Euskadi prepara un nuevo decreto que dará 140 euros mensuales a las mujeres solas con hijos que sigan trabajando
El vicelehendakari segundo y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, el socialista Mikel Torres, ha firmado ya un borrador del decreto que modificará las cuantías de la renta de garantía de ingresos (RGI) que reciben los perceptores de la prestación que la compatibilizan con un empleo de baja remuneración. El plan pasa por otorgar una bonificación de 140,11 euros mensuales a las mujeres solas con menores a su cargo que decidan continuar en el mercado laboral, por abonar también entre 67 y 123 euros adicionales a las mujeres pareja de un titular de la prestación que encuentren empleo y por subir hasta los 2.335 euros el máximo mensual en doce pagas que puede llegar a cobrarse para acceder a los complementos de la RGI en caso de familias de dos adultos con tres o más menores a su cargo. Por el contrario, la otra cara de la moneda es que las personas solas o incluso las parejas podrían ver reducidos sus ingresos si sale adelante tal cual el decreto que prepara el Gobierno, aunque ahora no habrá un límite de tres años en los denominados “estímulos al empleo”, que pasan a ser indefinidos. “En otras palabras, percibirán menores ingresos mensuales, pero lo harán (o podrán hacerlo) durante mucho más tiempo”, argumenta el Ejecutivo sobre este recorte en la documentación interna a la que ha tenido acceso este periódico.
La RGI es un derecho económico creado en Euskadi para dotar de un mínimo a quienes no tienen recursos. La última reforma es reciente de 2022. Pero también es un complemento de quienes cobran salarios o pensiones bajas. Precisamente este decreto va a reformular esos estímulos al empleo, aunque siempre desde la premisa de incentivar la búsqueda activa de una colocación para que sea más ventajoso eso que permanecer indefinidamente cobrando las ayudas. Además, no se oculta que es preciso “abordar la persistencia del fenómeno caracterizado por personas ocupadas que no consiguen superar el umbral de la pobreza debido a sus bajos ingresos”. El nuevo decreto, que ahora entrará en su fase final de tramitación, sustituirá a una regulación de 2001, con Juan José Ibarretxe de lehendakari y Joseba Azkarraga de consejero del ramo. Entonces ni siquiera existía el euro y la peseta era la divisa oficial.
En mayo de 2024 eran 12.445 los expedientes de RGI de personas con un empleo, el 21% de los 58.930 perceptores totales. De ellos, 8.000 son personas solas o que viven en pareja, de modo que son los que podrán ver reducida su prestación. En algunos casos podría llegar a 229 euros esa rebaja. El Gobierno justifica que hará una redistribución “vertical” del presupuesto para primar a las familias más grandes y a las monoparentales. La memoria económica del decreto remarca que la nueva ley de la RGI de 2022 hizo crecer en cerca de un millón de euros cada mes la partida presupuestaria destinada a los estímulos al empleo porque se revisaron al alza todas las cuantías y porque estos complementos se hicieron indefinidos. Sin embargo, el nuevo sistema apenas costará “2.447,37 euros mensuales”. En concreto, la previsión es pasar de abonar 3.134.357,03 euros a gastar 3.136.804,34 euros, siempre según los datos oficiales.
Habrá un recorte de unos 600.000 euros para las unidades de convivencia de una o dos personas (incluso algunas parejas con un hijo podrían verse afectadas también) que financiarán el resto de mejoras. En esta tabla se puede ver el detalle de los cambios previstos en los abonos:
Inspiración neerlandesa
El Ejecutivo asegura tener “documentado” el “efecto negativo de la monoparentalidad sobre la probabilidad de obtener un empleo”. “Entre las personas titulares de la RGI que perciben el complemento de monoparentalidad (8.525 unidades de convivencia), en mayo de 2024 el 96,2% eran mujeres. Además, resulta muy elocuente que entre las 14.270 unidades de convivencia beneficiarias de la RGI encabezadas por mujeres que carecían de ingresos procedentes de las rentas del trabajo, el 56,8% eran hogares monoparentales”, se explica. Es por eso que se creará una “bonificación por coste de crianza”, es decir, “un estímulo complementario adicional de 140,11 euros mensuales dirigido a aquellas personas titulares de la RGI en unidades de convivencia monoparentales que accedan o se mantengan en el empleo”. “Resulta razonable pensar que esta innovación contribuirá a incrementar la tasa de ocupación en este colectivo”, creen en Economía, Trabajo y Empleo.
La RGI tiene perceptores -los titulares de la ayuda a ojos del Gobierno- y beneficiarios -sus familiares-. También se ha detectado que las parejas femeninas de los hombres que reciben la prestación no están movilizadas para el empleo. Para ello se creará una “bonificación personal” de entre 67 y 123 euros mensuales para ellas. “En otras palabras, la incorporación de la segunda persona miembro de la pareja conllevará una mayor bonificación de los ingresos salariales y, por lo tanto, provocará un incremento en la renta disponible de la unidad de convivencia. Este diseño se encuentra tímidamente inspirado en el modelo de créditos fiscales por rendimientos del trabajo de los Países Bajos, que se ha mostrado razonablemente eficaz como estímulo a la incorporación al empleo de las mujeres dentro de los hogares”, explica el Gobierno en su documentación. La 'cara B' es que reduce las cuantías para las familias de menor tamaño. “Una de las novedades introducidas por el proyecto de decreto consiste en mejorar el complemento salarial en el caso de las unidades de convivencia de mayor tamaño”, admite el Gobierno.
Por otro lado, el Gobierno va a cambiar los umbrales para poder acceder a los estímulos. La voluntad es que, en los casos extremos, hasta cobrando 2.335 euros mensuales (siempre en doce pagas y no en catorce) se puede acceder al sistema de RGI. Así será para una familia de al menos cinco miembros, dos adultos y al menos tres menores. Antes el máximo eran 1.780 euros. Para una pareja con dos hijos se sube de 1.705 a 2.125 euros y para esa misma pareja con un solo vástago de 1.630 a 1.915. Sin hijos se flexibiliza el acceso hasta los 1.705 euros frente a los anteriores 1.555. Un adulto con un menor podrá pedir RGI con hasta 1.765 euros por los 1.550 del modelo actual y, si tiene dos hijos a su cargo, los máximos pasan de 1.625 a 1.975 euros. Quedan afectados quienes viven solos: antes con hasta 1.305 euros había derecho a un complemento y ahora se cerrará la ventanilla en 1.205.
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