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Sánchez reivindica el 'no a la guerra' pero recuerda a Podemos que “no ha faltado diplomacia” antes de la agresión de Putin

Irene Castro

6 de marzo de 2022 11:39 h

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“No ha faltado diplomacia, lo que ha sobrado es agresión”. Pedro Sánchez reivindica la labor que desempeñaron los aliados en los momentos previos al ataque de Vladimir Putin sobre Ucrania frente al cuestionamiento que está haciendo Podemos respecto al envío de armamento decidido por Sánchez esta semana. El presidente del Gobierno ha reinvindicado al PSOE como una organización del 'no a la guerra' ante la plana mayor del partido, pero ha defendido la respuesta “con serenidad y contundencia, solidaridad y unidad” que está saliendo de la UE, pese a las críticas de una parte de Unidas Podemos. “La agresión salvaje partió de Putin, y vino después semanas de un diálogo diplomático intenso que pretendía, precisamente, mantener la paz”, ha defendido.

“Sabemos distinguir un agresor de un agredido, sabemos distinguir una democracia de un régimen autoritario, sabemos distinguir nación libre y soberana de una potencia nuclear que se ha visibilizado como imperialista. Sabemos distinguir cuál es el lado correcto de la historia y jamás nos moveremos del lado bueno de la historia que es condenar la guerra de Putin y estar del lado del pueblo ucraniamo”, ha afirmado Sánchez en su discurso ante el Comité Federal del PSOE. “Nuestra organización es contraria a las guerras, a todas y más cuando son injustas e ilegales. Por eso nos opusimos en 2003 a la de Iraq y nos oponesmos hoy a la guerra de Putin”, ha agregado antes de asegurar que su labora es “exigir que se restablezca la legalidad internacional”. 

“Hagamos lo que tengamos que hacer en justicia y huyamos de cualquier entusiasmo belicista incluyendo también la retórica”, le ha dicho Sánchez a los suyos. El presidente del Gobierno ha dejado claro que la respuesta a las consecuencias de la guerra vendrán en buena medida de la UE y ha asegurado que es el momento de hacer transformaciones que ya tendrían que haberse puesto en marcha “hace tiempo para corregir las debilidades”. Así, ha insistido en que los veintisiete tienen que avanzar en el Pacto de Migración y Asilo ahora que se va a producir un “desafío de millones de refugiados” así como en el refuerzo de la política de seguridad europea y la revisión de las reglas fiscales para amortiguar el impacto de la guerra.

“Tenemos que avanzar en lo que hemos llamado autonomía estrategia y energética contando con más fuentes de suministro”, ha expresado. Fuentes del Ejecutivo se muestran optimistas con respecto a la posición que en los próximos días adopte la UE respecto al mercado energético y consideran que la vista de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, de este sábado fue un espaldarazo a España por sus medidas en ese sector.

El PSOE cierra filas e ignora a Podemos

El Comité Federal ha servido para cerrar filas dentro del PSOE, que ha aprobado por unanimidad una resolución de condena del ataque de Putin. Todas las fuentes consultadas destacan el clima de unidad en el seno del partido en la quincena de intervenciones en las que se ha ignorado, más allá de los mensajes velados de Sánchez, la discrepancia que está dejando clara Podemos. En paralelo a la celebración del cónclave socialista, la líder de ese partido y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha vuelto a cuestionar el envío de armas a Ucrania que defienden “los partidos de la guerra” en una alusión velada al socio mayoritario del Gobierno. En el PSOE evitan entrar en el choque e insisten en enviar un mensaje de unidad. Las fuentes consultadas tanto del Ejecutivo como de la cúpula socialista recuerdan que la acción del gobierno la dirige el presidente y que, en concreto, la política exterior recayó en el socio mayoritario durante la negociación de la coalición.

El asunto del envío bilateral de armas no se ha abordado específicamente en las intervenciones, pero ha sido muy aplaudido el vídeo que ha enviado el alto representante de la UE, Josep Borrell, en el que lo ha defendido haciendo un paralelismo con la guerra civil española y la necesidad que habría tenido la República de haber recibido ayuda.

