Madrid compra cuatro piezas en ARCO para el museo municipal de arte contemporáneo
El Ayuntamiento de Madrid ha adquirido cuatro piezas de la feria internacional ARCO para ampliar los fondos del Museo Reina Sofía. Las cuatro obras adquiridas por 56.870 euros son la escultura Intermitencias luminosas, 1968; la pintura Caños de la Meca 2, 1980; el telar Arabesque nº 5, 2019-2022 y el monotipo preparatorio del telar Arabesque, studies nº 4 y nº 5, 2019.
Para la selección de las obras, el museo ha contado con la asesoría externa independiente de Manuel Fontán, director de exposiciones de la Fundación Juan March; Sergio Rubira, comisario y profesor asociado de Historia del Arte Contemporáneo en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y Selina Blasco, profesora de Historia del Arte en la Facultad de Bellas Artes en la UCM.
Intermitencias luminosas
La escultura Intermitencias luminosas, 1968 es de Lugán (Luis García Núñez), de la Galería José de la Mano. Se trata de un artista pionero en el arte electrónico español durante los años sesenta y setenta, participó en el Centro de Cálculo de la Complutense.
Esta escultura estuvo expuesta en la Galería Seiquer en 1968 y formó parte del homenaje realizado a Fefa Seiquer en el Círculo de Bellas Artes en 1999.
Caños de la Meca 2
La pintura “Caños de la Meca 2, 1980” es obra de Costus (Enrique Naya y Juan José Carrero), de la Galería Maisterravalbuena. El dúo formado por Enrique Naya y Juan José Carrero, es una referencia dentro de la Movida madrileña, que contribuyó a asentar un insurgente imaginario visual en esos años.
La obra es un retrato de Enrique Naya en aguas gaditanas, que participó en la exposición “Chochonismo ilustrado”, celebrada en la Galería Vijande en 1981.
Arabesque
El telar Arabesque nº 5, 2019-2022 y el monotipo preparatorio del telar Arabesque, studies nº4 y nº 5, 2019 son obra de Leonor Serrano, de la Galería Marta Cervera.
La pieza Arabesque nace en Granada y es un telar de lana serigrafiada nacido del encuentro entre los ballets rusos de Diaghilev y Massine. Los hilos se tensan en forma de un cuerpo escultórico, llevados hacia la danza, tomando el espacio con quietud y movimiento.
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