La Xunta de Galicia ha decidido finalmente elevar el nivel de emergencia derivado de la marea de pellets que está llegando a las playas gallegas a situación 2. Con esta medida, el Gobierno autonómico podrá solicitar apoyos marítimos y movilización de medios de los ministerios de Transportes y Transición Ecológica. Alfonso Rueda rectifica un día después de mostrar reticencias a dar el paso y limitarse a declarar que “el que quiera ayudar, que ayude”. Ahora asegura que “la Xunta no tiene ningún problema” en adoptarlo. “Lo haremos”, ha afirmado esta mañana, “pero con una petición muy expresa, que se trabaje en el mar para impedir que los cientos de sacos que estarán en el mar probablemente lleguen a la costa. Son competencias exclusivas del Estado”. La vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha anunciado que su departamento se pone “manos a la obra”.
El presidente gallego ha vuelto a insistir en que tiene “información muy escasa” y en que la comunicación recibida del Ejecutivo central “es de hace muy pocos días”. En realidad, la Administración autonómica ha recibido avisos sobre la presencia de los microplásticos desde el 13 de diciembre, tal y como lo han registrado las conversaciones del servicio del 112, dependiente del Goberno gallego, y Salvamento Marítimo. Solo el 5 de enero activó el plan anticontaminación de la Xunta.
Rueda ha decretado el nivel 2 de emergencia un día después de que lo hiciese Asturias, cuyo litoral ha sido de momento menos afectado que el gallego, y en la misma jornada en que otra comunidad autónoma, Cantabria, ha seguido los mismos pasos. Este martes, el Ejecutivo cántabro también ha elevado el nivel de alerta para solicitar la intervención del Estado y lograr que las bolitas de plástico no lleguen hasta sus costas.
En Galicia, el líder de la Xunta ha vuelto a descargar responsabilidades en otras administraciones. Hacia los ayuntamientos, a quien su conselleiro recordó por carta que la limpieza de los arenales les corresponde a ellos, y especialmente hacia el Gobierno central. “El detalle, los contenedores que se cayeron, lo sabe el Gobierno hace un mes”, dijo, “constatado que no se está haciendo ese trabajo [la búsqueda] elevamos el nivel de emergencia para que lo hagan. En el mar”.
El presidente de la Xunta, que se enfrenta el 18 de febrero a sus primeras elecciones como aspirante al cargo tras heredarlo de Núñez Feijóo hace algo más de año y medio, calificó de “requisito exigido” la declaración de alerta, algo que dispone el Real Decreto que aprueba el Sistema Nacional de Respuesta ante la contaminación marina.
La actitud del Gobierno gallego, que se resistía a elevar el nivel de emergencia, había provocado las críticas del Ejecutivo central. Todavía este martes la ministra portavoz, Pilar Alegría, elevaba el tono, informa José Enrique Monrosi. “Ni la propaganda ni la mentira solucionan nada”, sostuvo, “la gente pide colaboración, transparencia y gestión”.
También la oposición gallega de BNG y Partido Socialista ha cargado con dureza contra Rueda, le ha reclamado la medida finalmente adoptada y lo ha acusado de mentir y manipular como hizo el PP en la catástrofe del Prestige.