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Sobre este blog

Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Un ronroneo vale más que mil palabras

Ana Viñals Blanco

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Es triste, pero en nuestra ciudad el 'bienestar animal' seguirá sin poder escribirse con 'b' de Bilbao. A finales del pasado mes, el Gobierno dio su primer paso para la aprobación definitiva de la que será la nueva Ordenanza Municipal Reguladora de Protección, Bienestar y Tenencia Responsable de los Animales de Compañía. Definitivamente, un nombre muy largo para una herramienta jurídica muy corta, que no aborda con rigurosidad el reto del bienestar animal dentro de la ciudad. 

El Gobierno municipal de Bilbao ha dejado pasar la oportunidad política de poder dotarnos de una normativa actualizada en materia de bienestar animal. En este sentido, no han querido aprovechar los avances en materia de derechos animales que se dieron con la aprobación en el año 2022 de la ley vasca de protección animal y el año pasado con la aprobación de la ley estatal de bienestar y derechos de los animales. Una vez más, este Gobierno no ha sabido ver el actual 'sentir social', en el que cada vez son más las personas que empatizan y defienden los derechos de los animales, tengan o no animales de compañía. Por ello, no podemos entender que este Ayuntamiento apruebe una ordenanza municipal que básicamente se distingue por desproteger a los animales y, sobre todo, por liberar de responsabilidades a nuestra institución local. 

En este sentido, no es exagerado decir que nos encontramos ante una ordenanza de “malestar animal”, una ordenanza que deja en muy mal lugar a nuestro Ayuntamiento bilbaíno, al evidenciar una total falta de empatía hacia los animales con los que convivimos en nuestro ecosistema urbano. Con esta ordenanza Bilbao nunca podrá ser una ciudad amiga de los animales, porque en la práctica los desprecia y abandona a su suerte, de una manera, a nuestro entender, intolerable. Sin duda, no podemos olvidar que la forma en que tratamos a los animales refleja nuestra forma de ser, también como sociedad. En este sentido, respetar los derechos animales es fundamental si de verdad queremos construir una sociedad cuidadora y justa.