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“Siempre vi factible poder gobernar desde la izquierda. Hay que pactar con los que más te asemejas”

La presidenta balear, Francina Armengol.

Irene Castro / Angy Galvín

Francina Armengol (Inca, 1971) es la presidenta de Baleares gracias a un acuerdo con la formación nacionalista MÈS, con quien gobierna en coalición, y el apoyo externo de Podemos. Los partidos matrices ponen como ejemplo de colaboración ese gobierno de izquierdas. Armengol reivindica sus medidas “pioneras” de lucha contra el cambio climático a través de la prohibición de la circulación de los coches diésel o de sostenibilidad del turismo, como la ecotasa o la limitación del alquiler vacacional por el que Airbnb y Tripadvisor pueden acabar pagando 300.000 euros.

La socialista evita hablar de las trifulcas del PSOE, porque considera que la guerra interna les puede pasar factura en las elecciones y su objetivo es ser la primera presidenta balear en décadas que consigue repetir mandato; pero siempre ha hablado claro sobre las cuestiones internas. Apoyó a Patxi López al considerar que Pedro Sánchez se había ganado demasiados enemigos, pero tras la recogida de avales admitió su cambio de preferencia y pidió el voto para el actual secretario general. Armengol quiere que Sánchez saque pecho de la gestión en Baleares y en las comunidades que presiden los socialistas.

Hay una crisis de la socialdemocracia en Europa, que también tiene reflejo en España, a pesar de que recuperaron poder en 2015. ¿Cuál es su diagnóstico?

La socialdemocracia y la izquierda cuando puede gobernar transforma la realidad social y mejora la calidad de vida de la gente. Cuando tenemos oportunidad de gobernar, como en Baleares, demostramos ese poder transformador y creo que sin duda se volverá a apostar por estos gobiernos de la socialdemocracia y la izquierda. Es cierto que hay una crisis a nivel europeo, que hay una situación difícil de muchos partidos de izquierda y socialdemócratas, pero también es verdad que hay que tener la convicción de poder transformar esas realidad dentro de los propios partidos y poder ofrecer ese proyecto político necesario para la ciudadanía.

¿Es Albert Rivera la reproducción del fenómeno Macron en España o piensa, como la dirección del PSOE, que no es un riesgo para el espacio que ocupan los socialistas?

No estamos en el mismo tablero electoral de hace unos años. El planteamiento de Ciudadanos es liberal, de derechas evidente y claro, que ocupa un espacio que en este momento le es más fácil porque no gobierna, nadie sabe qué haría si estuviera gobernando. Apoya un Gobierno del PP que está absolutamente paralizado y que está paralizando a toda España, también a las comunidades autónomas. De lo que se decía que era un partido que venía a regenerar la política, a cambiar las cosas, a ser duro contra la corrupción, a estimular cambios necesarios en España, resulta que todo lo contrario. La gente empieza a ver la situación.

A pesar de ese apoyo al Gobierno de Rajoy, Ciudadanos va al alza en las encuestas. ¿El PSOE tiene que virar al centro para quedarse con el espacio que parece que Albert Rivera les está robando?

El PSOE tiene que tener, como siempre, la voluntad de convencer a una gran mayoría social de centro izquierda que existe en España. Es lo que estamos haciendo en Baleares. El PSOE tiene que ubicarse en ese espacio político que es el suyo y poder convencer a una gran cantidad de ciudadanos de que es la mejor opción política. Es verdad que hay encuestas en este momento y que todas apuntan a donde apuntan, pero queda mucho tiempo y en política las cosas están cambiando muy rápidas. Estoy convencida de que donde estamos gobernando la izquierda en comunidades y ayuntamientos estamos haciendo cambios que se están notando de forma clara en la sociedad y eso también va a tener una repercusión electoral importante, sin duda.

¿Cómo está funcionando el acuerdo en Baleares, que para muchos socialistas es el laboratorio de lo que podría ser un gobierno de izquierdas en España?

