La receta típica de Aragón que transforma la clásica ensalada de lechuga en toda una fiesta

Lechuga, tomate, cebolla, aceitunas negras, espárragos, zanahoria, jamón, huevo cocido. No, no es ninguna lista de la compra: se tratan de los ingredientes clave para una de las recetas más versátiles y deliciosas de Aragón. La ensalada ilustrada es una receta fresca y fácil de hacer, puede constituir un completo entrante o una cena perfecta. Se trata de un plato clásico de la gastronomía aragonesa que bien merece ser conocido fuera de sus fronteras. Ha dado el salto a numerosas cartas de los restaurantes de nuestro país bajo otros nombres como “mixta” o “especial” y es posible prepararla con facilidad en casa.
Igual que ocurre con muchos platos tradicionales, existen numerosas interpretaciones de la ensalada ilustrada. No solo la receta puede cambiar de región a región, también de familia en familia, adaptándose a la nevera del que la prepara. Así, mientras en algunos hogares y restaurantes se prepara con jamón, en otros se opta por generosos trozos de bonito. Los ingredientes son:
- Lechuga:
La base de una ensalada como esta es la lechuga. Recomendamos la conocida como lechuga romana, por su disponibilidad en el grueso de establecimientos y por su sabor suave y discreto. Elijas la variedad que elijas, asegúrate de que, cuando la compres, las hojas no estén marchitas, y se vean con un color limpio y brillante, libre de manchas. Consérvala en la nevera en la zona menos fría, sin que toque las paredes, hasta que prepares tu ensalada. Cuando la utilices, asegúrate de que esté bien seca, para evitar que agüe tu receta. Una buena forma de eliminar la humedad de tu lechuga es con una centrifugadora de verduras. Si no lo tienes, coloca la lechuga en el interior de un colador y tapa la parte superior con un plato. Sujetando ambos con firmeza, agita con insistencia bajo el fregadero, hasta que deje de caer agua.
- Tomate:
Elige uno que destaque por su sabor. Recomendamos que priorices variedades de proximidad, como los Muchamiel de Alicante o los Rosa de Barbastro.
- Cebolla tierna:
En lo que respecta a la cebolla, recomendamos que sea tierna. También conocida como cebolla fresca o tierna, es una alternativa más aromática a la cebolla convencional. Al comprarla, presta atención a su apariencia, textura y aroma. Asegúrate de que carezca de manchas o moho, y de que sea firme al tacto.
- Espárragos:
Cuando se trata de los espárragos, lo que prima es el gusto personal. Puedes elegir espárragos en conserva del calibre que prefieras, ya sean gruesos y finos.
- Aceitunas negras:
En Aragón se cultivan una de las mejores aceitunas negras del país, la empeltre. Si puedes hacerte con un frasco de este fruto en salmuera, tu ensalada ilustrada mejorará significativamente.
- Aceite, vinagre de Jerez, mostaza, ajo y sal:
Recomendamos que prepares una vinagreta rápida para esta ensalada, que ayudará a potenciar el resto de sabores del plato.
- Huevos duros:
Se trata de uno de los ingredientes opcionales de este plato. Asegúrate de dejarlos al punto justo de cocción, ni muy crudos ni pasados. Por lo general, un tiempo de ocho a diez minutos hará que la yema se cocine, pero se mantenga algo cremosa.
- Atún en aceite:
Para esta receta, recomendamos que te hagas con una pandereta de atún en aceite para asegurarte de que el pescado en conserva está lo más entero posible. Si te gustan los sabores fuertes, puedes utilizar atún en escabeche, que potenciará de forma significativa el gusto de las aceitunas negras.
- Jamón:
Esta receta es una excusa perfecta para hacerte con un poco de jamón de Teruel. Si no es posible, intenta hacerte con jamón de calidad, que no esté salado y con el punto justo de curación.
- Bonito:
Como alternativa al jamón, puedes incorporar bonito a tu ensalada ilustrada. Cómpralo en salazón, asegúrate de que las piezas sean grandes y carnosas, y que la carne tenga un tono casi rosado.
Cómo preparar la ensalada ilustrada

Una vez conocemos qué lleva una ensalada ilustrada, solo queda saber los detalles de su elaboración. Como hemos comentado, se trata de una receta sencilla, un entrante delicioso apto para principiantes:
- Lava la lechuga: a no ser que la compres limpia, debes lavar tu lechuga. Para ello, lava solo las hojas que vas a consumir, conservando el resto en la nevera. Si lo lavas todo de golpe, la hoja se ablandará y resentirá. Elimina y descarta todas las hojas exteriores de tu lechuga. Haz lo mismo con aquellas que estén magulladas o secas. En un recipiente limpio, remoja las hojas de lechuga en agua fría durante cinco minutos. Después, enjuágalas en el fregadero y escúrrelas.
- Prepara la vinagreta: mezcla un diente de ajo picado, una cucharada sopera de mostaza y una pizca de sal con un chorro de vinagre de Jerez y otro de aceite de oliva. Debe quedarte una mezcla homogénea, de un color amarillento cálido.
- Corta el resto de los ingredientes: dependiendo de su tamaño, parte el tomate en cuatro o seis trozos. Corta también los trozos de lechuga si son excesivamente grandes y haz lo propio con el resto de ingredientes, para que queden del tamaño de un bocado. En lo que respecta a tu cebolleta, córtala en tiras. Si has optado por utilizar bonito para este plato, preséntalo en rodajas generosas, de un dedo de grosor.
- Monta tu ensalada: en el bol donde quieres servir esta receta, vierte tu vinagreta en el fondo. Coloca la lechuga y el resto de ingredientes encima.
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