Hay que ver qué poco se valora en esta Región la capacidad de alguna de sus gentes y, en especial, de sus políticos para según qué cosas. No sé muy bien cómo se atreven a cuestionar que el alcalde de Las Torres de Cotillas, Pedro José Noguera, no sea un jabato, un prodigio y un portento, capaz de aprobar una oposición rozando la perfección. No de ordenanza o auxiliar administrativo en el Instituto de Turismo, categorías laborales muy respetables, sino de director de la oficina jurídico-económica en ese organismo de la Administración autonómica.
Me pregunto de dónde surgen esas dudas, sobre su inteligencia e idoneidad, por aprobar la prueba con una puntuación de 96 sobre 100, en el caso del apartado de conocimientos, y de 57,60 sobre 60 en la fase global. Lo que resulta evidente es que Noguera es un lince a la hora de administrar su tiempo entre la alcaldía del municipio torreño, su despacho de abogado y sus estudios para opositar. Alega que lleva años preparándose, que ya probó en otras convocatorias y que, además, tiene familiares dedicados a preparar a los candidatos para este tipo de concursos. Qué más quieren los que ponen en duda su esfuerzo “en un proceso público totalmente transparente”, como él mismo lo define.
El sindicato CCOO habla del “desarrollo meteórico” de las pruebas: en apenas dos meses, convocatoria de examen y publicación de resultados. Está claro que, como asegura el regidor Noguera, esto solo responde a una persecución política en toda regla, ya que no se conocen precedentes de casos similares. Bueno, si acaso, me viene ahora a la cabeza el de una pareja, casualmente del entorno de su propio partido que, hace unos cuantos años, optaron a unas oposiciones a la Administración regional. Se presentaron bastantes candidatos para varias plazas y, sorpresa, sorpresa, ella obtuvo el número uno y él, el dos; en ese orden, si no recuerdo mal. Seguro que, en ambos casos, todo como fruto del mismo ahínco, esfuerzo y dedicación, que algunos cuestionan ahora sin razón, de los que alardea Noguera, al que solo le resta para tomar posesión del puesto presentar su lista de méritos, realizar una entrevista personal y adjuntar un vídeo en el que exponga sus ímprobos conocimientos. Vamos que esto, atendiendo a su capacidad y cognición, está más que chupao.
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