Está funcionando muy bien y somos muy coherentes con aquello que comprometimos con los ciudadanos. Es un pacto que ha podido desarrollar compromisos valientes: crecemos al 3,7%, somos las comunidad con más crecimiento, más creación de empleo y más empleo de calidad. Estamos disminuyendo los trabajos temporales con unos planes de inspección muy potentes que nos han permitido regularizar más de 15.000 contratos. Es una comunidad que crece a buen ritmo económico, que redistribuye su riqueza con políticas específicas y que garantiza mejores derechos. Estamos demostrando que desde la izquierda se gestiona mejor el dinero público, que los cambios repercuten a la calidad de vida de los ciudadanos de nuestra tierra y que tenemos un proyecto de futuro de cara a los 10, 20, 30 años que vengan después.

¿Le preocupa que le pase factura lo que le sucede a sus socios? Podemos está en horas bajas y MÉS tiene división y algunos problemas judiciales...

Somos un Gobierno que está desarrollando los acuerdos que hicimos públicos y es transparente y rinde cuentas de forma habitual y dará rendición cuentas de las políticas que hemos hecho. Los ciudadanos nos juzgarán por aquello que comprometimos que haríamos y lo que hemos prometido que haríamos en estos cuatro años de legislatura. El balance es positivo. Cada partido político hará su estrategia para convencer a más ciudadanos. Yo, como candidata del Partido Socialista, haré lo posible para que crezca en Baleares igual que lo harán mis socios de gobierno, pero creo que la izquierda en Baleares puede volver a ser mayoritaria en 2019.

¿Ve factible que ese gobierno de izquierdas sea exportable al Gobierno de España en 2020?

Siempre vi factible poder gobernar desde la izquierda en España. Estamos lejos de las mayorías absolutas y la gente no te da una mayoría absoluta sino la posibilidad de gobernar con pactos. Si se tiene que pactar, hay que pactar con los que más te asemejas y con los que compartes programa. Un Gobierno de izquierdas en España para mí es absolutamente factible y necesario.

En este caso serían necesarios o Ciudadanos o las fuerzas independentistas. ¿Usted está de acuerdo con el veto a ERC y el PDeCAT para que Pedro Sánchez llegue a Moncloa?

Ahora estamos en un periodo complicado y tenso de la política española y catalana. Cuando se convoquen las generales estaremos en otro momento político. Los ciudadanos decidirán a quién dan su voto y, a partir de que tengamos la composición en el Congreso, veremos qué espacio político está para poder gobernar y que Pedro sea presidente del Gobierno. Yo gobierno en Baleares con un partido nacionalista en el equipo de Gobierno y con el apoyo externo de Podemos, es un gobierno que funciona y muy social.

Entiendo que usted prefiere que Ciudadanos no está en la ecuación.

Podemos ir atrás, pero prefiero ir adelante. Veremos lo que pasa en el Congreso, los apoyos que hay y las posibilidades. El país se merece un gobierno muy diferente del que hemos tenido estos seis últimos años. El PP ha sido un mal gobierno para la ciudadanía española, lo ha sido también para los territorios, es un gobierno que está absolutamente paralizado con el apoyo de Ciudadanos y se están haciendo unas políticas que no son positivas para los españoles. Tiene que haber un cambio político y un cambio político es un cambio político en toda regla. Creo que el PSOE es el que mejor preparado está para poder asumir ese cambio de gobierno y hacer el cambio estructural que necesita España.

Le he preguntado por los problemas de sus socios de Gobierno, pero hemos visto el plantón de Felipe González, Susana Díaz o Rubalcaba a Pedro Sánchez. ¿Les puede pasar factura a los socialistas la falta de unidad?

En los partidos tenemos que tener la capacidad de debate interno y el PSOE es el partido más democrático, plural y con más capacidad de ese debate interno. Hicimos unas primarias ejemplares, Pedro Sánchez ganó un congreso de manera ejemplar y con una grandísima participación de la militancia. Cuando tienes una Ejecutiva y un secretario general hay que trabajar para que a esa Ejecutiva le vaya lo mejor posible, el partido esté unido, que sea fuerte con un proyecto político clarísimo, y poder convencer a los ciudadanos para hacer lo importante, que es transformar la realidad social. El debate es necesario y nos refuerza. El PSOE está en esa fase. Todos tenemos claro que Rajoy debe durar lo menos posible y que tiene que haber un cambio de gobierno y que Pedro Sánchez está en la posición clara para ser el candidato del PSOE.

