El PNV condecora a Urkullu, que insiste en poner en valor su legado y recuerda que creció en votos elección tras elección
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha recibido este domingo de manos de la fundación de su partido, la Sabino Arana, uno de sus premios anuales. Es tradición que el PNV galardone a los lehendakaris al dejar el cargo. El partido decidió prescindir de él y optó por Imanol Pradales como candidato en las autonómicas de 2024. Quien ha sido inquilino de Ajuria Enea entre 2012 y 2024 y que podía haber sido el más longevo en democracia en el cargo ha contado ahora, en algunas entrevistas previas a la ceremonia que ha tenido lugar en el teatro Arriaga de Bilbao, que nadie le preguntó si quería continuar. La decisión se hizo pública en noviembre de 2023 pero el afectado la conocía desde dos meses antes, como contó este periódico. Ahora, Urkullu ultima una fundación europeísta, su nueva ocupación, se ha conjurado para no interferir en el proceso interno del PNV, no exento de movimientos críticos y en el que Andoni Ortuzar quiere continuar más allá de los doce años aunque con Urkullu argumentó que era precisa la renovación, y sigue empeñado en cada intervención pública en poner en valor su legado ante algunas interpretaciones de que Pradales está enmendando algunas de sus medidas, particularmente en Osakidetza. De hecho, ha añadido esta vez que elección tras elección fue ganando en votos.
Urkullu, con 'kaiku' como en Gernika, cuando cedió la 'makila' a Pradales, ha entrado al teatro con el resto de premiados por la Fundación Sabino Arana y unos instantes después que Ortuzar y Pradales, que han accedido juntos al patio de butacas. Curiosamente, los tres se han parado en el mismo punto para saludar el exconsejero, expresidente del Parlamento Vasco y expresidente de la Fundación Sabino Arana Juan María Atutxa. El lehendakari -el título nunca se pierde- se ha sentado dos filas detrás de su sucesor y una detrás del actual Gobierno. A su lado, su esposa, Lucía Arieta-Araunabeña y sus hijos.
La dirigente del Euzkadi Buru Batzar (EBB) y responsable de la Sabino Arana, Mireia Zarate, ha dado inicio a la jornada con un pequeño discurso en euskera y castellano. En él, ha recordado que este domingo se cumplen 160 años del nacimiento del fundador del PNV. Zarate también ha dejado la siguiente reflexión: que Sabino Arana y Martin Luther King, el icono de la defensa de los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos, tienen “similitudes” porque “los dos tuvieron un sueño”. Además de destacar la trayectoria de los premiados -el grupo musical ETS, Las Poderosas de Navarra, que combaten la trata y “a los puteros” y que también han cantado, el entrenador de fútbol Jabo Irureta, el venezolano de origen vasco Leopoldo Martínez, el vicepresidente europeo Stéphane Séjourné y el abogado de Iparralde Jean-Claude Larronde, además de Urkullu- ha recordado también a los lehendakaris José Antonio Ardanza, fallecido en 2024, y Juan José Ibarretxe, que perdió a su esposa recientemente.
Urkullu ha sido el último en recoger el dorado premio, al que ha llegado a dar un beso. Había pasado más de una hora desde el inicio del evento. Ha llevado un par de folios mecanografiados y ha pronunciado un discurso con un tono muy similar a los que realizaba cuando estaba en el cargo, en euskera y castellano. “Siento honor por este recocimiento. Y ha sido un honor ser lehendakari”, ha arrancado en euskera. Ha compartido el premio con todos los integrantes de su equipo.
El lehendakari se ha definido como nacionalista “humanista, cosmolplita, abertzale y solidario” y ha defendido una forma de hacer política con “diálogo entre diferentes” y “estabilidad”. “Nuestro norte ha estado marcado siempre por el compromiso con las personas. La sociedad ha salido más fuerte en cohesión social, en actividad económica e industral y seguir mejorando los servicios públicos, en convivencia sin caer en el olvido. Hemos trabajado en la defensa y profundización del autogobierno. Legamos una Euskadi más avanzada y justa”, ha señalado. Entre líneas, ha recordado también que la sociedad ha “mantenido” legislatura tras legislatura su “confianza” en él y que “ese depósito de confianza” creció elección tras elección, ya que arrancó en minoría y terminó con mayoría absoluta y varios escaños más en el Parlamento Vasco.
Urkullu ha terminado leyendo, en presente, su juramento como lehendakari en 2012 y ratificándose en lo que en Gernika prometió. Ha pedido disculpas por posibles errores de gestión y también ha citado sus lemas, “pertsona helburu” o “auzolana”, cambiados ahora por el “Euskadi Berria” que repite Pradales. Antes de la finalización del acto y de la fotografía de familia de todos los premiados, la organización ha invitado al escenario solamente a Ortuzar y a Pradales para una imagen de los tres entre aplausos, aunque después ha tenido una charla más larga con el líder del grupo ETS.
La ceremonia ha tenido numerosísimos invitados de la familia del PNV. En un palco, por ejemplo, estaba el expresidente del partido y ahora primer ejecutivo de Repsol, Josu Jon Imaz. También Aitor Esteban, portavoz en el Congreso y al que las bases están apoyando masivamente como presidente aunque el candidato oficialista es Andoni Ortuzar. Séjourné, que ha hablado en perfecto castellano, ha aprovechado para celebrar después una reunión de trabajo con el lehendakari Pradales. El PNV es socio en Europa del macronismo francés.
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