Guardian Llodio, otra histórica de la industria vasca que sucumbe al albur de las decisiones de una multinacional
El anuncio de cierre en un plazo de seis meses de la histórica Guardian Llodio y el despido de sus 171 trabajadores ha caído como un mazazo en Llodio y en toda la comarca de Ayala, que ve como cae otra de sus pilares industriales. El Gobierno vasco, “sorprendido” por el anuncio realizado por la empresa, que atribuye el cierre al “daño crítico” que sufre el horno de la planta y que no permite continuar la actividad, ha anunciado directamente por boca del lehendakari Imanol Pradales que “están con el buzo de trabajo” para buscar soluciones a la decisión de la multinacional americana de cerrar su planta en alavesa. La solución pasa por buscar un socio industrial que asuma el proyecto si es que Guardian tiene la decisión en firme de cerrar. El Gobierno vasco quiere que la empresa les explique las razones que están detrás de “esta decisión tan drástica” que ha pillado con el pie cambiado a instituciones, a sindicatos y al entorno de Llodio, aunque no hace mucho cerró la que fue una de sus filiales, Glavista, que Guardian había vendido previamente a un fondo de inversión y que supuso el despido de 240 trabajadores. La crisis se ceba de nuevo con la misma zona.
¿El Gobierno vasco y el resto de las instituciones conocían la situacion de la empresa?
Tanto el lehendakari como el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, han mostrado su “sorpresa” por el anuncio de la empresa de cierre y las razones esgrimidas para llevarlo a cabo: el “daño crítico” en un horno cuya reparación o sustitución supondría millones de euros, que a la empresa parece ser que no le es rentable asumir. El consejero de Industria ha señalado que se reunieron con responsables de la compañía antes de Navidad sin que dentro de la conversación se trasladara la posibilidad de cierre de la planta o la imposibilidad de asumir inversiones ante cualquier eventualidad. Sí se habló de las dificultades que suponía para la empresa el precio de la energía en Europa, muy superior al coste que supone en Estados Unidos, donde la multinacional propietaria de la empresa vasca tiene su sede -la industria del vidrio es gran consumidora de energía- y por eso les trasladaron que era “complicado” hacer nuevas inversiones en la planta, pero “no dieron a entender” ese posible cierre. El consejero ha señalado este miércoles que están a la espera de volver a reunirse con la dirección de la empresa para conocer si la decisión de cierre “es definitiva” y actuar en consecuencia. El lehendakari Pradales ha asegurado que el Ejecutivo está “trabajando intensamente para buscar una solución a este sorprendente anuncio” y que quieren que la empresa les explique las razones que están detrás de “esa decisión tan drástica”. También desde la Diputación Foral de Álava han recibido con sorpresa el anuncio que conocieron, aseguran, “por los medios de comunicación”, ya que la “empresa no se había dirigido previamente para trasladar la noticia ni las causas de la misma”. “No es la forma habitual de proceder de las empresas alavesas”, censuraban desde la institución foral. “Lo habitual es que las empresas nos trasladan sus preocupaciones e inquietudes y los proyectos que están abordando”.
¿Qué se puede hacer desde las instituciones?
Las soluciones parecen pasar sí o sí por que se encuentre un socio industrial que quiera hacerse con la planta, si es que la salida de Guardian no tiene vuelta atrás. Preguntado directamente el consejero Jauregi este miércoles sobre si el Gobierno podría ayudar a reformar el horno y establecer algún tipo de ayudas para que Guardian no cierre, ha asegurado que el modelo de colaboración público-privada que hay en Euskadi se caracteriza por la cercanía de las instituciones al “mundo empresarial y sindical” para “animar este tipo de inversiones”. Pero con un matiz importante: “A las instituciones les toca dinamizar, no liderar esas inversiones. A nosotros nos toca liderar la búsqueda de soluciones, pero las inversiones tienen que tener una parte privada, tenemos que solucionar eso, con la empresa actual o con un empresario nuevo. Nosotros estamos para acompañar”.
¿El cierre tendrá consecuencias en toda la comarca?
Sí, como ha señalado la alcaldesa de Llodio, Ainize Gastaka, de EH Bildu. Hay que recordar que se trata de una empresa que tiene 171 trabajadores, una pérdida de empleo que se une a los 240 que se perdieron con el cierre de Autoglass-Glavista, la división de parabrisas para automóvil de Guadian que la empresa vendió en 2020 al fondo Parter Capital. Tres años después llegaba el cierre. “Es un golpe tanto para las familias como para Laudio y la comarca de Aiaraldea”, dice la alcaldesa, que considera que la decisión del cierre “se ha tomado en otro país seguramente, muy probablemente en Estados Unidos”, donde se encuentra la central de Guardian, y que se trata de una medida adoptada “fuera del contexto de la avería” del horno, dice. Guardian Llodio es el exponente que queda del sector del vídrio en la comarca junto con Vidrala, dedicada esta al sector de vídrio para alimentación y bebidas. Curiosamente las dos tienen el mismo origen, la familia Delclaux, aunque Guardian compró la antigua Villosa, -como se denominaba antes Guardian Llodio- en 1984, primero con una participación minoritaria para hacerse después con el 100% de la empresa.
¿La comarca tiene un plan concreto de revitalización industrial?
En 2019 se creó una ponencia en el Parlamento Vasco y vinculada a ella se aprobó el plan de actuación inmediata que recogía una inversión de 26 millones de euros. Este mismo miércoles, EH Bildu ha denunciado que “a día de hoy el grado de cumplimiento del citado plan es muy bajo respecto a todas las medidas e iniciativas que se iban a poner en marcha en 2022 y 2023”. “Especialmente preocupante es el eje industrial. Para ello, se preveía invertir 8,8 millones, pero sólo se ha gastado un 5,3%”, dicen. Considera que es “aún más grave lo ocurrido con las inversiones previstas para impulsar el sector del vidrio”, ya que con ese objetivo se planteaba la iniciativa Laudio Glass Hub, que “con un presupuesto de 3 millones de euros, aspiraba a posicionar al hub como referencia a nivel estatal e internacional”. “En la actualidad, en cambio, sólo se ha gastado un 3,4% en este apartado y por el camino, Autoglass Glavista ha puesto en marcha el procedimiento de cierre para despedir a 240 trabajadores y ahora Guardian anuncia el despido de otros 171”. También han denunciado que “el Plan Estrategico, que debía estar para setiembre de 2022, todavía no ha sido aprobado”. “Ante esta situación, EH Bildu considera que el plan ha sido un fracaso total porque las inversiones no se han materializado y se han perdido unos 400 puestos de trabajo en el camino”.
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