¿Ha superado Susana Díaz la derrota en las primarias?

Supongo que sí, la veo centradísima como presidenta de la Junta de Andalucía. Está haciendo un buen trabajo y es una mujer entregada a poder repetir esa presidencia. Lo que podemos aportar cada uno de nosotros es a ganar en nuestros territorios y a eso me estoy dedicando yo también en Baleares. El PSOE será más fuerte si es capaz de gobernar en más municipios y en más comunidades y practicar políticas de izquierdas. Eso refuerza al PSOE y nuestra posición de cara a las generales sin duda.

¿Debería Pedro Sánchez contar más con los barones regionales? ¿Cree que ha aprendido de su anterior etapa en la que su principal problema fue la oposición interna?

Venimos de una época complicada, pero está superada. Pedro Sánchez es el secretario general de toda España y estamos trabajando desde todas las ejecutivas regionales con la Ejecutiva Federal para mejorar el proyecto y explicarlo mejor a los ciudadanos, animar a la militancia, tener el partido engrasado, pensando en que vamos a unas elecciones ya y luego a las generales. El PSOE es un partido con mucha historia y con mucho futuro. Ha sido el partido que ha hecho posible los grandes cambios que ha habido en España y en cada uno de nuestros territorios.

Usted rechazó el apoyo del PSOE al 155. ¿Cree que el PSOE se equivocó?

Este tema lo hemos explicado muchas veces. El PSOE tomó la decisión que creyó más oportuna en un momento de gran dificultad. Cuando hay un conflicto como el que se vive en Catalunya, donde el Gobierno de España ha sido incapaz de dar una solución, pero donde el Gobierno catalán también ha sido incapaz de dialogar y se ha saltado la legalidad, se buscan soluciones que no son del gusto de todos. En esa línea debió tomar las decisiones el PSOE y yo las respeto. Ya dije lo que tenía que decir en su momento y en este momento creo que Catalunya debe tener un Gobierno lo más rápido posible, se debe de restablecer la normalidad en ese territorio y, a partir de ahí, poder buscar los encajes y cambios necesarios que se deben dar en España para que todo el mundo se sienta lo más cómodo posible.

Un posible encaje es el modelo federal que propone el PSOE. ¿Sigue estando vigente o con los acontecimientos ha quedado caduca esa propuesta?

Es la única propuesta que puede dar solución a los problemas territoriales que tiene España no solo con Catalunya. La Constitución tiene que garantizar muchas cosas, desde los derechos sociales, como la sanidad, hasta qué modelo de Estado queremos. Apuesto por un Estado federal en el que haya un espacio de corresponsabilidad y toma de decisiones conjuntas entre las comunidades y el Gobierno de España a través del Senado. La Constitución debe de refrendar los principios de financiación autonómica, y hay que comprender, respetar y convivir con los sentimientos de identidad desde el diálogo y el respeto a la diversidad de España. Creo que España será federal o no será. Necesitaríamos que la política dejara de fracasar en cómo construimos esta España de futuro y empezáramos a trabajarla en serio desde el diálogo sincero entre las distintas partes.

¿Existen diferentes nacionalidades en el Estado español?

Sí, yo creo que España es un estado plurinacional.

¿Y sería Baleares una de ellas?

Eso lo decidirá Baleares. En el Estatuto de Autonomía de 2007, Baleares se definió como nacionalidad histórica. Muchos de los preceptos del Estatuto de Baleares fueron mimetizados con el de Catalunya, lo que pasa es que el PP llevó al Tribunal Constitucional el de Catalunya y no así el de Baleares o el de Andalucía, que también tenía algunos artículos iguales. Ha habido un partido que ha intentado de la confrontación en Catalunya sacar votos en el resto de España y eso es una irresponsabilidad absoluta y si eso no hubiera sucedido probablemente no estaríamos en esta situación que estamos.

¿Nacionalidades o naciones? Usted defiende la España plurinacional, que ha desaparecido del lenguaje del PSOE ahora, ¿cree que entran en un terreno farragoso?

