Los rostros de la precariedad en la Universidad pública vasca: profesores denuncian su situación en un documental
Tras 20 años trabajando en una agencia de publicidad, Amaia Paniagua, pidió una excedencia para meterse de lleno como profesora e investigadora en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) porque, según reconoce, quería “devolver” a la sociedad todo lo aprendido. “A la agencia de publicidad empezaron a llegar alumnos en prácticas y eso despertó en mí el querer ayudar a otras personas. Empecé como profesora asociada, después hice un máster y ya me lancé al doctorado. Cogí una excedencia, dejé la plaza de profesora asociada y me apunté en las listas de sustitución con una jornada completa”, explica a este periódico.
Sin embargo, su contrato finalizó en enero y ahora teme que con el nuevo contrato que le ofrezcan tenga un salario que no supere los 800 euros. Esa posibilidad existe porque la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario permite a la UPV/EHU que las sustituciones del personal docente investigador a tiempo completo sean a tiempo parcial, es decir, que las sustituciones del personal docente investigador a tiempo completo se retribuyan como máximo un 34,29% del salario completo, así como su cotización a la seguridad social, que será de la misma proporción. Eso ha hecho, según denuncian, que “haya profesores e investigadores que pasen de cobrar 2.000 euros a solo 800”. “En cuanto termine la tesis y me llamen de las listas de la bolsa de empleo, aunque me ofrezcan un contrato de 800 euros, tendré que aceptarlo porque de verdad quiero seguir en la Universidad, aunque cobro más en el paro. Realmente me da vergüenza decir que estoy en la Universidad, que soy profesora y que cobro mucho menos que las personas que están a mi alrededor aunque tenga experiencia profesional y sea licenciada, con un master y terminando los estudios de doctorado”, lamenta.
Me encanta enseñar y hago una aportación a la sociedad, pero tengo dos hijas y no sé cómo seguiré adelante con un sueldo tan precario
Según denuncia, “la Universidad tiene un prestigio” en la sociedad, pero la gente “se sorprende cuando se le explican las condiciones en las que están los profesores e investigadores que hay en ella”. “A mí me encanta enseñar y considero que lo que hago es una aportación a la sociedad, pero la realidad es que tengo un hijo y una hija y no sé cómo lo voy a hacer para seguir adelante con un sueldo tan precario. Las instituciones deberían hacer más para mejorar nuestras condiciones laborales si lo que quieren es que siga habiendo personas investigando y enseñando. Si tuviera que decir en una palabra lo que siento, esa es decepción”, reconoce.
Al igual que Paniagua, Aitor Ruiz de Luzuriaga, profesor en Psicología, también siente “decepción” al hablar de su presente y futuro laboral. En su caso, es padre de dos niños en una familia monoparental y tiene un contrato de 12 horas semanales, 6 para dar clase y otras 6 para las tutorías, pero según sus cálculos, trabaja el doble. Para poder cubrir los gastos, tiene otro trabajo fuera de la Universidad. “Al final tengo que preparar las clases y, para eso, tengo que leer artículos, libros y tengo que acudir a formaciones. Además, la Universidad nos exige hacer formación continua, así que tenemos que evaluar a los alumnos con trabajos que tenemos que corregir y para eso necesitamos tiempo. Todos ese trabajo no está reconocido en nuestro salario”, explica.
Son muchas responsabilidades que no se corresponden para nada con lo que cobro ni las condiciones laborales que me ofrece la UPV/EHU
Para Ruiz de Luzuriaga, las consecuencias de su situación son “estrés” y “problemas de salud mental”. “Si hago mis funciones con la dignidad y el respeto que merecen los alumnos acabo agotado. Con eso, el otro trabajo y el cuidado de mi familia, me encuentro muy nervioso y cansado durante la semana. Son muchas responsabilidades que no se corresponden para nada con lo que cobro ni con las condiciones laborales que me ofrece la UPV/EHU. Tengo mucha motivación, pero al ver la situación en la que estamos cada vez me decepciono más”, confiesa.
Amaia Paniagua y Aitor Ruiz de Luzuriaga solo son dos de los rostros de la precariedad en la Universidad pública vasca que narra el documental Prekaritatearen aurpegiak que recoge las historias de investigadores y profesores y que ha sido presentado este jueves en el campus de Leioa de la UPV/EHU. El documental ha sido realizado por la 'EHUko Prekarioen Koordinadora' (Coordinadora de precarios de la UPV) y en él, una decena de personas explican su situación con el objetivo de que “la sociedad conozca lo que se esconde tras el brillo de la Universidad” y para que traten de cambiar la ley que les impide “cobrar un salario digno”. Para esto último llevan a sus espaldas varias jornadas de huelgas y movilizaciones y realizarán paros los días 6 y 12 de marzo.
