Gráficas de tu bebé por todas partes: ¿es buena idea medir cada aspecto de la crianza con una 'app'?

La aplicación del móvil dice que el bebé se despertó hace una hora y media, que le diste el biberón hace 45 minutos y que en otros 20 es probable que necesite una siesta. También cuenta que esta semana ha sido muy irregular en las horas a las que se ha despertado, un día pocos minutos después de las siete y otro casi a las nueve. La gráfica que muestra a qué hora se quedó dormido es igual de irregular. La app promete que gracias a estos datos podrás “analizar los patrones de sueño de tu bebé y profundizar en tu análisis”, mientras que otras similares garantizan que son “el monitor más avanzado del crecimiento de tu bebé” o que tendrás “el día de tu niño en la palma de tu mano”.
Ninguna de ellas enseña, sin embargo, cómo conseguir que el bebé se duerma antes, sin llantos, sin otro biberón, sin tener que estar en brazos. Las aplicaciones como Napper, Baby Daybook, Le Baby, Bebé + o Baby Center, con millones de descargas en todo el mundo, han estado disponibles en las tiendas de aplicaciones casi desde que estrenamos los smartphones. Al otro lado de la pantalla, madres y padres registran en ellas cada detalle sobre los primeros meses de sus bebés, como quien apunta los kilómetros de su última carrera o compara los pasos que ha dado cada día durante el último mes.
“Llevar un historial de las tomas y otros cuidados del bebé es una buena manera de tener a mano esta información cuando surgen las dudas”, defienden los creadores de una de estas aplicaciones en su web, donde apelan a la preocupación natural de cualquier progenitor. “A veces la salud del bebé puede convertirse en una fuente de estrés. Si le añades la falta de sueño y la naturaleza repetitiva de los cuidados, es casi inevitable que los padres se sientan confusos, casi perdidos”. Los desarrolladores defienden que esta app, Le Baby, responde a este problema y sirve para dar a los padres “una nueva perspectiva en los ritmos de su bebé”.
Sin embargo, la mayoría de estas aplicaciones coleccionan este tipo de datos para ofrecer todo tipo de gráficas a los usuarios, sin responder directamente a las dudas que les puedan surgir. La versión más avanzada de estas apps ya ha evolucionado hacia el sector de los baby wearables, con tobilleras para bebés que van registrando el pulso y la saturación de oxígeno mientras duerme. Es la última incorporación al uso de dispositivos móviles para asistir en la atención médica, un sector que se espera que alcance un valor de 88.700 millones de dólares en la próxima década, más del doble que en 2023.
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Registros de siestas, tomas de biberón y aumento de peso
“El problema no es tanto la falta de información sobre cuándo duerme el bebé o no, sino lo que esto significa y cómo se puede solucionar”, explica a elDiario.es Laura Marejil, asesora de sueño infantil de Mis Primeros Sueños. Marejil se muestra partidaria de utilizar las aplicaciones porque pueden ser de apoyo en un determinado momento, pero también avisa del efecto contrario. “Hay madres que usan estas aplicaciones y que tienen demasiada información, viven pensando que esto puede ser la solución, pero no suele ser así”, afirma.
Al llevar la cuenta, por ejemplo, de las tomas de un bebé y durante cuánto tiempo la madre le ha dado el pecho derecho o el izquierdo, una de las aplicaciones muestra una gráfica de barras que cada día añade el detalle a la comparativa en dos colores —rosa para el derecho, morado para el izquierdo. El registro de las siestas, tomas de biberón, deposiciones y horas de sueño va añadiendo complejidad a los gráficos. En el otro extremo, uno de los más sencillos es una gráfica con una línea ascendente que refleja el peso del bebé y lo que se distancia de la media para su edad. Pero, salvo en aquellos casos en los que este historial se haga por una necesidad médica, expertas como Marejil cuestionan la utilidad de acumularlos.
