más”.  

 La presidenta de la Comunidad celebró su gran acto de campaña de cara a este Congreso el 4 de mayo. Aprovechó, también, para celebrar el aniversario de su triunfo en las elecciones autonómicas de 2021. Y lo hizo, además, en Fuenlabrada, un tradicional feudo de la izquierda, donde el PSOE lleva gobernando desde 1976. “Creemos en el sur de Madrid”, dijo entonces, mencionando a la propia Fuenlabrada, a Leganés, a Móstoles o a Getafe. La jornada de este viernes ha sido un claro ejemplo del interés de la nueva dirección del partido de hacerse fuerte en una zona donde los votantes suelen olvidar al PP en las municipales.   

Durante su intervención final, Ayuso se dirigió al presidente andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, a quien felicitó por demostrar que “del socialismo se sale”. “Esto mismo es lo que pretendo que pase en Fuenlabrada, en Alcorcón, en Getafe, en Móstoles, en Leganés, en Alcalá, en Alcobendas o en San Sebastián de los Reyes”, admitió de cara a las próximas elecciones autonómicas de 2023.  

La formación de este 17 Congreso Extraordinario del PP es toda una declaración de intenciones. Su presidente es Miguel Ángel Recuenco, el jefe del partido en Leganés. “La zona sur de Madrid se siente representada por mi y cualquiera de mis compañeros de la zona sur podrían estar ocupando este puesto”, dijo a su llegada al pabellón 6 de IFEMA. Ya desde el atril lanzó “un pequeño guiño a los afiliados del sur de la Comunidad de Madrid, un área metropolitana donde habitan más de un millón de personas” y donde más, dijo, han “sufrido las políticas de la izquierda”.   

“Tenemos que salir con el convencimiento de que vamos a gobernar en ciudades que no tienen alcaldes socialistas, tienen señores feudales”, afirmó Recuenco antes de admitir que su nombramiento en el cónclave era “una apuesta por el sur”. “El sur para mí es prioritario, porque creo en el potencial que tiene”, coincidió Ayuso. Durante las intervenciones las alusiones a esta zona de la Comunidad han sido habituales. “Me tenéis que ayudar a conseguir una mayoría ‘ayuser’ en el Ayuntamiento de Madrid y ayudar a liberar a los municipios del sur de las cadenas de la izquierda”, reclamó el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida a su “partner Isa”.

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