Confebask y ELA coinciden en criticar la reforma fiscal vasca de PNV, PSE-EE y Podemos

Dura y contundente. La presidenta de la patronal vasca, Confebask, Tamara Yagüe, ha rechazado de plano la reforma fiscal que el PNV y PSE-EE han pactado con Podemos. No ha salvado más que un punto -los incentivos a la descarbonización- y no ha tenido dudas al afirmar que se trata de un “castigo” a los empresarios y que la nueva fiscalidad tendrá consecuencias -y malas- en la competitividad de las empresas. “Es una decisión política y no se están midiendo las consecuencias económicas”. “Habrá que reflexionar si es el camino acertado para mantener el bienestar social”, ha señalado.
Tamara Yagüe ha aprovechado una entrevista en Radio Euskadi para cargar con dureza contra la reforma en la que ha considerado que se muestran contradicciones por parte del Gobierno vasco, porque se habla de conseguir empresas cada vez más grandes y fuertes y luego se las penaliza con impuestos. Pero además, ha puesto en duda que sea una forma de garantizar los servicios públicos. “Habrá que reflexionar si realmente este es el camino acertado para mantener el bienestar social de Euskadi. La vaca no da más leche”, ha dicho, recordando que el bienestar “normalmente viene de la recaudación privada y esa recaudación viene de las empresas”.
Ha puntualizado que desde Confebask “no se discute” el hecho de que “se proteja a los vulnerables y a las rentas bajas”, pero sí que “se tenga que penalizar a las empresas para hacer esas protecciones”. En este sentido, ha criticado que pese a que la patronal vasca había planteado una quincena de medidas “alineadas para conseguir un crecimiento económico y regional, enfocadas a la competitividad”, que no suponía “recaudar menos, sino recaudar mejor”, sólo se les ha “hecho caso en una”, la de las deducciones fiscales para la descarbonización. En el resto ha considerado Yagüe que mayoritariamente se ha ido “en contra” de lo reclamado por Confebask “no sabemos con qué objetivo”.
En este sentido, ha criticado que por ejemplo, el tipo mínimo del Impuesto de Sociedades, en vez de reducirlo del 17% al 15%, como “el Estado y la mayoría de las economías europeas”, se aumenta “en determinadas ocasiones” al 19% y para grandes empresas con beneficios extraordinarios “se modifica del 24 al 28%”. “Ya no es pagar proporcionalmente más, que ya vas a pagar proporcionalmente más si ganas, es que ahora va a ser un impuesto progresivo para las empresas. Esto desde luego no contribuye ni a la competitividad de nuestras empresas ni a la atracción de proyectos tractores”, ha indicado.
Si la patronal ha sido muy dura con la reforma, no menos dura ha sido la postura de sindicatos como ELA. Para la central que dirige Mitxel Lakuntza, el acuerdo no hace más que consolidar “el injusto sistema fiscal actual”. Considera que supondrá una disminución de la recaudación y no ofrece medidas efectivas para hacer frente al “trato privilegiado que tienen las empresas”. Desde el sindicato han insistido en que “ nuestro sistema fiscal recauda poco, lo hace de forma injusta y es permisivo con el fraude fiscal, y el acuerdo de reforma no revierte ninguna de estas cuestiones”, han subrayado.
Reconoce que hay “pequeños avances” en el acuerdo, pero considera ELA que “no se puede hablar de una reforma fiscal, y mucho menos de un acuerdo que haga frente a la injusticia fiscal”. En ese sentido, tacha de “incomprensible” que una organización como Podemos convalide una revisión de estas características. “Además, cabe recordar que los impuestos se utilizan para pagar los servicios públicos, y que un partido considerado de izquierdas no debería permitir un acuerdo que provoque una merma en la recaudación y, en consecuencia, un perjuicio en el gasto social”, afirma. En este sentido, considera que es “una oportunidad perdida y exige dar marcha atrás” para abrir “un debate real con la participación social y sindical que permita aumentar la recaudación, haciendo que las empresas paguen al menos un 25% de sus beneficios, eliminar el trato privilegiado de las rentas de capital frente a las del trabajo y aumentar el control público contra el fraude fiscal”.
Ante las críticas, el consejero de Hacienda y Finanzas del Gobierno vasco, Noël d'Anjou, ha afirmado que “el eje” de la revisión fiscal que PNV y PSE-EE han acordado con Podemos Euskadi es hacer frente a los retos de futuro que tiene Euskadi y no “girar a izquierda o derecha”, el argumentado empleado tanto por morados como por socialistas.
Entrevistado en Euskadi Irratia, D'Anjou ha señalado que “la referencia no debe ser girar a izquierda o derecha, porque en general es una revisión cuyo eje debe ser afrontar los retos que tenemos por delante. Es decir, se han introducido algunas medidas para hacer frente al problema de la vivienda, y poner soluciones a la vivienda no es ni de izquierdas ni de derechas. Tomar medidas por la transición verde no es ni de derechas ni de izquierdas. Es una revisión muy equilibrada”, ha destacado.
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