Los padres que registran los eventos de los bebés en el móvil pierden unos 45 minutos de sueño cada noche
El nuevo contexto ha llevado a la Academia de Medicina de la Lactancia Materna a recomendar a los padres que no dependan de estas aplicaciones. Este organismo internacional asegura que los padres que registran los eventos de los bebés en el móvil pierden unos 45 minutos de sueño cada noche. “Aunque las aplicaciones para monitorizar a los niños prometen aliviar la ansiedad de los padres, paradójicamente pueden aumentar el estrés y reducir las interacciones entre padres e hijos cuando reemplazan la observación del bebé por consultar la app”, argumentan en este informe.
Otro estudio realizado en Australia también desveló que las aplicaciones inspiran en las madres “una percepción de mayor control, confianza y eficacia en un momento de transición y estrés” y demostró que ellas tienen una experiencia positiva “al mismo tiempo que comparten su preocupación por la sobredependencia de las apps, el agobio que genera la cantidad de datos y la credibilidad de la información”.
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En Alemania, dos investigadoras de la Universidad de Munich y de Erfurt también estudiaron el nivel de confianza de las madres en la lactancia cuando apuntaban las tomas en el teléfono. Las autoras concluyeron que la eficacia de las madres era menor cuanto mayor era el uso de las aplicaciones, mientras que era superior cuanto menos las utilizaban. “No hay una evidencia clara de que sistemas avanzados de salud asistida por el móvil y con funciones interactivas mejoren más las tasas de lactancia que los folletos digitales sencillos sobre lactancia materna”, dicen las investigadoras.
Las aplicaciones contribuyen además a reforzar las normas de género alrededor de la crianza, según han alertado también desde Western University, en Ontario (Canadá), y en especial sobre quién debe encontrar las respuestas a dudas que surjan con sus bebés. “La tecnología digital destinada a padres primerizos pone una carga adicional en las madres para convertirse en la única responsable de buscar esa información para la familia”, concluyen en esta investigación.
“Habría cogido un papel y no sabría dónde lo había puesto”
Mónica Romero, programadora informática y madre de un bebé de 17 meses, asegura que utilizó estas aplicaciones después de dar a luz, aunque poco a poco va prescindiendo de ellas. “Yo la usaba para apuntar las tomas porque la cabeza falla, el cansancio es horrible y ya no sabes si le has dado el pecho izquierdo, el derecho, si hace dos horas o hace cinco, así que me lo iba apuntando para saber si le había dado de comer y si le tenía que volver a dar o si me tocaba un pecho o el otro”, explica.
En su caso, el bebé tuvo un problema médico, por lo que necesitaba llevar un registro de las tomas y reconoce la comodidad de poder apuntar todos esos detalles en el móvil. “En ese punto del embarazo y de la maternidad, con todo el estrés y cansancio, seguro que habría cogido un papel y no sabría dónde lo había puesto”, explica. Rocío, de 29 años, es técnico de integración social y también está utilizando una de estas aplicaciones, Preggers, con la que puede seguir la evolución del embarazo. Cada semana que pasa, la app compara el tamaño del bebé con el de una fruta, un animal o un objeto. La versión de pago también incluye imágenes en 3D “del mundo sobre el desarrollo fetal”, anuncia la web de la aplicación.
“Te va diciendo muchos de los síntomas de cada semana. Hay una semana que por ejemplo te levantas así como mareada y es verdad que la aplicación me lo dijo”, recuerda. “Es algo que yo no sabía, pero que hubiera deducido por mí sola que era por el embarazo”. Entre los recursos que también ofrece esta aplicación hay una “biblioteca de conocimientos” con podcasts, vídeos y artículos escritos por “matronas, enfermeros pediátricos y psicólogos infantiles experimentados”, así como ejercicios para el embarazo y después del parto. Rocío asegura que seguirá utilizando la aplicación si le sigue dando consejos una vez que nazca el bebé: “Así me voy guiando”.
