Sin salario, sin coche y pronto sin móvil y sin ordenador. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha retirado el sueldo y el vehículo oficial a su todavía presidente, Luis Rubiales –aunque esté inhabilitado temporalmente por la FIFA, aún no ha cesado en el cargo–. También le ha pedido que devuelva el móvil y el ordenador corporativos que tenía a su disposición, según ha adelantado El Mundo y confirmado elDiario.es.
Además, la RFEF no permitirá a Rubiales que utilice recursos federativos para su defensa jurídica. El presidente tiene varios frentes abiertos en este momento: el expediente que le ha abierto la FIFA, que le ha apartado de cualquier actividad relacionada con el fútbol durante 90 días mientras concluye su investigación; un caso similar a nivel nacional en España, por el que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) estudia desde este lunes si le incoa expediente por faltas “muy graves” por incumplimiento de la ley del Deporte; y eventualmente podría tener que afrontar algún proceso penal en función de cómo evolucione la investigación que le ha abierto la Fiscalía.
La RFEF ha realizado estos movimientos tras la reunión el lunes del Comité de Presidentes (formado por los presidentes de las federaciones territoriales), que informó de que “una vez que la FIFA ha suspendido” a Rubiales “se han activado los protocolos internos de la Federación como consecuencia de la suspensión”.
Los 90 días (de momento) de inhabilitación suponen que Rubiales dejará de cobrar 166.237 euros netos de los 675.761 anuales que percibe de la RFEF. También pierde los 3.000 euros mensuales para vivienda. Además de estos emolumentos de la RFEF, Rubiales también cobra 250.000 euros anuales como vicepresidente de la UEFA (el organismo europeo no se ha pronunciado sobre el caso en todos estos días ni ha hecho movimiento alguno al respecto), de los que perderá un 24,6% (61.500 euros) por su suspensión.
La RFEF retira la carta a la UEFA
Por otra parte, la RFEF también ha confirmado que el presidente interino, Pedro Rocha, ha exigido al secretario general de la federación y hombre de máxima confianza de Rubiales, Andreu Camps, que retire la carta que envió a la UEFA el pasado viernes, cuando Rubiales todavía dirigía la RFEF. En la misiva, Camps pedía a la UEFA que interviniese en el asunto ante la injerencia del Gobierno, un movimiento que podría haber provocado que los clubes españoles se quedasen sin competiciones europeas porque el organismo europeo no suele tolerar que la política o la justicia ordinaria se inmiscuya en cuestiones futbolísticas.