Los sentimientos de nación que explican Catalunya son bastante evidentes. Hay mucha gente en Catalunya que tiene ese sentimiento. No me preocupa excesivamente y, además, lo aprobó el congreso del partido así que no creo que sea un tema farragoso sino una realidad que existe.

En su partido hay voces que la consideran nacionalista. ¿Qué opina?

No soy nacionalista. Soy una persona federalista, de izquierdas y feminista. Así me defino.

¿Qué le pide a Rajoy para mejorar esa financiación autonómica que dice que es peor en el caso de Baleares que en el de Catalunya?

El sistema de financiación autonómico se tendría que haber aprobado en 2015. Todavía no tenemos una propuesta por parte del Gobierno. Pedimos algo básico: somos los segundos en aportar y los novenos en recibir. Es injusto que los ciudadanos de Baleares reciban menos dinero per cápita para educación, sanidad o servicios sociales que otras comunidades. Baleares es solidaria con el resto de España pero no quiere perder en esas inversiones absolutamente necesarias. También pedimos un sistema de financiación en el que podamos tener más capacidad fiscal y corresponsabilidad.

Hay que hacer un sistema de financiación autonómica que no grave a las comunidades que somos más dinámicas económicamente sino todo lo contrario, necesitamos una parte de condonación de la deuda pública y, además, Baleares exige el régimen especial y fiscal que compense la insularidad.

El sistema de financiación autonómica lo tiene que plantear el Gobierno, pero cree que va a haber entendimiento entre los presidentes socialistas o puede generar un nuevo campo de batalla?

Defiendo los intereses de Baleares y lo haré fuertemente porque es mi obligación. Los presidentes socialistas defenderán los intereses de su tierra, igual que los del PP o los nacionalistas. El Gobierno de España debe ser capaz de presentar un modelo que todos seamos capaces de asumir. Todo el mundo tendrá que ceder para llegar a los acuerdos, evidentemente; pero lo que está claro es que faltan 16.000 millones para la financiación autonómica. El Gobierno de España no puede ser cicatero en lo que es un derecho básico de ciudadanía. Si hay una mesa en la que nos sentemos y dialoguemos, estoy convencida de que llegaremos a un acuerdo. El problema es que no haya mesa y no haya propuesta. Así es imposible llegar a un acuerdo.

¿Llegará esa mesa antes de las autonómicas del año que viene?

Me da la sensación de que no tienen mucha voluntad política de acelerar este proceso.

Una de las medidas que ha puesto en marcha su Gobierno es una renta social garantizada. ¿Cómo funciona y a cuántas personas ha llegado?

Cuando llegamos al gobierno nuestra intención era revertir toda una situación de recortes y falta de derechos de los ciudadanos sobre todo pensando en los más vulnerables. La medida pionera de la renta social garantizada es para que aquellas personas que no tienen nada, que tienen dificultades durísimas para llegar a fin de mes, puedan tener al menos esos recursos que no son suficientes, pero al menos es un apoyo desde las instituciones. Está llegando a 11.000 personas. Es un derecho garantizado y lo que se paga por parte del Gobierno depende del núcleo familiar pudiendo llegar a más de 700 euros. Somos la única comunidad que ha puesto en marcha esta medida valiente y comprometida.

Con su plan contra la violencia machista en el que dan un año de contrato laboral a las víctimas. ¿Qué pasa con ellas cuando acaba ese año de contrato?

El plan tiene medidas de educación, de sanidad, de intervención y prevención, de asas de acogida... Es un plan que está dotado presupuestariamente con 13,5 millones de euros a diferencia del plan estatal que no tiene ni un euro detrás. A través de los fondos de trabajo, este año 2018 es el primero que garantizamos ese primer año de trabajo a las mujeres víctimas de violencia machista porque muchas veces esa situación de violencia machista va acompañada de una situación de violencia económica que le impide salir de esa situación dramática. El tener garantizado ese año de trabajo es una medida pionera que vamos a ver cómo funciona y vamos a ver las necesidades que nos surjan.