“Vienen tiempos duros”, pero seguirá con las reformas

Sánchez no pone paños calientes a la hora de advertir que se avecinan “tiempos duros” e icluso que el conflicto “va a marcar a las actuales generaciones”.  “La guerra de Putin lo va a hacer todo más duro y difícil”, ha avisado, aunque se muestra confiado en que “Europa y España saldrán reforzados”. “El objetivo de Putin es frenar el bienestar de los europeos, socavar la competitividad de la industria y la economía europea, y no se los vamos a permitir. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que los ciudadanos, las empresas y nuestras industrias, no se conviertan en rehenes del chantaje energético de Putin”, ha afirmado.

En el plano doméstico, ha enarbolado de nuevo la bandera del “diálogo” en la respuesta que se dé al impacto del conflicto a través del Plan Nacional de Respuesta a la guerra que expuso el miércoles en el Congreso y que aseguró que estaría abierto al resto de partidos y a los agentes sociales. Para abordarlo con ellos, ha convocado este lunes en Moncloa a sindicatos y empresarios y pretende que sea uno de los asuntos a tratar en la Conferencia de Presidentes que se celebrará el próximo domingo en La Palma, tras haberla tenido que anular por el ataque de Rusia a Ucrania el 24 de febrero. “El PSOE garantiza la estabilidad que nuestro país merece y necesita”, ha presumido.

“No se puede decir que el Gobierno lo haya tenido fácil [ha señalado tras enumerar la pandemia global, la erupción del volcán, las tormentas como Filomena y ahora la guerra], pero hemos estado a la altura de la responsabilidad que los españoles nos encargaron y lo vamos a seguir intentando”. Así, se ha comprometido a seguir adelante con los planes del Gobierno de coalición: “Esta guerra nos traerá muchas dificultades, lo estamos viendo en el impacto de los precios; pero no va a detener nuestro rumbo y las reformas que necesita nuestro país precisamente para ganar un futuro”.

Y en ese punto ha pedido a los suyos un esfuerzo para que los esfuerzos sean percibidos por la ciudadanía en un momento en el que los socialistas iban a la baja en las encuestas y que la recuperación económica se ve amenazada: “Tenemos que contárselo a la ciudadanía. En cada uno de los territorios, en cada una de las ciudades, pueblos, en cada empresa, en cada centro de trabajo tenemos la gran responsabilidad de explicar nuestra determinación para que España siga avanzando a pesar del virus y de Putin”. Sánchez ha asegurado que España “va a continuar con la recuperación económica”, pero también con la ampliación de derechos y la generación de oportunidades.

Sánchez también ha insistido en la necesidad de la unidad de las fuerzas políticas, a las que ha pedido “coherencia”. “Veremos si nuestras buenas acciones llegan a la altura de nuestras buenas palabras”, ha aseverado antes de apuntar a Vox por la acogida de refugiados: “Lo estamos viendo con la extrema derecha. Ya están bajando el hombro”.

El presidente también ha reivindicado la fortaleza del PSOE ante la crisis que ha atravesado el PP. “Sigue adelante España y el Gobierno mientras muchas cosas se desmoronan a nuestro alrededor”, ha dicho veladamente antes de reivindicar la creación de empleo o el trabajo digno frente a quienes advertían de que la subida del SMI o la reforma laboral serían tendrían un efecto “contraproducente”. “Somos la única fuerza politica capaz de liderar una posición así en España. Lo hemos hecho sin ayuda alguna de la oposición virulenta, faltona y crispada”.

También ha querido enviar un mensaje al futuro líder del PP, que nadie en el PSOE duda de que será Alberto Núñez Feijóo: Necesitamos de una vez por todas que la derecha deje de coquetear con la ultraderecha“. Y se ha referido directamente al líder socialista en Castilla y León, Luis Tudanca, ante el ofrecimiento de apoyar a Alfonso Fernández Mañueco para que no dependa de Vox. ”El acuerdo tiene que extenderse a toda España y perdurar en el tiempo“, ha defendido.

En las intervenciones que se han producido a puerta cerrada también ha habido algunas reflexiones sobre el nuevo tiempo que se abre en el PP. En las filas socialistas se conjuran para minimizar el impacto que Feijóo pueda tener en su irrupción en el tablero de la política nacional. En la cúpula del PSOE sostienen, además, que el nuevo PP tiene una prueba de fuego el 9 de marzo en Castilla y León y le ponen deberes: romper con la extrema derecha, renovar el Consejo General del Poder Judicial y alcanzar pactos de Estado con los socialistas y el Gobierno.