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Los obispos piden a Méndez de Vigo que blinde la religión en el pacto educativo

Los obispos quieren un pacto educativo... pero el suyo. El portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, ha desvelado una reunión mantenida el pasado 18 de octubre con el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, en la que resaltó la “necesidad urgente” de un pacto educativo, que obtenga “un gran consenso”, y que, sobre todo, no toque el actual status de la clase de Religión (de oferta obligatoria y computable) ni los privilegios de la Iglesia en materia de contratación de profesores.

“Tenemos que dejar añejas posiciones: la educación tiene que ser un campo neutro, formamos para la realidad, no para las entelequias”, ha declarado el religioso. “Vemos la necesidad urgente de un pacto educativo, que acabe de una vez con los cambios al vaivén de las ideologías imperantes, y que ofrezca la posibilidad de un gran consenso en el que la educación sea una cuestión de Estado, que redunde en mejores ofertas de calidad”, declaró Gil Tamayo, quien incidió en que, en esta materia, todas las instituciones católicas tendrá una sola voz.

“La Iglesia quiere concurrir de forma unitaria. Quiere tener una voz única en el concurso de voces que se den cita en este debate”, declaró Gil Tamayo, quien subrayó la importancia de la educación católica en España, con 2.600 centros específicamente católicos, con 1,468 millones de alumnos, 2500 centros concertados católicos, más de 25.500 profesores de Religión o más de 3,5 millones de alumnos inscritos en enseñanza religiosa.

“La Iglesia tiene un peso, una palabra y un ideario, quiere ser coherente y concurrir al servicio del bien común de la sociedad española, y quiere hacerlo con voz unitaria”, recalcó el portavoz episcopal, quien pidió la “concordancia de todos los actores” (padres y madres de alumnos, responsables de colegios, profesores de Religión....).

“Estamos para sumar, porque vemos la necesidad reiterada de este pacto por el bien de nuestros jóvenes”, incidió Gil Tamayo, quien añadió que “no se entró en detalles” durante el encuentro con el ministro.

“El hecho religioso es algo positivo”

Eso sí, el portavoz episcopal recalcó que dicho acuerdo ha de tener en cuenta el actual “marco de acuerdos internacionales, que tienen rango de ley orgánica”, y que la asignatura de Religión esté plenamente integrada en el currículum. “Estos son nuestros principios. Necesitamos acabar con la incomunicación y caminar juntos”, añadió Gil Tamayo.

El religioso ha pedido “un aporte positivo al conjunto de la oferta educativa” en España, a la par que defendió “el derecho de aquellos que quieren que se eduque a sus hijos conforme a sus convicciones”. “Coherencia en los principios, porque sin identidad no hay diálogo, y al mismo tiempo mano tendida. Ver lo que nos une, y a partir de ahí desarrollar un proyecto educativo para el bien de los niños y los jóvenes españoles”.

“¿Cómo se lleva esto a la práctica? Ya buscaremos la manera. Pero estamos obligados a hacerlo por coherencia. Dejemos la rémora trasnochada: el hecho religioso es algo positivo... el hecho religioso católico tiene todo el derecho del mundo a estar presente en el desarrollo integral de los niños y jóvenes en virtud del derecho de los padres a educarlos”.