La crianza ha cambiado
Marejil, que asesora a familias con bebés que tienen problemas a la hora de conciliar el sueño, atribuye el recurso de estas aplicaciones a problemas que “siempre han estado ahí” pero la crianza ha cambiado. “Antes se criaba de otra forma, había más apoyo de la familia y era más llevadera”, dice. Se acuerda de las parejas que al tener un hijo contaban con la ayuda de sus padres, que en algunos casos llegaban a vivir una temporada con ellos. “No es lo mismo criar tú sola y estar como madre las 24 horas, siete días a la semana, con un bebé, atendiendo a un bebé y no hacer otra cosa”, dice. “Sentirse esclavas del sueño de sus hijos y estar todo el día con un bebé es agotador, sobre todo si no duerme”.
En la maternidad tenemos una necesidad de control brutal y a veces no podemos controlarlo todo. Estas aplicaciones no tienen en cuenta que no todos los niños de seis meses necesitan lo mismo
La asesora defiende el uso de las aplicaciones como recurso para conocer los hábitos del bebé, pero sin llegar a la obsesión y recordando siempre que estos programas se basan en patrones y que no atienden a detalles específicos de cada caso. “En la maternidad tenemos una necesidad de control brutal y a veces no podemos controlarlo todo”, añade Marejil. “Estas aplicaciones no tienen en cuenta que no todos los niños de seis meses necesitan lo mismo”.
Noemí Rodríguez, matrona de profesión y fundadora de Mami Academy, asegura a este periódico que el debate sobre el uso de aplicaciones “está en la calle”, pero defiende que ninguno de estos programas debería sustituir la atención que proporcionan los profesionales. Desde su plataforma, que ofrece formaciones en maternidad y entrenamiento físico, alimentación y lactancia, insiste en la importancia de la educación y la preparación, que considera una necesidad “no cubierta”.
Rodríguez argumenta que las aplicaciones pueden ser “un complemento que está muy bien”, pero que en cuanto hay un problema de lactancia, es necesario acudir a un profesional. “Lo esencial es acudir a alguien que valore, una matrona que valore la posición, el agarre, cómo son las tomas, cómo son las deposiciones del bebé, cómo es el pipí, cómo está el pecho, en qué estado se encuentra, el color de la mama, el color de la areola o del pezón… eso no lo sustituye cualquier aplicación”.
“No quieres pasar tanto tiempo mirando al teléfono, lo que quieres es estar con tu hijo”
Una de las últimas apps en llegar al mercado es Maia Motherhood y su creador, Thor Martin, defiende que este es uno de los asuntos que más han preocupado a su equipo antes de publicarla. “Somos muy reacios a incluir ninguna prestación que se pueda identificar como un consejo médico”, explica desde Oslo para elDiario.es. “Si hablas de nutrición, que es algo que está estrechamente relacionado con la salud del bebé, preferimos que a la más mínima pregunta la app les recomiende contactar con un profesional médico”, explica.
Martin afirma que su propia experiencia con la paternidad y los desafíos a los que se enfrentó con su pareja fueron los que les llevaron a crear una app distinta. Padres de un niño prematuro, detectaron que la mayoría de aplicaciones acaban ofreciendo más de lo que necesitaban en ese momento. “Lo que necesitas apuntar, en realidad, es muy simple. Estamos hablando de detalles como la hora de la última toma, si fue el pecho derecho o el izquierdo, si fue con biberón o saber cuánta leche queda en la nevera”, explica. “Además, no quieres pasar tanto tiempo mirando al teléfono, lo que quieres es estar con tu hijo”.
El mensaje choca con la promesa que hacen ahora los fabricantes de baby wearables, la colección de sensores, pulseras y detectores de movimiento que pueden llevar los bebés. El sector incluye productos que solo necesitan una conexión wifi, incluyen una cámara que emite imagen de vídeo a tu teléfono en alta definición —también con visión nocturna— registra desde su pulso y saturación de oxígeno hasta la humedad en el ambiente y la temperatura de la habitación. Como este monitor para el tobillo del bebé en el que ya no hace falta apuntar nada: “Si los datos de salud de tu bebé se salen de los parámetros predeterminados, te avisaremos en tiempo real mediante luces y sonidos, así como con notificaciones en tu app”.
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