Tras una tibia respuesta inicial al desafío que muchos gobiernos europeos han denunciado sobre las “injerencias” del magnate y asesor de Donald Trump, Elon Musk, en la política europea a través de su red social X (antes Twitter), la Comisión Europea ha dado un paso al frente al ampliar la investigación que tiene abierta a la plataforma. Bruselas ha solicitado a X información y documentación sobre los cambios recientes en los algoritmos. Lo que quiere determinar es si la red social está impulsando los contenidos de la ultraderecha sobre los demás.
“La Comisión ha dirigido medidas de investigación adicionales a X como parte del procedimiento actual”, ha dicho el portavoz de asuntos digitales, Thomas Reigner: “Hemos solicitado a la plataforma que nos envíe documentos internos relativos a todos sus cambios en los algoritmos que se han hecho recientemente”. El plazo límite para que X remita la documentación, en el marco del procedimiento de investigación abierto bajo el paraguas de la ley de servicios digitales (DSA), es el 15 de febrero.
Bruselas investiga desde diciembre de 2023 posibles vulneraciones de X respecto a la transparencia, la verificación de cuentas, el escrutinio público o el acceso a los investigadores y al repositorio de anuncios. En julio acusó formalmente a la plataforma de incumplir las normas europeas respecto al sistema de verificación de cuentas de la red social, así como la transparencia en el sistema publicitario y el acceso a los datos públicos.
Reigner no ha querido precisar si la decisión se tomó a raíz de la videoconferencia en streaming que protagonizó Musk con la líder de Alternativa por Alemania, Alice Weidel, la semana pasada, pero sí ha reconocido que la información ayudará a “vigilar los sistemas en torno a todos estos acontecimientos”.
Antes de que se produjera ese evento, en el que Musk culminó su lavado de cara a los ultras alemanes y en el que llegó a aseverar que “Hitler era comunista”, la Comisión Europea defendió que no podía hacer nada en cuanto a las opiniones vertidas por el magnate en su red social dado que le ampara la libertad de expresión. Lo que sí puede analizar el gobierno comunitario es el funcionamiento de la plataforma. Y es ahí donde le requiere más información a Musk ante las sospechas de que está impulsando unos contenidos sobre otros.
“Estos pasos son completamente independientes de cualquier consideración política o de cualquier acontecimiento específico que haya tenido lugar recientemente. Pero pueden, por supuesto, ayudarnos a controlar los sistemas que rodean todos estos acontecimientos que están teniendo lugar”, ha respondido Reigner.
“Hoy tomamos nuevas medidas para arrojar luz sobre la conformidad de los sistemas de recomendación de X con las obligaciones que impone la DSA. Nos comprometemos a garantizar que todas las plataformas que operan en la UE respeten nuestra legislación, cuyo objetivo es que el entorno en línea sea justo, seguro y democrático para todos los ciudadanos europeos”, ha aseverado en un comunicado la vicepresidenta para la Soberanía Tecnológica, la Seguridad y la Democracia, Henna Virkkunen.
Además, la Comisión Europea se prepara para posibles cambios que pueda llevar a cabo X y ha remitido una “orden de retención” que obliga a la plataforma a conservar documentos internos e información sobre futuros cambios en el diseño y funcionamiento de sus algoritmos de recomendación, durante el periodo comprendido entre el 17 de enero de 2025 y el 31 de diciembre de 2025.
También solicita acceso a algunas de las API comerciales de X, interfaces técnicas de sus contenidos que permiten investigar directamente la moderación de contenidos y la viralidad de las cuentas. “Estas medidas permitirán a los servicios de la Comisión tener en cuenta todos los hechos pertinentes en la compleja evaluación, con arreglo a la DSA, de los riesgos sistémicos y su mitigación”, señala en un comunicado.