El dúo de Valladolid que mezcla folclore y música electrónica: “Esta corriente ha germinado el interés en gente joven”

Un DJ y una bailarina folclórica vallisoletanos componen Delameseta, un dúo (en directo serán un trío porque van a incorporar un refuerzo percusionista y de rabel) que presenta 'Al Baile por ver Amores', un álbum que fusiona el folclore de Castilla y León con la música electrónica y urbana. Santi Sierra y Lucía López Enríquez están detrás de Delameseta. Durante la entrevista, se interrumpen constantemente y entre risas ante un proyecto que no solo les ha unido, sino que ha conseguido que uno de ellos pueda dejar Madrid y volver a su ciudad natal.
Este es vuestro primer álbum de estudio. ¿Qué es lo que habéis querido plasmar en él?
Santi: Hemos querido recoger la música tradicional de Castilla y León, en concreto, el repertorio del baile, centrado sobre todo en la pandereta. Y a medida que íbamos haciendo el disco surgió la idea, que nos parecía interesante, de que representasen a todas las provincias de Castilla y León. Nos parecía también bonito como interpelar o hablar de todas, sabiendo que, bueno, que cada provincia es muy grande y que el folclore de una provincia o de las comarcas puede ser muy diverso.
Lucía: Que al menos hubiera algo de cada provincia.
¿Y por qué centrarlo en Castilla y León y no centrarlo también en otras partes de Castilla?
S: Es nuestra realidad de 2024, al final... Cuando empezó el proyecto de Delameseta, estaba centrado en folclore castellano como término genérico. Luego nos fuimos un poco hacia las zonas leonesas también, porque, al final, culturalmente hay cosas muy iguales. Nos sentimos mucho más cercanos con Castilla y León que con Castilla-La Mancha. Al final hay mucha más distancia y... Tanto Lucía como yo nos es mucho más ajeno el folclore de Castilla del Sur, ¿sabes?
L: Sí.
S: Y en el futuro empezará a incluir, y lo hemos hablado muchas veces.
L: Sí, a lo mejor algún tema de abajo y así, pero sí.
Hablamos hasta hace unos dos años, más o menos, que estabais todavía empezando. ¿Qué habéis aprendido en estos dos años?
L: Que el folclore es diversión (ríe). No sé, yo he aprendido que siempre hay que dar las cosas con cariño y con cuidado y así es aceptado por la gente, ¿no? Hacerlo de una manera honesta... Eso es lo que me gusta, eso es lo que tengo y así os lo enseño. Yo he aprendido eso. Y a ser una mamarracha en el escenario (ríe).
S: Yo he aprendido mucho de folclore y de tradición. No solo de Castilla o de Castilla y León. En general. Con el repertorio para hacer música de este proyecto, se me ha abierto un universo de la tradición en sí misma, como más dentro de la etnografía. Y luego, como músico, aprendes mucho viajando, subiendo a escenarios, enfrentándote cada día a una situación diferente.
L: Es que hemos toreado en muchas plazas, ¿eh? Y muy diversas entre sí. Para bien y para mal.
S: Y vas aprendiendo también los entresijos de la industria del espectáculo.
L: Hemos aprendido a ponernos un presupuesto que creemos que nos merecemos. Y a no tener miedo a poder proponerlo. Que luego se puede negociar, como toda la vida, ¿no? Pero poder decirle a la gente: 'No, para que mi trabajo sea legal y que esté en su sitio, en función de lo que yo considero... El grado de profesionalidad que yo le quiero dar es esto. Si tú me quieres dar menos y yo lo acepto, que sepas que es porque yo quiero'.
¿Y cómo decidís qué estilo electrónico va encajando mejor?
S: Cada canción tiene su propio estilo. Sí, sí. Por un lado, está el ritmo tradicional o del baile que en concreto. No es lo mismo producir una jota que va en ternario que un agarrao. Claro, un agarrao que va en binario... Y estilos de música electrónica binarios hay 50 millones. Desde cosas más urbanas y tal, cosas más eléctricas, tecno, duras.
Un poco es el vibe que me da esa canción y... Eso ya es como el momento... A veces lo tengo muy claro. Otras es más un experimento y funciona. Y hay veces que es como la consecuencia de experimentos fallidos, ¿no? No sé, por ejemplo... Hay temas que han salido muy rápido. Y me viene muy rápido un ritmo y encaja perfectamente.
