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La promotora que derribó el palacete en Getxo exculpa a los concejales del PNV cooperativistas de las futuras viviendas

Infografía de las viviendas de lujo, a la derecha, junto al edificio derribado.

Belén Ferreras

Bilbao —

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La promotora Atalaya Ereaga Sociedad Cooperativa, responsable del derribo sin permiso de un edificio del siglo XIX en Getxo, que tenía protección municipal, durante las obras de construcción de unas viviendas, ha roto su silencio para, entre otras cosas, exculpar a los dos concejales del PNV en la localidad que son cooperativistas de la promotora, y que se han visto salpicados por el suceso ante la posibilidad de que hubieran conocido de antemano que se iba a tirar la fachada del edificio que el consistorio había ordenado mantener. “Los socios de este proyecto ni han decidido ni han tenido ninguna relación con el derribo de urgencia ni con otras cuestiones técnicas, competencia exclusiva de la dirección de obra. Quien diga lo contrario miente y busca hacer daño”, ha señalado.

Dos de los socios cooperativistas de esta promoción de viviendas de lujo en Algorta son concejales del PNV en el Ayuntamiento. Se trata de Ignacio Uriarte Gorostiaga e Irantzu Uriarte Gómez, que son pareja. El primero es tercer vicealcalde y concejal de Personal y Organización, mientras que Uriarte es concejal de Contratación. Atalaya Ereaga puntualiza que “los socios de la cooperativa no han participado ni participan nunca en las decisiones o gestiones técnicas o jurídicas de sus promociones”, que se delega en profesionales. En este sentido, señalan que los socios de este proyecto “ni han decidido ni han tenido ninguna relación con el derribo de urgencia ni con otras cuestiones técnicas, competencia exclusiva de la dirección de obra”.

Además, “niega rotundamente” que ninguno de ellos haya participado en la tramitación de la licencia municipal “o en conseguir un trato de favor” del Ayuntamiento de Getxo. “Que dos de los socios, además de socios y adjudicatarios de una vivienda, sean concejales de dicho consistorio es una coincidencia, nada más”, señalan. Recuerdan que ninguno de los dos concejales desempeña su labor política en áreas relacionadas con el Urbanismo “ni ha tenido relación con este proyecto, que en todo momento ha estado supervisado y bajo vigilancia de los técnicos municipales”. “Las graves e infundadas insinuaciones lanzadas públicamente han causado un daño injusto e irreparable a estas dos personas, cuya única actuación ha sido adquirir una vivienda en su municipio. Como socios cooperativistas que son, queremos denunciarlo con rotundidad y trasladarles nuestro cariño y apoyo”, añaden.

Según señalan, la comercialización de la promoción y la captación de socios arrancó en enero de 2023 con doce viviendas por adjudicar, y los dos concejales fueron los octavos adjudicatarios que conforman el proyecto. “Y firmaron su adjudicación el 13 de marzo de 2023, mucho después de que fuera otorgada la licencia de obras en octubre de 2022”.

Respecto al derribo del edificio del siglo XIX, aunque en un primer momento optaron por guardar silencio, este jueves Biurban, al gestora de cooperativas de viviendas de la que depende esta promoción, justifica que se llevara a cabo pese a que no tenía permiso para ello porque fue necesario acometer un “derribo de urgencia” para “evitar males mayores y, sobre todo, para evitar cualquier daño irreparable a trabajadores o vecinos ante un posible derrumbe inesperado”.

Según señalan, el proyecto y la licencia otorgada en octubre de 2022 contemplaban y amparaban el derrumbe de todo el interior del edificio, el palacete del siglo XIX, su cubierta y su fachada sur. “Es decir, se mantenían tres fachadas de las que el proyecto modificaba la dimensión y ubicación de los huecos para adaptarse a la nueva distribución, siempre conservando la estética original”. Sin embargo, señalan que una rotura de una tubería de agua en el mes de mayo provocó una enorme inundación en el solar “cuyos efectos en el terreno pusieron en riesgo la estabilidad de la fachada. Se produjeron algunos desprendimientos y la dirección de la obra optó por derribar el resto de la fachada”, señalan.

Aunque insisten en que el proyecto de Biurban contemplaba “la rehabilitación integral del edicificio existente y uno de nueva planta, ambos de seis viviendas”, y el edificio a rehabilitar mantenía a fisonomía y el diseño del edificio original“, señala que este edificio en ningún documento público consta que se denominara palacio, palacete o similar ni que fuera una muestra de patrimonio histórico a proteger”. Recuerda que no está incluido en el catálogo de edificios protegidos por la Diputación Foral de Bizkaia, “institución garante del Patrimonio Histórico de Bizkaia y único organismo competente para declarar un edificio como patrimonio histórico”. En este sentido, señala que se trata de un edificio que estaba somentido a “custodia municipal” y que la normativa “permite cualquier tipo de actuación, incluidos el derribo y la sustitución”. “Aunque el propio proyecto y la cooperativa, en su convencimiento y apuesta por mantener la estética original, preveía y prevé mantener la composición del edificio, el acabado de la fachada, así como elementos decorativos y de herrería que aportan identidad y valor al edificio”, señalan. Además, indican que el derribo “no afecta en nada al resultado final del proyecto, que mantendrá exactamente el estilo y el diseño de la casa antigua, elementos que aportan valor e identidad al edificio”.

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