Los médicos, el eslabón más débil en la renegociación de Muface

Cuando el acuerdo entre las aseguradoras y el Ministerio de Función Pública para los tres próximos años de Muface parecía inminente, la Organización Médica Colegial (OMC) envió una carta a todos los médicos y médicas que trabajan para el sector privado animándoles a pedir un aumento de sus retribuciones “proporcional” al que han recibido las aseguradoras en el nuevo contrato de Muface (41%).

En la misiva se insta a seguir la misma estrategia de presión que estas compañías, que apretaron al Gobierno para lograr una subida generosa de las primas tras amagar con dejar de prestar el servicio de sanidad privada a los funcionarios. “Recuerda que sin médicos no hay medicina”, dice el escrito, firmado por el Foro Nacional de Médicos en Ejercicio Privado, que les ofrece incluso el apoyo de las asesorías jurídicas de los colegios de médicos.

Los profesionales médicos son el último eslabón –también el más débil– de la renegociación del contrato de Muface y quieren hacerse fuertes en esta coyuntura. Apenas unos pocos tienen contratos laborales con los grupos hospitalarios; la mayoría son autónomos que cobran por acto médico y llevan años quejándose de que las compañías de seguros les pagan “precios temerarios” con el argumento de que eso se compensa a final de mes porque ven a muchos pacientes. Lo que llaman “facturar mucho volumen”. Una parte de ellos, entre un 30 y un 40% según las organizaciones, tienen su trabajo prinicipal en el sistema público.

Aunque resulte paradójico, ahora que todo está bien atado por arriba, las aguas se remueven por abajo: las compañías deben aterrizar tanto con los hospitales privados como con los médicos cuáles son las condiciones tras la nueva concesión. La patronal que representa a la mayoría de centros privados (ASPE) ya se ha puesto en pie de guerra para presionar: asegura que el aumento de las tarifas rondaría un 3% frente a “la subida por encima del 40% en las primas de las aseguradoras”.

Y por debajo quedan los médicos. “A ASPE le hemos enviado un mensaje muy clarito: no pueden negociar por nosotros con las aseguradoras, si aceptan esa subida del 3%, la vamos a rechazar”, afirma Ignacio Guerrero, presidente de la Unión Médica Profesional (Unipromel), una organización nacida hace cuatro años que defendió, en plena incertidumbre por el modelo Muface, que el Estado cubriera la sanidad privada de los funcionarios sin la intermediación de los seguros.

En el caso de los mutualistas, además, las compañías de seguros pagan honorarios aún más bajos, según denuncia Unipromel y confirman fuentes del sector. “Por ejemplo, con Asisa son 17 euros la consulta para los de Muface y 18 o 19 para los que vienen con póliza privada. En un momento dado dijimos que no atendíamos y mi hospital ahora nos suplementa lo que le paga la aseguradora”, apunta Guerrero. Unipromel pide que las consultas de Atención Primaria suban de ocho a 20 euros y las del especialista a un mínimo de 40 porque “se cobra al Estado y a compañías aseguradoras forradas”.

Dependencia de las aseguradoras

“No sé cuál va a ser la gota que colme el vaso, pero se están reuniendo las condiciones para una tormenta perfecta”, afirma José Luis Alcíbar, vocal de medicina privada de la OMC, que reconoce que muchos compañeros “han tenido que tragar con honorarios que a duras penas les han cubierto costes” porque se da una relación de dependencia con las aseguradoras. Muy pocos pacientes acuden de manera completamente privada y pagan por consulta. “Hasta el más rico de Sevilla acude con una póliza”, confirma Guerrero.

Desde Asisa aseguran que “una parte de la subida se verá reflejada en el aumento de los honorarios a los médicos” pero se hará “caso a caso dependiendo de las especialidades y de los territorios”. Es decir, cada profesional tendrá que pelear la mejora de sus condiciones y es eso precisamente lo que les deja en una posición de más desventaja, según Unipromel. “Siempre tienen algo de venta cruzada para que aunque trabajes barato luego tengas una contrapartida y caemos en ese mercadeo. Por ejemplo que a cambio de hacer a los pacientes de Muface te citen a personas de dermatoestética, que se pagan mejor”.

Asisa asegura que "una parte de la subida se verá reflejada en el aumento de los honorarios a los médicos" pero se hará "caso a caso dependiendo de las especialidades y de los territorios".

También las aseguradoras juegan sus cartas. Asisa cuenta con una red hospitalaria propia, que le permite gestionar sus recursos con mayores sinergias mientras Adeslas tiene con un número de asegurados mucho mayor —508.000 frente a 363.00— que poner sobre la mesa.

En la OMC piensan que este momento “debe servir para pasar de la queja a la acción”. “Aunque algunos médicos tienen más fuerza que otros para negociar, ahora todos comparten un argumento muy claro. Si se niegan, recomendamos ir al colegio de médicos a pedir asistencia jurídica. Ir unidos es complicado, pero que sepan que no están solos”, sostiene Alcíbar, que pone como ejemplo algunos precedentes en provincias o ciudades donde bloques de especialistas completos se negaron a trabajar con compañías de seguros hasta que su retribución económica no creciera.

Siempre tienen algo de venta cruzada para que aunque trabajes barato luego tengas una contrapartida y caemos en ese mercadeo. Por ejemplo que a cambio de hacer a los pacientes de Muface te citen a personas de dermatoestética, que se pagan mejor

Ignacio Guerrero, presidente de Unipromel

Dejar de pasar consulta en bloque

En Sevilla, por ejemplo, 400 profesionales de diferentes especialidades –pediatras, otorrinos, cirujanos maxilofaciales, urólogos o digestivos– cerraron en 2023 sus consultas a los pacientes asegurados como medida de presión contra pólizas “cada vez más baratas” y tarifas congeladas desde hace 25 años. Los cirujanos cardiovasculares lograron una subida de entre el 30 y el 75% de sus honorarios, según informó El País.

El Ministerio de Función Pública obliga en el pliego de condiciones a tener un mínimo de especialistas por territorio y las aseguradoras deben ser capaces de ofrecerlo. “Nuestros cuadros son estables, entran y salen médicos, sí, pero dentro de la estabilidad”, defienden desde Asisa. elDiario.es ha tratado sin éxito de recabar la respuesta de Adeslas para este artículo.