En la ley de Igualdad también incluimos que, cuando hay una separación y el exmarido no pasa la pensión económica, lo consideramos una situación de violencia machista y esa mujer se puede acoger a las medidas que estamos poniendo en marcha para las víctimas. Estamos poniendo medidas positivas que, si fueran acompañadas del plan estatal con recursos económicos, podríamos avanzar mucho más.

El turismo es fundamental para Baleares y aún así han implantado una tasa turística. ¿Cuál es el balance de su puesta en marcha?

Uno de nuestros compromisos era hacer posible la redistribución de la riqueza que se genera del turismo. Tenemos 1,1 millones de habitantes y 16 millones de visitantes y eso tiene un coste de infraestructuras y servicios. Comprometimos que la riqueza que genera el turismo tendría que revertir en otros sectores de la sociedad y en los residentes de la comunidad. La tasa turística la pusimos el primer año de legislatura, es un impuesto de turismo sostenible que pagan los turistas en los alojamientos y luego revierte en un fondo público en el que todo se destina, a través de una convocatoria en la que participan desde entidades ecologistas a las hoteleras e instituciones, a proyectos.

¿Y qué proyectos financian?

Estamos financiando infraestructuras hidráulicas, formación e innovación –estamos haciendo dos escuelas de formación náutica–, protección del medioambiente con compras de fincas públicas para proteger el paisaje, etc.

El turismo trae problemas de vivienda, que en Baleares son exponenciales y se ven también en Barcelona o Madrid. ¿Qué va hacer para acabar con la burbuja del alquiler y la vivienda?

Veníamos de un gobierno del PP que había prohibido el alquiler vacacional en el plurifamiliar, pero que en realidad dejaba hacer de todo porque no había ningún tipo de inspección. Hemos puesto un tope de plazas de alojamiento turístico en todas las Baleares. La ley define los niveles de calidad para que una vivienda se pueda dedicar a alojamiento vacacional, tienen que registrarse en las instituciones públicas, y los conseils insulares. La ley también define que las plataformas digitales que son las grandes negociadoras de ese alquiler vacacional solo pueden comerciar con las viviendas registradas. Ya hemos abierto dos expedientes importantes a AirBnB y Tripadvisor de 300.000 euros porque siguen publicitando viviendas que no se pueden comercializar. A la vez estamos estipulando que a los residentes que tengan una vivienda les sea rentable alquilar todo el año para garantizar la necesidad de vivienda para los residentes y los trabajadores.

¿Y cómo pretenden que les salga más rentable?

Con un plan de deducciones fiscales y con un plan de vivienda pública potente. Veníamos de una época en la que no se hacía política pública de vivienda y ahora hemos revertido esta situación. Estamos empezando con 511 viviendas públicas en la comunidad, que supondrá un aumento del 30% el parque de vivienda pública. Todas ellas serán para alquiler social. Además, estamos tramitando una ley de vivienda donde hay un planteamiento de que los grandes tenedores de vivienda –promotores y entidades bancarias básicamente– tengan que poner a disposición del Gobierno balear las viviendas que tengan cerradas para que nosotros las incorporemos al parque de vivienda pública para alquilar y que esos alquileres vayan para los propietarios.

Van a limitar los coches diésel en Baleares. ¿Cómo se ha acogido esta iniciativa?

Estamos haciendo leyes de sostenibilidad pensando en el largo, como la ley de residuos, la limitación de entrada de vehículos en la isla de Formentera o la ley de cambio climático a la que se refiere. Es una ley que será pionera en toda España y que calendariza las medidas que se tienen que tomar para que en 2050, tal y como nos comprometimos en los acuerdos de París, en las islas Baleares todo venga de energías renovables. Primero vamos con la flota de los rent a car, que en 2030 deberían ser eléctricos; luego vamos a los diésel, que no podrán circular en Baleares a partir de 2025 para fomentar el vehículo eléctrico; después vamos con los de gasolina en 2035... El impuesto de turismo sostenible tiene un proyecto importante de más de 14 millones para hacer puntos de recarga eléctrica.

Y llegar a que todo venga de energías limpias...

