La Justicia confirma la pena de casi ocho años de cárcel a un hostelero que abusó sexualmente de dos trabajadoras y una menor

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Bizkaia que condenó a un hostelero de Bilbao a siete años y nueve meses de cárcel por abusar sexualmente de dos trabajadoras y de una menor de edad. El alto tribunal vasco ha rechazado el recurso interpuesto por el acusado contra la resolución de la Audiencia vizcaína, que declaró probado que este realizó comentarios “de carácter lascivo” y tocamientos sobre las dos empleadas en su establecimiento “aprovechándose de la situación de necesidad económica de estas y de su posición como jefe”. También que realizó tocamientos a una menor en la cocina del bar.
El acusado alegó, en su recurso ante el TSJPV, que se había vulnerado el principio de presunción de inocencia porque había sido condenado “en base exclusivamente al testimonio de las denunciantes”, sin que hubiera existido “prueba directa de los hechos”, ni testigos, ni imágenes. También hacía referencia a “la falta de credibilidad del testimonio” de las víctimas, a la existencia de contradicciones ewn su versión y a los “motivos espurios” para denunciarle. El TSJPV recuerda que su función, como Sala de segunda instancia, no es celebrar un nuevo juicio sobre la base de la prueba practicada en la instancia, sino en realizar un “juicio del juicio” en el que “se valida la calidad de la inferencia probatoria ejecutada por la Audiencia, su racionalidad y su motivación”.
Además, recuerda que el Tribunal Supremo ha declarado “insistentemente” que el testimonio de la víctima “puede ser tenido como prueba capaz, por sí misma, de enervar la presunción de inocencia” incluso cuando sea la única prueba disponible, “teniendo en cuenta la credibilidad subjetiva, la verosimilitud de su versión y la persistencia en la incriminación”. En este caso, el TSJPV considera que la valoración de la prueba realizada por la Audiencia de Bizkaia “no puede ser tachada de irracional o ajena a las reglas de la lógica”. Añade que los hechos declarados probados se construyen sobre la base de la declaración de las tres denunciantes, que ha sido “congruente, coherente y racional y creíble”, con “aspectos coincidentes” que “resultan reveladores” y elementos periféricos que lo “apuntalan”.
El alto tribunal vasco también precisa que no se han identificado motivos espurios “que pongan en entredicho” la “fiabilidad” de esos testimonios. A su juicio, “hay prueba de cargo” y “la valoración de la prueba efectuada por la Audiencia Provincial es razonable y razonada, suficiente para enervar la presunción de inocencia del recurrente y sustentar los hechos declarados probados”. Además de la pena de prisión, la Audiencia vizcaína impuso al acusado una libertad vigilada de cinco años tras abandonar la cárcel, que incluye el seguimiento de un programa de educación sexual. También le condenó a la inhabilitación para trabajar en la hostelería durante 7 años y 18 meses y la prohibición de comunicarse y aproximarse a menos de 300 metros de las tres víctimas durante 5 años, entre otras medidas. La sentencia del TSJPV no es firme y podrá ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
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