La EMA tiene datos que apoyan adelantar la dosis de refuerzo a los tres meses de recibir la segunda

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) tiene la doctrina de que la dosis de refuerzo debe aplicarse seis meses después de terminada la pauta de vacunación. Sin embargo, este jueves ha reconocido que tiene datos que aconsejan acortar ese plazo.
“Si bien la recomendación actual es administrar un refuerzo preferiblemente después de seis meses”, ha afirmado el doctor Marco Caleri en una rueda de prensa de la EMA, “los datos actualmente disponibles respaldan la administración segura y eficaz de un refuerzo a los tres meses desde la finalización de la vacunación primaria”.
¿Debería ser deseable un intervalo tan corto desde una perspectiva de salud pública? “Son herramientas que podrían ofrecer flexibilidad a los Estados miembros en casos donde la disponibilidad de ciertos tipos de vacunas puede ser limitada”. Según la EMA, los datos preliminares sugieren que ómicron puede ser “más transmisible” que la variante Delta, pero “actualmente no está claro hasta qué punto ómicron puede estar reemplazando a Delta como el virus dominante”.
“Necesitamos reunir más datos para determinar si el espectro de gravedad de la enfermedad causada por ómicron es diferente al que ha estado circulando hasta ahora. Sólo el tiempo dirá”, ha reconocido Cavaleri: “Los datos aún son preliminares y necesitamos obtener una imagen más precisa sobre el nivel de inmunidad que se puede retener después de diferentes tipos de vacunación”.
En este sentido, “Las empresas que comercializan las vacunas contra la COVID-19 están obligadas a presentar los resultados de sus pruebas de laboratorio para determinar el nivel de neutralización de ómicron y discutir las posibles opciones”.
“Necesitamos recopilar toda esta información, pero al mismo tiempo, estaremos hablando con los fabricantes para buscar el plan para el desarrollo de una posible vacuna variante contra la ómicron, que creemos que debería realizarse de alguna manera”, afirma la EMA. “En cualquier caso ómicron estamos analizando se convierta en dominante para avanzar con un plan claro sobre cómo desarrollar este tipo de vacuna y, al mismo tiempo, analicemos un plan de contingencia para ver si de hecho las dosis de refuerzo podrán cuidar afectar a ómicron a un nivel de reducir la carga de enfermedad asociada con esta variante”.
Si al final hiciera falta una vacuna adaptada a la variante, la EMA está “en posición de aprobar una vacuna variante para ómicron”. “No tenemos una bola de cristal y no podemos anticipar lo que traerá el futuro”, dice Cavaleri: “pero no queremos estar en la posición de cambiar la composición de la vacuna por ómicron y luego surja una nueva variante. Es un dilema que habrá que discutir cuando llegue el momento de decidir si habrá que cambiar la composición de las vacunas”.
Informa Andrés Gil.