Estamos preparándonos para poder asumir lo que plantea la ley. Somos unas islas turísticas donde todavía quemamos carbón y eso es incompatible con ser una isla sostenible. Queremos sustituir esas centrales de momento por gas y combinarlas con energías renovables y parques fotovoltaicos en nuestras islas. Es una ley valiente, clara, rigurosa, que se puede cumplir perfectamente y va en la línea en la que deberíamos ir todos en el mundo: la lucha contra el cambio climático, la apuesta por las energías limpias, el olvido de las fósiles y la posibilidad de tener una comunidad sostenible ahora y en el futuro. Queremos impulsar un modelo económico desde la apuesta por la innovación, por las energías limpias, la cultura, el medioambiente... Todo esto crea puestos de trabajo diferentes, de más calidad.

Ciudadanos y PP denuncian la existencia de un supuesto “adoctrinamiento” en las aulas de las comunidades catalanoparlantes. ¿Existe adoctrinamiento en la escuela balear?

No existe adoctrinamiento en las aulas de Baleares, para nada.

¿Y a qué se deben las críticas?

Vuelvo a la irresponsabilidad de criticar el sistema educativo de mi comunidad autónoma. La anterior legislatura tuvimos la mayor crispación que jamás han vivido las islas Baleares por las cuestiones ideológicas del PP, que gobernaba con mayoría absoluta y quiso imponer un modelo a la comunidad educativa. Salieron a la calle 100.000 personas en contra de esa política educativa y lingüística. Nosotros hemos revertido a la normalidad. Hemos devuelto la paz social a las escuelas y estamos trabajando codo con codo con las escuelas en un pacto educativo necesario, con más recursos (hemos aumentado en 900 los profesores, cuando se había despedido a 700, y 1400 sanitarios. Eso es lo que hizo el PP con la sanidad y la educación). Quien quiera tergiversar eso se está equivocando.

Su Gobierno ha promocionado el catalán. ¿Se ha entendido mal el decreto el decreto que impuso el Govern para implementar el catalán en la sanidad pública?

La lengua es una parte de la identidad de mi tierra y me gustaría que así la viéramos en Baleares y en toda España y que viéramos que es una lengua minoritaria que se tiene que proteger porque es un patrimonio también de España. Yo quiero garantizar la mejor asistencia sanitaria para todos los ciudadanos, por eso devolví la tarjeta sanitaria que el PP había quitado; por eso he contratado médicos y enfermeras donde ellos los despidieron; por eso estoy invirtiendo en hospitales y centros de salud que ellos querían cerrar; por eso quiero estabilidad en las plantillas públicas y voy a sacar las oposiciones más grandes de la historia de mi comunidad autónoma (5.000 plazas) en la sanidad pública en Baleares.

Esas plazas no tienen ningún problema con el tema lingüístico y quien quiera mezclarlo también se equivoca. A esas plazas se podrá presentar cualquier persona sepa o no sepa catalán y, a partir de ahí, cuando haya conseguido la plaza de funcionario para toda la vida le damos dos años para que pueda acreditar que tiene el nivel para entender al usuario al que se dirige en catalán y al que se dirige en castellano y si no lo puede acreditar, lo que va a suceder es que no pueda acceder a complementos que se dan a los que mejoran la asistencia sanitaria y entenderse con el paciente que estás atendiendo es una de las cuestiones básicas en sanidad.

Yo no veo ningún conflicto lingüístico, veo un mal uso de las lenguas, las identidades, los sentimientos y las sensaciones por parte de algún partido político que está haciendo política sectaria a través de eso.

¿A qué atribuye que el PP haya apoyado una ley para llevar a cabo exhumaciones de la dictadura en Baleares y se niegue en el resto España?

Es una incoherencia del PP. Me alegro de que en Baleares apoyara esta ley que se aprobó de manera unánime en el Parlamento. Es un trabajo absolutamente necesario reparar a las víctimas de la guerra, la dictadura y los represaliados. Aprobamos una ley que obliga a poner el dinero público para hacer las exhumaciones de estas fosas. Ya hemos exhumado tres fosas, 52 cuerpos, de los que algunos se han podido devolver ya a sus familiares.

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