Ucrania no saldrá de la cumbre que la OTAN celebra el próximo mes en Lituania con un calendario concreto de fechas para unirse a la alianza militar. Lo que sí le ofrecerán, con un consenso cada vez mayor entre los principales miembros de la OTAN, es una vía rápida de ingreso para el momento en que le hagan una oferta de adhesión, una propuesta que va a decepcionar al presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
Los miembros de la alianza también ofrecerán garantías de seguridad posconflicto a Ucrania, pero fuera de las estructuras formales de la OTAN. Lo más probable es que sea un compromiso general de protección frente a ataques de Rusia. Se espera que también mantengan el envío de municiones y que sigan asistiendo a las fuerzas armadas ucranianas para hacerlas más convergentes con las de la OTAN. Pero no se esperan propuestas específicas de armamento, sino compromisos generales y de alto nivel.
Según los países que ocupan el centro de las negociaciones, la falta de acuerdo es normal en el período previo a una cumbre de miembros de la OTAN. Pero esperan que se reconozca como un avance, con relación a todo lo ofrecido antes al país, la posibilidad de eximir a Kiev de cumplir con las condiciones que incluye el laborioso plan de solicitud de ingreso [MAP, por sus siglas en inglés] para incorporarse de manera casi automática una vez que haya recibido la invitación. A Finlandia y Suecia se les ha propuesto ingresar en la OTAN sin necesidad de completar un MAP.
También es posible que la OTAN mejore su actual relación política con Ucrania, pasando de la Comisión OTAN-Ucrania vigente hoy a un Consejo OTAN-Ucrania, una renovación que otorga un estatus superior a Ucrania en las reuniones conjuntas. Según un diplomático, es poco probable que vaya a significar gran cosa para el soldado ucraniano medio en el frente, pero insiste en que tiene un valor real.
De acuerdo con la embajadora de EEUU ante la OTAN, Juliette Smith, el paso al formato de Consejo “modificaría la dinámica fundamental” porque Ucrania asistiría como uno de los 32 asistentes, y no en el formato actual de 31 más 1, lo que cambiaría los posibles puntos del orden del día, algo que Estados Unidos acoge con satisfacción, según Smith.
Desacuerdo por el estatus de Ucrania
Hace tiempo que todas las partes reconocen que Ucrania no puede convertirse en miembro de la OTAN mientras está en medio de un conflicto. Pero a Kiev, con el respaldo de los países bálticos y de Polonia, le gustaría fijar una fecha o un calendario para su adhesión una vez finalizado el conflicto. La propuesta es que de la cumbre de Vilna, la capital lituana, salga un compromiso de incorporación.
Sin una fecha y sin condiciones claras a cumplir por Ucrania para obtener automáticamente el estatus de miembro de la OTAN, Kiev acusará a la alianza de repetir la promesa de adhesión que ya le hizo en abril de 2008 durante la cumbre de Bucarest, cuando anunció que había acuerdo para que Georgia y Ucrania se convirtieran un día en miembros de la OTAN.
Los países occidentales dicen que el enfado de Ucrania sería perfectamente comprensible, pero insisten en que las palabras elegidas en la redacción del próximo acuerdo y los compromisos de seguridad pueden significar una mejora.
La pertenencia plena a la OTAN otorga a sus miembros un paraguas de seguridad gracias al compromiso de autodefensa colectiva del Artículo 5.
En un momento tan crítico se considera primordial mantener la unidad de la alianza militar. Probablemente, Vladímir Putin sea el único beneficiado de una cumbre con tensiones y las distintas partes enfrentándose por el futuro estatus de Ucrania en la OTAN.
Otro de los asuntos previstos para la cumbre de Vilna es el intento de obligar a todos los miembros de la OTAN a destinar un 2% de su PIB a defensa.
Veto turco a Suecia
Los preparativos de la cumbre han sufrido un revés cuando el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho que Suecia no debe esperar un cambio de posición de Ankara sobre su candidatura a la OTAN en la cita del mes que viene mientras siga sin impedir las protestas que se organizan en Estocolmo contra el Gobierno turco.
Durante un vuelo de regreso de Azerbaiyán, Erdogan ha dicho a los periodistas que Turquía no puede abordar favorablemente la candidatura de Suecia a la OTAN mientras haya “terroristas” protestando en Estocolmo. También afirmó que la postura turca iba a ser claramente expresada en las conversaciones que han tenido lugar este miércoles con representantes suecos en Ankara. Erdogan hizo las declaraciones antes de la reunión de autoridades de Turquía, Suecia, Finlandia y la OTAN para tratar de superar las objeciones turcas que están retrasando la solicitud de ingreso sueca.
En una rueda de prensa, la embajadora estadounidense Smith insistió en que Suecia ya estaba preparada para la incorporación.
Turquía también ha estado intentando que el Congreso de Estados Unidos levante la prohibición de vender aviones F-16 a Ankara, pero la secuencia que busca Estados Unidos es acordar el ingreso de Suecia en la OTAN antes de levantarla.
Traducido por Francisco de Zárate.