Astilleros Balenciaga, recta final para evitar la liquidación: La plantilla exige soluciones y hay dos inversores “muy interesados”

Astilleros Balenciaga se encuentra ya en la recta final para poder evitar la liquidación. El comité de empresa ha urgido este lunes a las instituciones a cerrar una solución rápida porque el tiempo se agota. En concurso de acreedores desde el mes de diciembre, se acerca el 31 de marzo, el día que se iniciará el proceso de liquidación de la empresa, si antes no se cierra el acuerdo con un inversor y se soluciona el problema de la deuda con los acreedores del astillero. Los representantes de la plantilla han comparecido en las Juntas Generales de Gipuzkoa donde la juntera del PSE-EE, María Jesús Egido, les ha asegurado que existen al menos dos inversores que están “muy, muy interesados” por el astillero y que “habrá una solución en breve”. “Lo único que entiende el trabajador ahora mismo es que está más cerca de perder su puesto de trabajo y la compañía que de otra cosa”, lamentan los trabajadores.
En la comparecencia han estado arropados por el alcalde de Zumaia, Iñaki Ostolaza (EH Bildu), que en declaraciones a los medios de comunicación ha pedido al Ministerio de Economía, a través de Cofides, que “no sea impedimento para que el proyecto siga adelante”. Hay que recordar que fue precisamente la Compañía Española de Financiación el Desarrollo (Cofides), dependiente del Ministerio de Economía, la que se opuso al plan de reestructuración que había presentado la empresa al no poder hacer frente a las deudas, pese a que el plan estaba avalado por el juzgado, y abocó a la empresa al concurso. Además, ha pedido, tanto al Gobierno vasco como la Diputación de Gipuzkoa, que “a través de sus fondos de inversión, dé viabilidad a todos aquellos proyectos que puedan reflotar el astillero para que no se lleve a la liquidación”. Y ha recordado operaciones como la reciente con Talgo, en la que se han implicado las instituciones.
La empresa acumula una deuda de más de 37 millones de euros de los que 12 corresponden a Cofides. Por eso, los trabajadores han pedido que se incremente la presión sobre este organismo para que no se oponga a un posible plan industrial. En su comparecencia, han señalado que entienden que las instituciones están buscando “la solución más adecuada, pero el tiempo marcará si ciertos esfuerzos hechos por los trabajadores han valido la pena”. Han recordado que la plantilla apostó por continuar trabajando cuando se les dijo que no se les podría pagar las nóminas en 2023 para sacar tres buques “sin cobrar”, con “unos 80 millones de avales” para esos barcos. De hecho a todos los trabajadores se les debe un mínimo de cinco nóminas. “Nuestra decisión fue sacar esos tres proyectos y dejar el astillero como está actualmente”, ha incidido, para subrayar el “compromiso” de la plantilla. “Si ahora se nos pide más, tendríamos que evaluar porque las condiciones económicas de cada uno son diferentes”, ha añadido. En todo caso, han apuntado que lo que no entenderían sería que habiendo hecho los trabajadores “prácticamente el mayor esfuerzo, aquella decisión de tirar para adelante no haya valido para nada”.
Desde los grupos, la juntera socialista ha apuntado a dos inversores “muy muy interesados” y señalado que desde el Ministerio de Economía “se ha estado trabajando continuamente para intentar conseguir inversores que den un plan de viabilidad económico que sea solvente y que garantice la continuidad de la plantilla”. “En breve se va a dar una solución”. La juntera del PNV Zorione Etxezarraga ha instado a “remar todos juntos” en la misma dirección, porque de ese modo será “más fácil” para Cofides buscar una solución en estas cuatro semanas que faltan antes de la liquidación. Desde EH Bildu, el juntero Aitor Irure ha considerado que la Diputación debería dar “un paso adelante” y “arropar” a proyectos empresariales como éste, al margen del “trabajo callado de cocina”. El representante del PP, Mikel Lezama, ha criticado “la actitud de Cofides”, que ha señalado no entender “bajo ningún concepto”. “Una ayuda que se dio en tiempos de Covid para todas las empresas, que luego Cofides haga caso omiso, con esa equidistancia, y mire para otro lado con esa frialdad, y por un tema de plazos, meramente de plazos, por una deuda que quiere saldar de manera inmediata, con la excusa, y digo excusa queriendo, de que Europa les mira de cerca, pues me parece una actitud desde luego que deja mucho que desear”, ha dicho. Miren Echeveste del grupo juntero de Elkarrekin ha esperado que pronto puedan anunciarse “buenas noticias”, pero ha defendido que si hay una participación pública en una empresa debe llevarse a cabo “un control público sobre esa financiación”.
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