Arquitectos, ingenieros y partidos alertan de que el nuevo Plan General de Teruel incluye viviendas en zonas inundables

Menos de tres meses después de la catastrófica DANA de Valencia, los colegios de arquitectos y de ingenieros y los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Teruel alertan que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) actualmente en tramitación prevé el desarrollo de viviendas en zonas inundables. Técnicos y partidos instan en sus alegaciones a excluir estas áreas en los futuros suelos residenciales del municipio para evitar riesgos.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Teruel (COAA) ha protestado por la inclusión de zonas vulnerables a futuras inundaciones en el nuevo planteamiento urbanístico del municipio. Han presentado alegaciones al PGOU, que en verano recibió la aprobación inicial. Según los mapas del PGOU hay terrenos clasificados como de flujo preferente y con periodos de retorno de 10, 50 y 100 años que se han propuesto como suelo urbanizable. Estas áreas se concentran principalmente en la vega del río Turia, afectando terrenos residenciales, comerciales y dotacionales ya consolidados o propuestos para urbanización.

Según las alegaciones, estas clasificaciones representan un riesgo significativo para la seguridad de la población y el entorno, al no incluirse medidas suficientes de mitigación frente a inundaciones. El COAA declara que los estudios de inundabilidad existentes son insuficientes y que se debe realizar un análisis en detalle, acompañados de medidas concretas para proteger estas zonas frente a inundaciones. Crear vivienda en zonas inundables implicaría que, si Teruel se enfrentase a una DANA, podría perder más viviendas y vidas, tal y como lo sucedido en octubre en la Comunidad Valenciana.

El PGOU se utiliza para establecer la estrategia de desarrollo urbanístico de las próximas décadas de un municipio. Es un documento técnico que permite definir la clasificación del suelo, cómo se organiza, elige las áreas que son urbanizables, así como su uso, si es residencial, industrial o dotacional. El anterior plan se aprobó en 1985 y el nuevo está en vías de aprobarse desde este verano. Actualmente, se han recibido las alegaciones que realizan diferentes grupos a su primera publicación.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón escribió un detallado informe que incluye 107 alegaciones a este nuevo PGOU. En él, trata una gran variedad de cuestiones sobre la planificación urbana, la sostenibilidad y la gestión del suelo. Este trabajo lo realizaron un grupo de arquitectos, en su mayoría residentes en Teruel, quienes aportaron su conocimiento técnico y experiencia profesional.

El PGOU está enfocado en apostar por un modelo de ciudad compacta y sostenible, que prioriza la rehabilitación y regeneración urbana frente a la expansión descontrolada. El COAA alaba esta medida, pero añade que hay que reforzar esa idea con acciones más concretas como proteger los espacios naturales más emblemáticos como la Vega del Turia y el Parque de las Arcillas; y mejorar la conectividad mediante diseños paisajísticos que promuevan actividades al aire libre. Los arquitectos también destacan los contratiempos que surgen para desarrollar suelos urbanos sin servicios ni infraestructuras, propone mayor implicación municipal y medidas como la cooperación o expropiación para facilitar su urbanización.

A estos problemas se suma que el aumento de la demanda de viviendas en Teruel no se ha visto acompañado de una oferta suficiente, falta suelo urbanizable y esto provoca un incremento en los precios de las viviendas que desanima a comprar e invertir en esta zona, ya bastante baja de población. Para estas medidas, el COAA propone que se identifiquen nuevas bolsas de suelo urbanizable cerca del nuevo hospital provincial y fomentar la construcción de nuevas viviendas económicas para garantizar un comercio más equilibrado. Las alegaciones también destacan las carencias en infraestructuras educativas y sociales. Centros como el CEIP Ensanche o el IES Santa Emerenciana necesitan ampliaciones para atender a la creciente demanda. Además, se propone reutilizar espacios infrautilizados, como antiguos conventos, para fines culturales o dotacionales.

Falta de aparcamientos

El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (CICCP) también ha presentado un extenso documento de alegaciones, complementando algunas de las preocupaciones de los arquitectos y añadiendo otras cuestiones clave. En términos de movilidad urbana, el CICCP destaca la falta de aparcamientos adecuados cerca del centro histórico, especialmente en zonas de acceso clave como la Estación de Tren, el ascensor de San Julián y otros espacios de gran afluencia. Además, recalca la importancia de planificar aparcamientos específicos para camiones, fundamentales para el desarrollo logístico de la ciudad.

En cuanto a la infraestructura, un problema siempre acuciante en la provincia, se señala la necesidad urgente de conectar las variantes sur y norte de Teruel para garantizar una circunvalación efectiva y aliviar el tráfico en el núcleo urbano. También proponen reservar suelo para una futura estación intermodal de mercancías, clave para la integración de la autovía A-40, la línea ferroviaria Cantábrico-Mediterráneo y los principales polos industriales.

Respecto al suelo urbano, los ingenieros señalan que la configuración actual de unidades de ejecución es excesivamente grande, lo que dificulta su desarrollo. Proponen favorecer unidades más pequeñas y flexibles, aumentar la edificabilidad y reducir los costes de urbanización para facilitar su viabilidad.

El PSOE y Teruel Existe

El PSOE, a través de su portavoz José Antonio Guillén, ha respaldado algunas de las preocupaciones del COAA, señalando que los datos utilizados para identificar las zonas inundables, provenientes del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, no son suficientes para un planeamiento urbanístico seguro. El grupo socialista ha solicitado que no se promuevan desarrollos urbanísticos en zonas inundables hasta contar con estudios detallados y medidas de protección frente a inundaciones. También que hay que revisar la clasificación del suelo, priorizando la seguridad y la sostenibilidad.

Teruel Existe también expresó su preocupación el pasado mes de noviembre, cuando expusieron los problemas que, desde su punto de vista, contenía el PGOU presentado por el Ayuntamiento. “Vemos con preocupación la clasificación de suelo urbano y/o urbanizable de zonas susceptibles de sufrir inundación de acuerdo con los mapas de riesgo existentes, como Vega del Turia y Rambla de San Julián”, explicaban, además de considerar “fundamental que el PGOU establezca cómo tiene prevista la canalización de nuevas zonas urbanizables”.

El Ayuntamiento de Teruel deberá analizar las alegaciones presentadas y decidir si se realizan ajustes al PGOU antes de su aprobación definitiva. Tanto el COAA como el CICCP y partidos políticos instan a priorizar la seguridad de los habitantes y la sostenibilidad de la ciudad, subrayando que un desarrollo urbanístico adecuado requiere un planeamiento riguroso y basado en datos sólidos.

El PGOU fue aprobado inicialmente en el pleno del pasado mes de julio. Entonces, el Consistorio informó en una nota que el Plan General está concebido para favorecer el crecimiento de la ciudad hasta más de 41.000 habitantes en los próximos 20 años, “lo que no quiere decir que la ciudad no pueda crecer más en número de población”, según la alcaldesa. La evolución de la población en el horizonte de 20 años se obtiene mediante el método de la tasa de crecimiento anual acumulativo del 0,58% anual, lo que da una proyección demográfica para el año 2045 de 41.190 habitantes. Con ese crecimiento poblacional en los próximos 20 años, el PGOU establece que podrían construirse potencialmente hasta las 8.580 viviendas en los terrenos previstos.

Según recordó el concejal de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado, el anterior PGOU data de 1985, por lo que “ha quedado obsoleto tras casi 40 años de vigencia”. Aquel Plan General estaba “mal dimensionado” al contemplar suelo residencial para una población de 66.292 habitantes, es decir, con unas previsiones “erróneas y falsificadas”, ha señalado.