El cardenal de Madrid, contra los rosarios en la sede del PSOE: “Cuando la ideología se pone por encima de la fe, pasan estas cosas”
Rezan el rosario y, después, cantan el Cara al sol frente a la sede del Partido Socialista. El movimiento ultra, que cada día se reúne en una parroquia junto a la calle Ferraz, para después montar algaradas de tono fascista no es católico o, al menos, no “se reconoce en la Iglesia”. Así lo ha planteado el cardenal de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, José Cobo, ante los micrófonos de Radio Nacional.
Preguntado por Josep Cuní en Las Mañanas de RNE por este tema, Cobo fue rotundo: “Cuando la ideología se pone por encima de la fe suceden estas cosas”. El purpurado quiso dejar claro que “la Iglesia no se identifica con ningún partido político”, aduciendo que “la fe está por encima de las ideologías”.
Con todo, el arzobispo de Madrid admitió ver “con mucha preocupación” la creciente polarización política y social. “La política es parte de nuestra vida, pero a veces nos entretenemos en sesgos y olvidamos que su sentido es reanimar el diálogo”. “A veces perdemos de vista cuál es nuestro cometido: luchar porque los derechos fundamentales se cumplan”, glosó Cobo, quien señaló cómo “ahora tenemos grandes problemas, como la catástrofe de Valencia, las migraciones, el trabajo, la vivienda... hay que animar a la política a ir solucionando los problemas que tenemos”.
Sobre las migraciones
Sobre cómo el discurso xenófobo está siendo azuzado por la extrema derecha autodenominada católica, Cobo –anterior responsable de Migraciones de la Conferencia Episcopal–ha sido claro: “Canarias no puede aguantar más. Tenemos que dar una respuesta política y de acogida ya. Necesitamos un pacto político que supere las divisiones partidistas. Cada estado tiene que atender a los niños que están en sus calles”, subrayó. “No podemos poner a subasta a los niños, luego hablaremos de cómo entran, de cómo hacer una migración regulada, pero primero hay que atenderles”.
Sobre la pederastia clerical, el arzobispo de Madrid admitió la “negligencia” que, durante años, se dio en la Iglesia, y reivindicó que la Iglesia, y la sociedad, tienen que seguir “la agenda que venga dada por las víctimas”. “He aprendido a no defender lo que no es defendible”, señaló el vicepresidente de la CEE, incidiendo en que “las víctimas nos pueden ayudar a hacer una Iglesia mejor”.
“Hemos aprendido a creer en las víctimas, y a dejar que ellas implementen sistemas de conversión en la Iglesia. Es algo necesario, que ellas supieran que las hemos creído”, recalcó Cobo, quien reconoció “que nosotros aprendemos a corregir lo que hemos hecho mal”.
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