Michelin ‘pincha’ en Vitoria: la crisis reduce en cientos de miles la producción de neumáticos
La crisis económica está frenando en seco la producción de Michelin Vitoria. La multinacional ha anunciado una nueva reducción de los neumáticos que produce en su planta alavesa lastrada por la caída de la demanda. En el mes de noviembre dejará de producir 195.000 neumáticos de los que se destinan a la industria del automóvil. Y este no es el primer recorte sobre lo que estaba previsto. Desde después del verano la caída de pedidos ha obligado a reducir un total de 597.000 neumáticos sobre una previsión de 10,4 millones de producción a finales de año. En septiembre se recortaron 132.000, 270.000 en octubre y ahora ya están anunciados 195.000 menos en noviembre. Y todo parece indicar que en el mes de diciembre la dirección tendrá que volver a meter la tijera, porque no hay indicios de que se vaya a producir un cambio de coyuntura a corto plazo que incremente la demanda.
Michelin Vitoria, que cuenta con una plantilla de 3.500 trabajadores, está directamente afectada por la caída en la compra de automóviles y por los problemas de la industria de automoción derivados de la falta de chips que no acaban de solucionarse y ralentizan los tiempos de fabricación y, por lo tanto, de la necesidad de neumáticos. Pero, como en una demostración del 'efecto mariposa' de esta crisis económica, la planta alavesa se está viendo muy condicionada por los problemas de un sector como el de la construcción, que en principio podría parecer muy alejado del mundo de la automoción al que se destina la producción de Michelin.
La construcción, especialmente la obra civil, está sufriendo de forma muy directa las consecuencias de la crisis, especialmente tras el inicio de la guerra de Ucrania, con un fuerte incremento de los precios de los materiales que están llevando incluso a muchas empresas a dejar concursos de licitación desiertos porque ya no les es rentable comprometer unos presupuestos con la subida de la inflación. Se llevan a cabo menos obras y las que se realizan se hacen en clara contención del gasto, con lo que las empresas están invirtiendo menos en vehículos específicos para llevar a cabo este tipo de obras para los que Michelin dedica también una parte muy importante de su producción neumáticos que también se va a recortar.
De estos neumáticos para vehículos de obras, de gran tamaño, que se miden en toneladas, estaba previsto que salieran de la planta de Vitoria 91.000 toneladas. Desde el mes de septiembre ya se han recortado 2.555 tonedas. De este total, 405 se redujeron en septiembre, 430 toneladas en octubre y 520 en noviembre. Además ya está previsto parar este área de producción durante el puente de la Constitución en diciembre, con lo que se dejarán de producir 1.100 toneladas en cuatro días de los neumáticos destinados a estos vehículos.
Esta reducción de la producción que ya se ha comunicado al comité de empresa, lastrará los resultados de final de año, pero no tendrá de momento consecuencias sobre el empleo ni sobre los trabajadores más allá de que alterará los calendarios de turnos que estaban previstos, según señala Alberto Martín, responsable de CCOO en la planta.
En el mes de noviembre, por ejemplo, no se trabajará ningún fin de semana, pero “se aplican los mecanismos de flexibilidad que están pactados ya con la plantilla”. Una regulación de la flexibilidad que está en marcha desde el año 2013 y permite organizar el trabajo de la planta de acuerdo con los represententas sindicales a lo largo del año en concordancia con los picos de demanda.
Por el momento, no está previsto que este año haya una recuperación, algo que la dirección ya adelantaba al comité al final del verano con un sector del automóvil que ya venía tocado de antes de la guerra de Ucrania por la crisis de suministros. De hecho, los datos actuales no son nada buenos. Hasta el mes de septiembre en Euskadi se contabilizaron un total de 15.868 matriculaciones de turismos y todoterrenos, un 14,2% menos que el mismo periodo del año anterior, según los datos con los que cuenta las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).
Eso en cuanto a las ventas, que lógicamente también tiene reflejo en la fabricación. Según datos de Acicae, el cluster vasco de la automoción, las empresas vascas del sectro facturaron 18.351 millones de euros, todavía muy lejos de cifras previas a la pandemia, cuando las ventas superaron los 20.300 milllones de euros.
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