Ricardo Barkala deja la presidencia del puerto de Bilbao para “dar paso a una nueva tripulación”

Ricardo Barkala (Portugalete, 1955) ha anunciado este martes que deja la presidencia de la Autoridad Portuaria de Bilbao tras siete años en el cargo. Para anunciar que el lehendakari Imanol Pradales ya tiene su decisión de hacerse a un lado, verbalmente y por escrito, ha elegido un acto que no es casual: la presentación de la nueva temporada de cruceros, un aspecto en el que Bilbao se ha desarrollado hasta convertirse en puerto de referencia precisamente bajo su mandato. “Hay que dar paso a una nueva tripulación”, ha dicho.

Nombrado presidente del puerto en julio de 2018, Barkala ha declarado que, tras un proceso de reflexión, “he concluido que éste es el momento adecuado para abordar el cambio en la presidencia del puerto de Bilbao”. “Aunque sigo motivado y comprometido con los proyectos y retos del puerto de Bilbao, creo que es importante saber marcharse a tiempo”, ha señalado. Entre los motivos para tomar esta decisión Barkala ha mencionado “la velocidad de crucero que está cogiendo el Gobierno vasco liderado por el lehendakari Pradales, que está diseñando un proyecto de país a ocho o doce años, y es bueno que se dote de una buena tripulación que le acompañe en esa singladura”, ha señalado. El puerto es del Estado pero es el Gobierno vasco el que propone su cargos rectores. Barkala es del PNV.

Ha reconocido que se va con “sabor agridulce” -“me encuentro bien y con ganas”- pero ha considerado que “es la mejor decisión para el puerto, para el país” y para él mismo. La decisión de quién será su sustituto queda ahora en manos del Gobierno autonómico, que es quien propone la persona al Gobierno central. El puerto de Bilbao, como el de Pasaia, es de interés general y, por tanto, competencia estatal. Lo nombrará el Consejo de Ministros. Previsiblemente, será en el mes de junio, según ha adelantado el propio Barkala, que se ha ofrecido al lehendakari para realizar una transición tranquila en la presidencia de la institución.

En cuanto al balance de estos siete años en el cargo, ha reconocido que ha tenido altibajos con momentos muy duros “como la pandemia, que fue dramática en todos los sentidos, o el Brexit”. “Afectó a nuestro principal mercado marítimo, que es el Reino Unido, y hubo que adaptarse a que este mercado fuera un tercer país”, ha remarcado. Con todo, ha dicho que ese proceso se hizo realmente bien porque hubo colaboración por todas las partes y se planificó bien y, por lo tanto, fue “un éxito”. Por último, ha citado la poca fortuna que le supuso tener que afrontar “la huelga más importante de la historia de la estiba”, que mantuvo paralizado al puerto de Bilbao con importantes consecuencias económicas.

Barkala accedió al cargo en 2018 en sustitución de Asier Atutxa. Dejó su puesto como teniente de alcalde de Bilbao. Capitán de marina mercante de formación, también ha sido concejal del Ayuntamiento de Bilbao y viceconsejero de Empleo y Trabajo del Gobierno vasco. Intentó acceder a la presidencia del Athletic en las últimas elecciones del club rojiblanco, aunque sin éxito.

En su comparecencia este martes ha señalado que deja el puerto en “está en un momento bonito”, por lo que el siguiente presidente va a tener que afrontar retos pero, también, “va a vivir noticias bonitas y buenas al corto plazo”, ha vaticinado. Precisamente en lo que se refiere al ámbito de los cruceros, el puerto de Bilbao prevé superar esta temporada las 90 escalas, frente a las 81 llegadas del año pasado y recibir más de 150.000 cruceristas, por encima de los 137.477 de 2024. La temporada ha arrancado este pasado lunes con la llegada de su primer crucero y desde marzo a diciembre recibirá en sus instalaciones de Getxo buques con esloras comprendidas entre los 104 y 340 metros, de los que nueve harán noche, tres tendrán operativas significativas de embarque y volverán a coincidir, asimismo, dos cruceros en un mismo día en unas diez ocasiones y tres cruceros coincidirán durante dos días. Barkala ha señalado que el objetivo, con esas previsiones positivas es “no morir de éxito” y enfocar la gestión hacia una actividad centrada en la calidad sostenible y una oferta de destino diversificada por toda la geografía de Euskadi.