Tras la proyección del documental, a la que han asistido alumnos de la Universidad, varios de ellos han reflexionado sobre el futuro que les espera si lo que quieren es dedicarse a la docencia y a la investigación. Uno de ellos es Iñaki Zaldua, que está realizando un doctorado en Sociología y que, al terminarlo, si decide quedarse en la Universidad, sabe con certeza que cobrará menos que con la beca que actualmente recibe.
Si pienso en mi futuro no sé qué panorama puedo imaginar para mí y para mi familia. A lo que puedo optar es a un contrato temporal con el que no cobraré más de 800 euros
“Yo ahora cobro 1.300 euros, algo que es un logro para una persona que está estudiando un doctorado, porque la beca que hasta hace dos años recibíamos era menor a los 1.000 euros. Si pienso en mi futuro no sé qué panorama puedo imaginar para mí y para mi familia. A lo que puedo optar y eso es si me lo ofrecen, es a un contrato temporal con el que no cobraré más de 800 euros. La única salida, que tampoco me parece la solución, pero es una posibilidad, es pedir ayudas a las instituciones. Aunque como siga así acabaré con 40 años pidiendo ayudas al Gobierno vasco para seguir trabajando en la Universidad”, lamenta Zaldua, quien también es padre de un hijo.
Otro de los testimonios que el documental recoge es el de Beñat Garaio, ex investigador que ha decidido dejar la Universidad por las condiciones en las que vivía. “Después de un camino lleno de baches llegué a cobrar una beca de menos de 900 euros y, cada vez que me decían que era un privilegiado por cobrar eso, me llenaba de rabia. Para salir adelante tenía que compaginarlo con otro trabajo y fue algo muy duro, terminé con problemas de salud mental. Me da mucha rabia porque me gustaría investigar, pero con estas condiciones no volveré a la Universidad, aunque le he dado mucho, he realizado muchas contribuciones a esta sociedad, he recibido premios por ello, pero estoy muy decepcionado”, lamenta Garaio, quien con sus investigaciones fue ganador del Premio Koldo Mitxelena a la mejor tesis doctoral en euskera y del Eusko Ikaskuntza-Laboral Kutxa Gazte Saria 2023, premio que conceden anualmente ambas instituciones a los mejores proyectos creativos o de investigación propuestos por jóvenes menores de 35 años en las áreas de Humanidades, Cultura, Artes y Ciencias Sociales.
Desde EHUko Prekarioen Koordinadora' (Coordinadora de precarios de la UPV) reconocen que aunque el panorama actual sea complicado, el camino recorrido ha llevado consigo un “cambio de actitud” en el Rectorado de la Universidad. Después de las huelgas realizadas y las movilizaciones en las que también han formado parte los sindicatos, han conseguido denunciar su situación en el Parlamento Vasco y se han sentado a negociar con la Universidad. “Por el momento no hemos recibido una propuesta que nos satisfaga a largo plazo. Lo que nos dicen es que tratarán de reducir los contratos de sustitución, pero a costa de aumentar la carga de trabajo del resto del departamento en el caso de que algún profesor falte. Algo que no nos sirve, así que seguiremos peleando porque sabemos que es posible hacer las cosas de otra manera. Podríamos haber normalizado la situación y no reivindicar salarios y condiciones dignas, pero hemos decidido luchar por lo que creemos que es justo y no vamos a parar hasta conseguirlo”, concluyen.
En nuestra Universidad, comparando con otras, podemos sacar pecho y decir que tenemos la tasa de parcialidad más baja y tenemos las mejores condiciones del Estado
Fuentes del Rectorado de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) confirman a este periódico que la razón por la que no se contrata a tiempo completo al profesorado sustituto es porque la nueva normativa lo impide. “El artículo 80.1 de la LOSU, que entró en vigor en abril, impide contratar a tiempo completo a profesorado sustituto, dado que prohíbe que este tipo de profesorado desempeñe tareas investigadoras y de gestión. La UPV/EHU propuso a grupos parlamentarios una enmienda a este artículo para posibilitar contrataciones a completa en el caso de sustituciones de persona de duración superior a un año, pero no hemos tenido éxito. Los contratos de sustitución vigentes a la entrada en vigor de la LOSU se mantienen en las mismas condiciones”, han aclarado para después asegurar que “la Universidad ha evitado y seguirá evitando contratar a personal sustituto a tiempo parcial siempre que sea posible”.
“En nuestra Universidad, comparando con otras, podemos sacar pecho y decir que tenemos la tasa de parcialidad más baja y tenemos las mejores condiciones del Estado. Entonces, que casualidad aquí haya una huelga y no haya en el resto del Estado, donde nos miran por las cosas que hacemos. Nos sorprende. Dentro de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) hay diferentes cuestiones a las que había que adaptarse que afectan a muchísimas personas. Nosotros hubiéramos querido que fuese de otra manera y estamos dispuestos a negociar”, aseguró el vicerrector de Personal Docente e Investigador de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Federico Recart, en una entrevista con este periódico.
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