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Bebel García, jugador del Deportivo fusilado en julio de 1936, será homenajeado este domingo

“Bebel es zurdo para jugar y para pensar. En el estadio, se pone la camiseta del Dépor. A la salida del estadio, se pone la camiseta de las Juventudes Socialistas...”. Así comienza el relato que Eduardo Galeano le dedicó a Bebel García García en Espejos, una historia casi universal, un breve texto en el que el autor uruguayo relata el fusilamiento de este futbolista coruñés, jugador del Deportivo en los años 30, que fue fusilado en julio de 1936.

Tras el Golpe de estado del 18 de julio Bebel fue detenido, encarcelado, juzgado por rebelión militar y finalmente fusilado el 29 de julio. Tenía 22 años. Junto a él fue ejecutado también su hermano France, de 24 años. Un tercer hermano, Jaurés, fue también encarcelado y aunque en un primer momento no fue fusilado por ser menor de edad, finalmente apareció muerto en el exterior de la prisión, tras aplicársele la “Ley de Fugas”. Un cuarto hermano, José, de 25 años, fue juzgado por sedición pero consiguió huir en un barco pesquero y se unió a las tropas republicanas; tras la guerra, se exilió a Sudamérica. Eran conocidos como “Los de la Lejía”, ya que trabajaban en una fábrica de producción y distribución de lejía, un negocio familiar creado por su padre.

Bebel pertenecía a las Juventudes Socialistas Unificadas, formó parte de las milicias antifascistas y participó muy activamente en la defensa de la ciudad contra los sublevados. Una vez que A Coruña fue tomada, huyó en dirección a Asturias, pero fue detenido el 25 de julio por la Guardia Civil en Guitiriz (Lugo).

Bebel y sus hermanos serán homenajeados este domingo 26 de agosto en Guitiriz, precisamente, en un acto que tendrá al fútbol como protagonista, con varios partidos de categoría alevín y juvenil y, finalmente, con un enfrentamiento entre un combinado de los Riazor Blues y el propio equipo de la localidad lucense. A continuación, se realizará una ofrenda floral en el monumento erigido en honor a los hermanos de la Lejía. Allí intervendrán Selva García, hija de José García (Pepín de la Lejía), y Alfonso Blanco, de la Asociación Cultural Xermolos.

“Era un tipo genial, una gran persona, oro de ley, muy valiente, todo un idealista. Lo quitaron de en medio por eso. Antes de que le dispararan se puso a mear delante del pelotón (….) Bebel siempre hablaba de lo mismo, había que transformar el mundo porque es injusto con los oprimidos”, dijo sobre él uno de los presos con los que coincidió en la cárcel provincial. El asesinato de los tres hermanos causó un gran efecto en la ciudad, debido a su corta edad y a que eran muy conocidos. Además del impacto provocado por la muerte de Bebel, también France fue merecedor de poemas tras su desaparición (“France García García, la figura más gallarda. Viva la revolución! Fueron tus últimas palabras”).

El relato de Eduardo Galeano se cierra destacando que Bebel mandó detenerse al propio pelotón de fusilamiento para orinar por última vez:

“Once días después del cuartelazo de Franco, cuando acaba de cumplir veintidós años, enfrenta el pelotón de fusilamiento:

—Un momento —manda.

Y los soldados, gallegos como él, futboleros como él, obedecen.

Entonces Bebel se desabrocha la bragueta, lentamente, botón tras botón, y de cara al pelotón echa una larga meada.

Después, se abrocha la bragueta:

—Ahora sí.“