Y se lo paso a Lucía, lo escucha y me dice: 'Así'. Y está muy guay, funciona muy bien. Y a partir de ahí empezamos a construirlo. Y otras veces que es como... Al final la música tiene esa parte como muy... O sea, tú escuchas algo y sientes cuando funciona, ¿no? Igual que cuando escuchas un hit y dices, esto es un hit, ¿no? Es una cosa como muy humana, muy innata, ¿no?
L: A mí me gusta mucho algo que hace Santi. Es que él pondera la esencia del propio ritmo tradicional y la magia que le puede echar. O sea, si un fandango y una jota, ¿no? Pues no es lo mismo. Y ve cómo ese ritmo nuevo, propio de lo urbano, casa. ¿Sabes? No poner esto porque sí, porque va dos y ya está, ¿no? Intenta que los dos mundos se mezclen de verdad.
¿Cuál es la diferencia entre que yo coja una jota y le meta a un sintetizador a que coja una jota que no está hecha para guitarra y la toque con una guitarra y un laúd en un escenario?
S: Sí, sí, sí, totalmente. Cada vez estoy más como ese pensamiento de las acentuaciones y el estilo... Transportar el jeito, el aire, a la electrónica. Y que no sea al revés, ¿no?
¿Y qué le diríais a los que os dicen que así no se conserva el folclore?
L: Le diríamos que nosotros somos un show, no intentamos conservar el folclore.
S: Que no somos etnógrafos. La mayoría de la gente acepta que el folclore se lleve a escenarios y se transforme. Hemos recibido muchísimo apoyo de gente que se dedica a la etnografía, de grupos de coros y danzas, de grupos de recreación folclórica, de gente que se dedica a enseñar y hemos recibido su apoyo directo. A día de hoy está asumido y superado que el folclore se lleve a los escenarios. Se lleva haciendo desde hace 50 años. Lo que pasa es que lo nuestro es con música electrónica urbana, en vez de con guitarras...
Pero el trasfondo es el mismo, o sea... ¿Cuál es la diferencia entre que yo coja una jota y le meta a un sintetizador a que coja una jota que no está hecha para guitarra y la toque con una guitarra y un laúd en un escenario? O sea, la dinámica es exactamente igual. O sea, es que estéticamente te guste más el resultado o no. Estamos bastante chill con eso.
Es un orgullo que te esté flipando lo que cantaban hace cien o cincuenta años
L: Ha sido muy guay, sí, porque personas que a lo mejor creíamos que nos iban a lanzar (hace un gesto con las manos), al revés, ha sido mucha aceptación, incluso orgullo. Estoy pensando en una persona en concreto que nos dijo: '¡Bah!, ese tema que habéis cogido lo recogí yo'. Y es como: '¡Ah!, y no me estás diciendo nada extraño, o sea, que te está gustando, ¿no? ¡Qué guay!'.
S: También respetamos las estructuras del baile en las canciones que hacemos. Entonces, al final, dentro de que hay mucha magia y mucha complejidad de electrónica, las jotas que tenemos en el disco tienen estructura de jota y se pueden identificar como una jota, un charro, lo que sea, ¿no? Eso hace que una persona que viene de la música tradicional y lo está escuchando vea un cambio de código estético, pero también la esencia de la forma. Creo que eso también es otro punto para que la gente diga, ¡Ah, bueno!
Y citar las fuentes, por ejemplo, ¿no? Decir 'esta canción se creó a partir de este archivo, cantado por no sé quién, en no sé dónde, en este año, y recogido por no sé quién'. Porque claro, al final no es una letra y melodía que hayamos compuesto nosotros, entonces, lo honesto es decir, esto está sacado de aquí.
Sí, que es una reinterpretación.
L: Y que para nosotros hacer eso es un orgullo, ¿no? De, para que la gente se sorprenda y decir, que esto no es contemporáneo, que es que esto que te está flipando lo cantaban hace cien, o cincuenta años, ¿sabes? Y poder mostrarlo desde ahí, desde, mirad qué preciosidades tenemos dentro de nuestra cultura tradicional.
S: Sí, total.
Que es un poco, quizá, lo que le hacía falta a la gente más joven que se ha podido sentir un poco desvinculada y que ahora intentáis recuperar, ¿no?
