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Antonio Maíllo pilota una candidatura “de unidad” para liderar IU y sopesa presentarse contra la ministra Sira Rego

Daniel Cela

Sevilla —
20 de marzo de 2024 20:16 h

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El ex coordinador general de IU Andalucía, Antonio Maíllo, está pilotando la conformación de una candidatura “de unidad” para liderar la federación de izquierdas, a propuesta de varias agrupaciones -entre ellas la andaluza- contrarias a la candidatura “unilateral” de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego.

El propio Maíllo, apartado de la primera línea política desde que dejó de liderar la federación andaluza, en 2019, no descarta su propia candidatura para suceder a Alberto Garzón, ha confirmado a este periódico.

La semana pasada, la ministra Rego anunció por sorpresa que se postulaba para liderar IU en la XIII Asamblea federal programada para el 18 y 19 de mayo. El anuncio sentó mal en algunas federaciones, sobre todo la andaluza, que la acusó de “romper los acuerdos de unidad”, actuar de forma “desleal y unilateral”, en mitad de un proceso de primarias para elegir a su candidato para las elecciones europeas de junio [que ha ganado Manu Pineda].

Ese malestar interno se transformó desde el minuto uno en una corriente crítica que empezó a buscar un candidato alternativo de peso. Varios dirigentes de IU contactaron con Maíllo para encargarle la búsqueda de “un nuevo acuerdo de mayoría” para disputarle el cartel a Rego, han avanzado este miércoles El País y El Confidencial, y confirmado este periódico.

Este movimiento no busca la “confrontación” con la ministra, próxima a la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, sino plantear una “propuesta más colegiada, plural y cohesionada”, explican fuentes de IU. Rego cuenta con el respaldo y la simpatía de Díaz, pero no con la connivencia del PCE ni de la federación andaluza, que lidera el diputado en el Congreso, Toni Valero, y que serían decisivos en unas primarias para elegir al futuro coordinador federal.

IU tiene 17.864 militantes, de los que 5.438 están censados en Andalucía, la federación más numerosa con creces [la siguiente en número de afiliados tiene 2.100]. En número de simpatizantes registrados alcanza los 21.328 personas, que no pagan cuota, pero siguen “activos”, como inscritos en la formación. Andalucía es el territorio con más implantación territorial -con alcaldías y concejales- y donde más peso tiene también el PCE. Su secretario general, Enrique Santiago, es diputado por Córdoba.

El anuncio de la candidatura de Rego, a través de su cuenta de X (antes Twitter), “hizo saltar todo por los aires”, aseguran fuentes próximas a la dirección andaluza de IU. Al día siguiente, dirigentes del PCE y de distintas federaciones empezaron a trazar puentes para construir un proyecto “de unidad”, entre ellos, Cataluña, Extremadura o Euskadi, apuntan estas fuentes.

La primera manifestación pública de protesta contra el anuncio de la ministra de Infancia la hizo la coportavoz de IU y dirigente de la federación andaluza, Amanda Meyer: “Desde el respeto a tu decisión, lamento la renuncia al acuerdo para tener la mejor dirección, la más representativa y la más cohesionada para dirigir Izquierda Unida. Son muchos los meses que venimos trabajando por alcanzar la máxima unidad en torno a la política. Y en primarias”.

Luego, estos mismos dirigentes trataron de mediar con Rego y con la propia Yolanda Díaz, apelando a “recuperar la unidad y la cohesión interna” para renegociar una candidatura conjunta.

El regreso a la palestra política de Antonio Maíllo da una clara imagen del nivel de indignación en el seno de IU. El ex coordinador general de la federación andaluza regresó a su instituto de profesor de Latín en 2019 y desde entonces no ha participado en primera línea de la formación, aunque siempre ha participado de los debates internos. Maíllo lanzó junto a Teresa Rodríguez la primera coalición entre IU y Podemos -entonces en contra de la dirección estatal morada- que dio lugar a la marca Adelante Andalucía.

Ese instrumento político se presentó a las elecciones andaluzas de 2018, encabezado por Rodríguez, y logró menos diputados de los que tenían Podemos e IU por separado (15), viendo cómo PP, Ciudadanos y Vox conformaban el primer Gobierno andaluz de derechas en 37 años.

La convivencia interna de la coalición se hizo irrespirable, el grupo parlamentario terminó implosionando con la expulsión de Teresa Rodríguez y otros diez diputados acusados de tránsfugas por sus antiguos compañeros de Podemos, y la connivencia de IU.

Maíllo y Rodríguez, que llegaron a formar el tándem electoral de 2018, y se conjuraron en su alianza contra la voluntad de Pablo Iglesias, terminaron en un divorcio sonado. El ex dirigente de IU acusó a la gaditana de conducir la coalición a una corriente independentista y abominó de su “hiperliderazgo”, que había funcionado “en detrimento” de las decisiones colectivas.

Dirigentes de la federación andaluza reprochan ahora lo mismo a Yolanda Díaz, a quien han discutido en los debates internos la estructura orgánica propuesta para Sumar -“excesivamente vertical y centralista”- y han exigido más voz y autonomía política a los territorios.