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Brecha salarial y precariedad en la industria pesquera: “Todavía se cree que el sueldo de una conservera es para acompañar al del marido”

Archivo - Trabajadoras de conservas

Maialen Ferreira

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En España, la industria de las conservas y el procesado de pescado emplea a cerca de 30.000 personas de las cuales un 60% son mujeres. Sindicatos y trabajadoras llevan años denunciando la brecha salarial del sector que emplea a mujeres en puestos de bajo rango, mientras que a mayores salarios el sector está más masculinizado.

En el caso de Euskadi, en la actualidad hay 2.134 trabajadoras en el sector mientras que, según datos aportados por el secretario general de CCOO de Industria de Euskadi, Javier Gómez los hombres son “poco más de 100”, una realidad que hace pensar que la brecha también ocurre en las empresas vascas.

Pilar Urizar lleva 33 años trabajando en la industria conservera, en Bermeo, Bizkaia y así lo confirma. En su empresa son 219 mujeres y aunque asegura que también hay hombres, lamenta que se trata de un sector “totalmente feminizado”. “Los salarios son bajísimos por la mentalidad que se tenía antiguamente  y parece que todavía se cree que el sueldo de una conservera es para acompañar al del marido. Esa mentalidad viene de que antiguamente los hombres se iban a la mar y las mujeres se dedicaban a la conserva de lo que estos pescaban. Por eso muchos de los empleos son temporales y van por campañas. En esos puestos de trabajo eventuales, la mayoría de las trabajadoras son mujeres, mientras que ellos optan a cargos más altos o cuentan con un trabajo fijo. Nosotras aunque seamos fijas y tengamos antigüedad apenas rozamos los 1.000 euros”, denuncia Urizar en una entrevista con elDiario.es/Euskadi.

Según el convenio estatal de conservas de pescado el salario base anual de una maestra de fabricación -puesto en su mayoría ocupado por mujeres- es de 14.403,25 euros, mientras que el de un vigilante o el del conserje de esa misma empresa de 15,673.70.

Urizar sostiene que el suyo y el de sus compañeras es un trabajo “duro en el que tienes que soportar peso y humedad”. “No paramos en el confinamiento porque es un sector indispensable, había que seguir suministrando a los supermercados a pesar de que los bares y restaurantes estuvieran cerrados. Somos esenciales, pero nunca nos hemos sentido valoradas”, apunta.

Pescar derechos

El sindicato CCOO  ha elaborado un estudio en el que se han realizado 340 encuestas y se han analizado “de forma minuciosa” diez puestos de trabajo dentro del sector, para analizar la situación laboral de las trabajadoras. El estudio, vinculado a la campaña “#PescarDerechos: Valoración neutra de los puestos de trabajo en la Industria del Pescado”, ha sacado a la luz “datos altamente preocupantes que profundizan en la precariedad y la desigualdad de las mujeres respecto a los hombres”, según ha destacado la responsable de Mujer de CCOO de Industria de Euskadi, Marta Ayala durante la presentación del mismo en Bilbao.

El 71% de los contratos temporales y el 82,38% de los discontinuos, recaen sobre las mujeres

Ayala ha recalcado “la necesidad de impulsar políticas y planes de igualdad que rompan con la brecha salarial de género existente en el sector ya que, desde su punto de vista, ”la discriminación y la precariedad embisten contra las mujeres en un sector altamente feminizado“.

Entre los datos más alarmantes del estudio, su autora, la socióloga Eva Perujuaniz, ha destacado que una de cada dos mujeres del sector a nivel estatal tiene un contrato precario y que el 71% de los contratos temporales que se realizan y el 82,38% de los discontinuos, recaen sobre las mujeres.

Otra de las realidades que llaman la atención es que una de cada tres mujeres que trabajan en este sector tiene una mayor cualificación que la que requieren para desempeñar su puesto. Además, el techo de cristal se ha convertido en “un muro de hormigón”, según apunta Perujuaniz, ya que solo un 14,8% de las mujeres ocupa un puesto de dirección, muy por debajo de la industria alimentaria.

Según apuntan desde el sindicato ELA, para lograr un “convenio digno” es necesaria la unidad sindical. “Somos conscientes de la realidad en la que nos encontramos, un sector feminizado con condiciones inferiores por ser mujeres. Desde ELA lo tenemos claro: las mujeres del sector de conservas necesitamos un convenio digno, con garantías de aplicación, con incrementos salariales que nos permitan vivir dignamente, que elimine la precariedad y la flexibilidad existente en el sector, con una jornada laboral consecuente al trabajo físico que desarrollamos”, señalan desde el sindicato.

Con el objetivo de poner fin a esta problemática y negociar una renovación del convenio en el sector, el próximo 7 de junio se llevará a cabo la primera reunión de la mesa de Conservas y Salazones de Bizkaia, en la que ELA cuenta con una representación del 41,38%, CCOO del 27,59%, al igual que LAB, mientras el porcentaje de UGT es del 3,45%.

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