Una concentración propalestina recibe al Maccabi de Tel Aviv antes de su partido contra el Real Madrid de baloncesto

“Netanyahu, asesino”; “eran hospitales, no bases militares”; “hay que cerrar la embajada criminal”... Éstas y otras consignas se han coreado este martes por la noche en el centro de Madrid, ante el partido de la Euroliga de baloncesto que enfrentaba al Real Madrid con el Maccabi de Tel Aviv.

Los colectivos propalestinos protestan contra la participación de Israel en competiciones deportivas internacionales. “El estado sionista usa el deporte para limpiar su imagen”. Es la conclusión a la que ha llegado el movimiento BDS Madrid, el grupo propalestino que ha llamado a concentrarse este martes en los alrededores del Wizink Center, recién renombrado como Movistar Arena, junto con otras plataformas y movimientos ecologistas, feministas y antimilitaristas que se han hecho eco de esta concentración que ha sido denegada por parte de la delegación del gobierno una hora antes de empezar. Minutos antes de empezar, la policía ha identificado a los primeros participantes que asistían a la concentración.

La visita del conjunto deportivo ya avivó las tensiones este año en Vitoria, donde hace una semana otra plataforma civil exigió suspender el partido convocado para el 7 de febrero. Palestinarekin Elkartasuna levantó la voz contra este nuevo encuentro, pues ya en enero del año pasado el Maccabi jugó en País Vasco y requirió de un despliegue policial junto al hotel en el que se alojaban los miembros del equipo, para garantizar su seguridad dadas las críticas vertidas en los días previos.

“Estamos aquí para denunciar la complicidad del Gobierno de Pedro Sánchez con los sionistas que están perpetrando un genocidio”. Ha declarado la secretaria general de Podemos y diputada, Ione Belarra, durante la concentración después de que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, rechazara vetar entrada al Maccabi de Tel Aviv: “Le pedimos al ministro de Exteriores que impidiera la entrada de este equipo y también de su afición y no lo han hecho porque con una mano intentan hacer parecer que están haciendo algo para frenar este genocidio y con la otra permiten que los barcos cargados de armas pasen por España y mantienen todas las relaciones diplomáticas y económicas con el Estado terrorista de Israel”.

Para la diputada, la celebración de este partido es “ejemplo más de cómo el Gobierno ha sido incapaz de romper relaciones con los genocidas: hay un partido de baloncesto lavándole la cara a una banda de sionistas agresivos, peligrosos y violentos que ya han generado disturbios haciendo apología del genocidio en otros países, como Países Bajos, y no va a ser con nuestro silencio”.

Este lunes, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, aseguró que no contemplaba impedir la entrada a España de los jugadores del equipo de baloncesto del Maccabi de Tel Aviv y de sus aficionados: “Creo que tenemos que dejar el deporte al lado”, respondió el ministro a la petición de Podemos.

En declaraciones a este medio, Hania Faydi, miembro de la plataforma BDS Madrid, la campaña internacional Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel, lamenta la respuesta del representante exterior de España y recuerda cómo: “En su día, Albares ya dijo que habría que revisar la participación de Rusia [tras la invasión a Ucrania en 2022], en los eventos deportivos y culturales”.

Quince meses después de la masacre a Gaza y la población palestina que ya se ha saldado con más de 46.000 fallecidos, Faydi, en nombre del BDS, responde a Albares: “Estos jugadores han participado en el ejército. Y en el ejército, los soldados de ocupación lo que hacen es torturar, asesinar y oprimir a la población palestina. Por eso estamos aquí”. “No puede ser que a Israel, que comete genocidio desde hace 15 meses pero que, no se les revise [su participación en los eventos deportivos]”.

Con tarjetas rojas en la mano, símbolo de la campaña internacional “Tarjeta Roja a Israel” promovida por el movimiento BDS, los manifestantes denuncian el racismo institucionalizado contra la población palestina en el fútbol israelí o sportwashing o blanqueo de las acciones de Israel a través de partidos amistosos en otros países.

Esta campaña lleva años exigiendo a la FIFA y al Comité Olímpico Internacional que tomen medidas contra la Asociación de Fútbol Israelí (IFA), señalando su complicidad al permitir la participación de siete clubes con sede en colonias ilegales en violación del Derecho Internacional. A pesar de estas denuncias, la FIFA ha ignorado las demandas de justicia, y la campaña busca suspender a Israel de los foros deportivos internacionales hasta que cese su represión contra el fútbol palestino.

La concentración ha tenido lugar días antes de que se se celebren diversas movilizaciones para exigir el fin de comercio de armas y relaciones con Israel por todo el Estado.

“Si se está permitiendo que se estén violando los derechos humanos y que los mecanismos y las instituciones que se crearon después de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto nazi, hoy es Palestina y mañana puede ser cualquier otro. Se trata de una convocatoria de todos y de todas”, ha concluido Faydi tras recordar cómo las movilizaciones y el boicot académico, económico, deportivo e institucional venció a la Sudáfrica del Apartheid. “Ya son demasiados años de crímenes contra la humanidad, limpieza étnica y genocidio”.