Una mujer denuncia “violencia obstétrica” en un hospital Osakidetza: “Me trataron de loca e histérica”

Una mujer ha realizado una queja formal por un supuesto caso de “violencia obstétrica” en el hospital Alfredo Espinosa de Urduliz, en Bizkaia, al que acudió después de sufrir varios sangrados en su embarazo de tres meses. Al percatarse del sangrado la madrugada del viernes acudió en primer lugar a urgencias del Hospital de Urduliz-Alfredo Espinosa, pero al no tener el servicio de Ginecología le derivaron al hospital de Cruces, en Barakaldo, donde le dijeron que se había roto la bolsa de agua y lo más probable era que el embarazo no siguiera adelante.
Al día siguiente le dieron cita para una consulta ginecológica en el hospital de Urduliz donde ocurrió lo que critica. “Tenían que revisar el latido y le dije que no quería ver al bebé en la ecografía porque no quería verlo muerto, pero mi marido sí que quería verlo. Lo primero que me dijo fue 'yo alucino, no entiendo nada'. Me hizo sentir fatal, con prepotencia y riéndose de mí”, denuncia la joven en una entrevista con este periódico y tras relatar lo ocurrido a través de un vídeo publicado en sus redes sociales.
Tras lo ocurrido, la ginecóloga comprobó que tanto la mujer como el bebé estaban en buen estado, algo que sorprendió a los padres. “No nos lo esperábamos, le preguntamos que cómo era posible y nos dijo que le daba igual lo que dijeran el resto de ginecólogas, que así era, pero muy a malas, sin mirarme a la cara y riéndose de mí. Habíamos pasado un fin de semana horrible asumiendo que ya habíamos perdido el embarazo, estábamos rotos y lo último que te esperas es encontrarte con una ginecóloga con esa falta de empatía y esa violencia. Yo sentí que me intentaba pisar, que me culpabilizaba de su violencia. Me trató de loca e histérica, con aires de superioridad y una jerarquía brutal. Por suerte pude responderle”, recuerda.
La mujer, que está diagnosticada de osteogénesis imperfecta, una enfermedad rara que causa que los huesos se rompan con facilidad, entre otras cuestiones, le comentó a la ginecóloga que tal vez eso era lo que podía producir el sangrado. “Solicité un análisis de sangre para comprobar que todo estuviera bien y ella con chulería me lo negó. Me dijo que no me lo iba a hacer. Le intenté explicar por qué se lo pedía, pero no me escuchó. Me dio impotencia y estaba flipando con lo que pasaba, no paraba de reirse y corporalmente también estaba muy violenta. Entonces le dije que estaba ejerciendo violencia psicológica sobre mí, porque yo soy psicóloga y criminóloga especializada en violencias machistas. Ella directamente me culpó a mí, me dijo que estaba a la defensiva. Le dije que no, que de hecho entré con mucho miedo, pero que podía identificar perfectamente el abuso de poder que estaba ejerciendo sobre mí. Ella ante eso se puso más violenta y nos dijo que todo lo que podía hacer era invitarnos a salir y cancelarnos la cita que teníamos el próximo viernes”, sostiene la mujer, que asegura que al preguntarle si podrían tener otra cita con un profesional diferente la ginecóloga le respondió que no y las citas “ya estaban programadas”.
“Nos fuimos enfadados y con mucho miedo a otro hospital, a una clínica privada que nos dijo que todo estaba bien, que no entendía cómo se produjo el sangrado, pero nos atendió de forma correcta. Yo me considero una persona mentalmente estable y fuerte, pero esa ginecóloga no conoce mi situación de salud mental ni el efecto que su violencia puede tener en mí. Es una barbaridad que haya profesionales así”, lamenta.
Desde que publicó el vídeo le han llegado cientos de mensajes de otras mujeres que han pasado por situaciones similares tanto en el hospital Alfredo Espinosa, como en otros. “Muchas no han sabido identificar que lo que les pasó era violencia hasta que no han escuchado mi relato. Yo lo puedo identificar porque tengo las herramientas, pero espero que visibilizándolo muchas otras sean conscientes de este tipo de violencia tan invisibilizada”, concluye la mujer, que por el momento ha realizado la queja en el propio hospital; pero no descarta acudir a la Defensoría del Pueblo (Ararteko) para denunciar lo ocurrido.
Desde el Departamento de Salud reconocen a este periódico que desconocen el caso y no tienen información al respecto de lo ocurrido en el Alfredo Espinosa.
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