Gobierno y Junts pactan que el Congreso tramite la moción de confianza, pero Sánchez no se someterá a ella
El acuerdo entre el Gobierno y Junts para sacar adelante el decreto del escudo social que, entre otras medidas, revaloriza las pensiones, incluye que el Congreso tramite la proposición no de ley de cuestión de confianza que el partido de Carles Puigdemont plantea desde hace semanas. El pacto incluye un cambio en el texto de esa moción como pedían los letrados del Parlamento y que, hasta la fecha, el propio PP de Alberto Núñez Feijóo se ha abierto a pactar con los independentistas. “El Gobierno no ve necesidad de hacerlo”, ha explicado Sánchez después de anunciar el acuerdo con los independentistas catalanes, dando a entender que la tramitación no implicará que se acabe presentando por parte del ejecutivo.
“Hemos llegado a un acuerdo con Junts”, ha anunciado Sánchez, explicando que el detalle de la nueva moción será conocido en las próximas horas. “Pero, en fin, verán que lo que se reconoce es lo que dice la Constitución: que la competencia recae en la presidencia del Gobierno de España previa deliberación del Consejo de Ministros”.
Puigdemont anunció en su momento que su partido, uno de los socios de investidura del Gobierno, suspendía su apoyo parlamentario al ejecutivo central. Esto implicaba no negociar los presupuestos generales del Estado ni apoyar tampoco nuevas iniciativas en el Congreso hasta que no se resuelva su propuesta para que la Cámara debata sobre si el presidente Pedro Sánchez debe someterse a una cuestión de confianza.
Los letrados de la cámara propusieron que Junts reformulara la moción. “Cabría solicitar al grupo parlamentario autor de la iniciativa la reformulación de la misma para reforzar el carácter exclusivamente político de la misma”. El PSOE también había hecho propuestas en el mismo sentido.
Junts, que acusa a Sánchez de reiterados incumplimientos de los acuerdos firmados, haciendo hincapié en que Puigdemont y otros líderes no hayan podido acogerse a la amnistía, se desmarcó en diciembre con una exigencia inédita: que el presidente revalidase su continuidad en el cargo ante el Pleno del Congreso como condición previa a negociar los Presupuestos. El movimiento ya pilló por sorpresa en su momento a la Moncloa, que llegó a considerar que se trataba de una sobreactuación de los independentistas catalanes. Pero en las últimas semanas no han dejado de alimentar el órdago.
“Estos días nos han enseñado muchas cosas. Que a pesar de todas las dificultades y de estar en minoría parlamentaria, el Gobierno de coalición progresista es el Gobierno de los acuerdos”, ha explicado Sánchez en rueda de prensa este martes. “El diálogo, la negociación y el acuerdo son señas de identidad de mis gobiernos. No damos un partido por perdido”, ha destacado. Se ha dirigido a los grupos parlamentarios con los que ha suscrito el pacto: “Agradecimiento a los grupos que, desde posiciones alejadas, son capaces de pensar en lo común, el interés general y llegar a acuerdos en beneficio de la gente. Hemos negociado hasta la extenuación, buscado apoyos en todas partes”.
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