España y Portugal coordinan el AVE Madrid-Lisboa, y la ayuda técnica española en territorio luso
Los secretarios de Estado de Infraesctucturas y Transportes de España y Portugal se han reunido en Madrid para coordinar las conexiones ferroviarias transfronterizas y en especial la Madrid-Lisboa, lo que requiere tomar acuerdos técnicos y de plazos sobre los sistemas de electrificación, control de tráfico y comunicaciones, y formación de maquinistas y otro personal, para que haya una total compatibilidad entre la red española y la lusa.
Según el comunicado del Ministerio español de Transportes, la conexión Oporto-Vigo pasaría a segundo plano, y otras como la Salamanca-Aveiro, o la aún inexistente Sevilla-Faro, ni se mencionan.
De la reunión, celebrada ese jueves, hay que destacar también que se ha hablado de la posibilidad de ayuda técnica desde España, del gestor de las infraestructuras ferroviarias Adif a su homólogo luso IP (Infraestruturas de Portugal), para instalar en las vías portuguesas el sistema europeo de regulación del tráfico de alta velocidad ERTMS, que comprende a su vez un conjunto de subsistemas como el ETCS, de control del movimiento de los trenes y que es el que se está empezando a probar, una vez instalado, en el futuro tramo de alta velocidad Badajoz-Plasencia.
La ayuda técnica española se refiere a la fase de pruebas del ERTMS al otro lado de la frontera, y el primer tramo luso que dispondrá de esa novedad va a ser el de alta velocidad Évora-Elvas.
2030 Madrid-Lisboa
El secretario de Estado de Transportes español, José Santano, ha reiterado el compromiso de España de cumplir con el Reglamento de la Red Transeuropea, “clave para el impulso del transporte europeo sostenible y la cohesión social y territorial de la Unión Europea”. Esto quiere decir que oficialmente se sigue afirmando que la alta velocidad Madrid-Lisboa estaría funcionando en el año 2030, una promesa que resulta totalmente matizable y prácticamente descartable.
Según el texto oficial del Gobierno español tras la reunión, “ambos responsables han acordado seguir trabajando en la construcción de la línea de alta velocidad Madrid-Lisboa con la firma de la Decisión de ejecución de la Comisión sobre la conexión transfronteriza ferroviaria”.
Los dos secretarios de Estado “se han emplazado a continuar trabajando en estas conexiones y a impulsar para ello los trabajos del Grupo de Coordinación sobre Conexiones Ferroviarias España-Portugal. España y Portugal así lo acordaron en la Declaración Conjunta de la Cumbre de Faro; el trabajo de este grupo permitirá la plena alineación de todas estas conexiones, garantizando las condiciones necesarias de intermodalidad, asociados a la alimentación eléctrica, las telecomunicaciones, la señalización y la formación de maquinistas y demás personal operativo”.
“Además del resto de conexiones, en el transcurso de la reunión también se han referido a la conexión Vigo-Oporto. Las dos partes coinciden en la importancia de seguir impulsando esta unión a ambos lados de la frontera, un punto fundamental en las conexiones ferroviarias entre España y Portugal”.
Pero sin tren directo
Para 2026 se espera que entre en funcionamiento -tras ocho años de obras- el nuevo tramo ferroviario, con características de alta velocidad, Évora-Elvas, que evitará dar el gran rodeo que tendría que hacer actualmente un tren que fuera desde Madrid a Lisboa.
Habrá conexión, sí, pero no tren directo dado que de momento son incompatibles los sistemas español y luso de control de velocidad y tráfico de los trenes. Por eso el Ministerio portugués de Transportes acaba de afirmar que en ese año habría un servicio de la empresa pública CP entre Lisboa-Évora-Elvas (Intercidades), y en esta última localidad sería necesario trasbordar a un tren de Renfe (servicio Alvia con S-730) para el trayecto Elvas-Madrid, con una duración de seis horas y media; la voluntad expresada meses atrás por Renfe era llegar hasta Évora.
La falta de compatibilidad, lo que impediría a un tren de Renfe con origen Madrid llegar hasta Lisboa, se produce entre Évora y Lisboa donde las vías usan el sistema luso de control de velocidad Convel, que solo se existe en esa país, y cuya compatibilidad con los que se usan en España, Asfa o el futuro ERTMS/ETCS en la línea extremeña, no ha sido desarrollada técnicamente, posiblemente porque el Convel es un lenguaje obsoleto y que tenderá a desaparecer cuando Portugal vaya incorporando en sus líneas internacionales el ERTMS.
De ahí que en la reunión de este jueves en Madrid, de los números dos de ambos países en cuestión de Infraestructuras y Transportes, se hayan dado prisa en los trabajos de compatibilidad de todos los sistemas y personal.
“Finalmente”, dice al respecto el comunicado oficial español, “los secretarios [de Estado] han conversado sobre la posibilidad de colaboración entre ADIF y la portuguesa IP para poder llevar a cabo pruebas de las implementaciones de ERTMS por parte lusa.
El compromiso portugués para tener ERTMS también entre Évora y Lisboa es para el año 2030.
Presionar a Francia
La línea Madrid-Lisboa, como la Aveiro-Salamanca, pertenecen al corredor atlántico europeo (principalmente para mercancías), pero Francia lo tiene congelado en lo que respecta a su comunicación con la Península Ibérica, no muestra interés alguno ni está haciendo obras de conexión.
Por eso José Santano y su colega portugués Hugo Espírito Santo “han subrayado la importancia del Corredor Atlántico, así como el compromiso de ambos países para su desarrollo. Adicionalmente, ambos han mantenido su compromiso en mantener una posición conjunta ante la UE y Francia para lograr que ésta acelere el desarrollo de la infraestructura en su territorio de los tramos transfronterizos de ambos corredores [también el Mediterráneo]”.
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