S: Sí. También hay una visión de redirigirlo. De hacerlo atractivo para los jóvenes, porque, o sea, es una realidad que el folclore en general no ha sido atractivo para los jóvenes, al menos aquí. En Castilla y León no ha sido atractivo para los jóvenes. Se ha reducido a cuatro chavales que han acabado en un grupo de coros y danzas o de reconstrucción folclórica y que les ha interesado, normalmente por arrastre familiar, ¿no?
L: Como yo.

S: Claro. ¿Qué niño de pequeño dice: 'Mamá, llévame a jotas o a tocar la dulzaina'? Ha sido muy marginal. Y sí que es cierto que ahora, con esta nueva corriente, que ya ha habido otras corrientes antes que han hecho esto, pero esta nueva es más urbana, con los códigos de ahora, sí que ha hecho germinar ese interés en gente joven y no tan joven.
Y eso es positivo porque está creciendo el número de gente que se apunta luego a clases de pandereta. Tiene sentido, creo, que grupos como Delameseta también están haciendo que la gente se interese por eso. Porque si escucha nuestra música y le gusta, luego de repente ve busca esa canción... Y se van generando cosas, yo creo que sí.
No sé si os habéis inspirado también un poco en artistas como Rodrigo Cuevas que ya hace esto y ver que vosotros también podíais hacerlo propio, ¿o no?
L: Antes que Rodrigo Cuevas, que le adoro y le adoramos, Baiuca fue para mí de lo primero que yo escuché de decir: 'Hostia'. ¿Sabes? Y yo, como ya friki del folklore que soy de antes de todo esto, fue... alucinante. Y cuando nos encontramos y Santi me mostró su trabajo, para mí fue como, por fin, ¿no? Por fin lo que yo estaba viendo que ocurría fuera, por fin se hace con nuestra música. Es necesario que ocurra con nuestra música y que podamos sentirnos orgullosos, ¿no? Sí. Un poco de envidia sana y bonita. Y a mí, sin tener los conocimientos, me encontró mi productor favorito de Castilla y León y me puso. Hala, canta, ¿sabes? Hala, niña, canta (ríe).
S: Hala, niña, canta. Para mí, como referencia meramente musical, sí que Baiuca fue ese proyecto que dije, wow, esto es la hostia, quiero imitarlo. Quiero llevarlo a mi territorio.
Tú lees una copla de una canción recogida de un cancionero de hace 80 o 100 años y sientes ahí que podría haber estado escrita ahora mismo
Todos los temas que lleváis son reinterpretaciones. ¿Para cuándo una propia?
S: Creo que nos queda bastante de seguir jugando con la etnografía. Porque, bueno, nos quedan cosas con las que jugar y nos apetece seguir haciéndolo. Pero, quién sabe, igual en un futuro nos escribimos unas 'barras'.
L: Algo que sí que veo cercano es coger un tema de donde sea un baile chano, de León y a lo mejor que alguna de las coplas sí que sea nuestra, pero usando la misma melodía y así. Eso sí que lo veo yo factible, mucho más cercano y directo que componer un tema.
S: Sí, pero, por otro lado, dices, es que hay tantas coplas tan increíbles y dices, ¿qué voy yo a escribir si hay coplas que ya lo han dicho todo?
L: Es que es loquísimo. Ahí te das cuenta de que lo que pasaba antes es exactamente lo mismo que pasa ahora.
¿En qué sentido?
L: Pues... el amor siempre es el amor, ¿sabes?
S: Y el duelo, la pena y la alegría, ¿no? Al final es lo que más nos gusta, a mí personalmente y creo que a Lucia también, del folclore: esa transversalidad. Tú lees una copla de una canción recogida de un cancionero de hace 80 o 100 años y sientes ahí que podría haber estado escrita ahora mismo. Te sientes como muy interpelado como que esos sentimientos tan puros del ser humano.
L: Sí, los problemas existenciales siempre han sido los mismos.
S: Eso me parece superbonito. Además, está hecho de una manera ultra poética desde el anonimato. Es una cosa ultra genérica, como un narrador externo que habla del amor y el querer.
L: Es guay. Pero bueno, una letrilla nueva puede caer, ¿eh?
¿A qué fuentes soléis recurrir para utilizar precisamente para las canciones? ¿Qué canciones son las que habéis trabajado?
L: Pues sobre todo hemos ido a la fonoteca de la Fundación de Joaquín Díaz. Yo empiezo: 'vale, me ha dicho Santi que le apetece una seguidilla' (simula en el aire que teclea) o no sé qué...
S: Sí, lo que más hemos usado es la fundación. Luego también los discos de Carlos Porro...
L: Luego... hemos ido a las clases de Cristina Zagaleja y hay un par de temas que lo hemos aprendido de de su libro, que es superguay de ir a clases con ella, y...
S: Al final, bueno... Ha habido veces que ha sido buscar el tema. Y otras veces han sido temas que hemos conocido porque alguien nos los ha compartido o los hemos escuchado y hemos dicho: 'esto está guay, vamos a hacerlo'. Y el criterio ha sido ese, que fueran canciones de baile.
L: Es que ¿sabes qué pasa? Dentro de todo este movimiento folclórico que está habiendo, la mayoría de canciones que se cantan son de baile casi todas. Te juntas con gente y vas a cantar canciones de baile alguna tonada, de vez en cuando... Los cantos de trabajo se cantan menos en lo social, porque también tenían un contexto muy concreto y ahora en una fiesta jam de repente no vas a hacer que todo el mundo se calle para tú cantar tu movida, ¿sabes?
S: Sí, sí, va por ahí un poco
L: ¡Y que nos encanta el baile!
La gente que se dedica al arte dramático, a la interpretación, a la dirección... se van todos a Madrid, a Barcelona... ¿Qué oportunidades hay aquí?
Las instituciones públicas suelen trabajar en la conservación del folclore y demás, ¿creéis que están trabajando también en la música emergente?
S: Deberían trabajar en la música emergente en general porque yo pienso mucho en esto y parece que últimamentesoloo te hacen caso si haces folclore. Y el resto de estilos y grupos, que los hay superinteresantes en Castilla y León, también merecen el reconocimiento. Apoyar el tecno y el trap de Castilla, no solo de las panderetas. Y eso que a mí me encanta la pandereta y yo vivo de la pandereta ahora mismo. No sé si me explico... creo que siempre se puede apoyar más. (Mira a Lucía) Tú como bailarina ¿qué oportunidades tienes en Castilla y León para dedicarte a la danza?
L: Ninguna. ¿Institucionales? Ninguna.
S: Y la gente que se dedica al arte dramático, a la interpretación, a la dirección... se van todos a Madrid, a Barcelona... ¿Qué oportunidades hay aquí? Creo que habría que pensar un poco qué está pasando en las instituciones. No sé si me explico.
L: Te has explicado, pero luego sí que es cierto que a Delameseta sí que se le está dando ese apoyo. Empezamos el año pasado teniendo una residencia en Andén 47, que es un espacio privado y nos dejaron tener ahí una residencia. Y ahora también estamos utilizando las salas de ensayo del Teatro Lava y fueron ellos los que nos dijeron: 'Oye, que queremos programaros'.
S: Sí, por eso, que hay espacios que sí que apoyan, pero de manera general... Si lo comparamos con el apoyo que se da a la cultura local o provincial o regional en otros territorios, aquí en Castilla y León es bastante nula.
L: Es fortísimo. En comparación con otros territorios... Es que a lo mejor piensas en Cataluña y hay un apoyo hacia su arte increíble. Cualquier proyecto emergente de Cataluña está en la Fira de Manresa pudiendo mostrar su trabajo y a mí, como bailarina, me ha costado bastante ir por ejemplo a la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo. Si soy de aquí y estoy haciendo cosas, he estudiado en Madrid y tengo los tips, por qué no puedo yo también acceder a esos circuitos.
S: Sí que es verdad que ahora hay un auge del folclore que me parece muy guay y es muy necesario por muchos motivos, pero creo que si yo soy un bailarín o un músico y tengo un proyecto en Castilla y León, no tendría por qué tener que hacer algo vinculado a lo tradicional para que se interpretase como arte vinculado a Castilla y León. Hay más cosas además del folclore.
Repito que es que yo soy el primer beneficiado del folclore porque ahora mismo estoy viviendo del folclore y de la tradición. Pero a la vez creo que me parece honesto hablar de la realidad de eso.
0