El duelo tras el fallecimiento de una persona cercana: “Hay veces que solo necesitamos que alguien nos coja la mano y llorar”

Una mujer caminando. EFE/ Raquel Manzanares

Laura Olave Lozano

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En un año y una semana Delia Mesas perdió a sus padres. Su madre falleció de repente. “Llevaba unos días con dolor de estómago y no tenía ganas de comer. La mañana que iba a hacerse análisis de sangre, se desmayó y falleció en el pasillo, en brazos de mi padre”. Un año y una semana después se despedía de él. “A raíz del fallecimiento de mi madre, mi padre se quedó tristón, con mucho sueño, pero no quería ir al médico porque no le dolía nada... Un día me lo encontré dormidito en su cama”. Comenzaba así una época marcada por sentimientos negativos. Se sentía sola a pesar de estar rodeada de gente, se sentía triste y enfadada hasta que la psicóloga de su trabajo, la Asociación Española contra el Cáncer en La Rioja, le habló y le recomendó participar en un taller de duelo.

En los talleres encontró un lugar en el que "poder hablar de ese dolor, de su experiencia, poder estar con personas que están en la misma energía que tú, que sufren como tú

Delia Mesas, participante del Taller de Duelo del Ayuntamiento de Logroño

Fue así como llegó a los talleres de duelo que ofrece el Ayuntamiento de Logroño. Mucho más que un taller para Mesas porque allí encontró un espacio en el que podía “hablar de ese dolor, de su experiencia, compartir con personas que estaban en la misma energía que tú, que sufrían como tú”. Así, y durante las diez sesiones semanales de hora y media, Mesas y el resto de participantes, recibieron información sobre las emociones y sentimientos relacionados con la pérdida facilitando su expresión, su identificación y normalización. Un espacio en el que adquirir capacidades y habilidades cognitivas y conductuales para mejorar la vida de las personas dolientes. Porque muchas veces, y a pesar de las mejores voluntades, familiares y amistades no saben cómo pueden ayudar porque no son profesionales.

Hay veces que solo necesitamos que alguien nos coja la mano y llorar

Delia Mesas, participante del Taller de Duelo del Ayuntamiento de Logroño

“Una de las cosas que nos enseñaron en el taller es pedir y decir a las personas que tenemos alrededor qué necesitamos y cómo nos sentimos porque hay veces que solo necesitamos que alguien nos coja la mano y llorar”. Un saber pedir que las personas de alrededor reciben como una liberación. “El saber pedir lo que necesitamos y decir cómo nos sentimos es como una liberación para las personas de nuestro entorno que descubren cómo te pueden ayudar y saben cómo como hacerlo”.

“Un apoyo a un momento del ciclo vital”

Delia Mesas fue una de las participantes del último taller que comenzó el pasado mes de octubre y finalizó este mes de enero. Ana Campos es la jefa de sección de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Logroño y recuerda que el origen de estos talleres de duelo se remonta a los años de la COVID porque “los duelos generados tras la pandemia tenían unas características especiales”. La pandemia terminó, pero no así estos talleres que continúan porque son sanos para todos, también para las personas que perdieron a alguien después de la pandemia. “Son un apoyo a un momento más del ciclo vital, porque eso es lo que hacemos desde los servicios sociales municipales, acompañar a las personas en cualquier momento de su ciclo vital dándoles las herramientas, soportes y apoyos necesarios para que puedan transitar por los diferentes momentos de la vida y la pérdida de un ser querido es un momento complicado”.

Y es que según esta experta tras el fallecimiento de una persona cercana, la persona que se queda (doliente) debe superar un proceso, un duelo para recuperarse. “Tiene afectaciones a nivel emocional, de comportamiento e incluso cognitivo porque la pérdida impacta mucho y este impacto y esta afectación influye en muchas esferas de la vida”. Las personas dolientes además de estar tristes y sentir culpa o rabia ven como su día a día es más duro, tienen alteraciones de sueño, afecta a la alimentación...“y si todo esto se enquista, puede llegar a afectar a la salud”. De ahí la importancia de superar el proceso porque “transitar el duelo no es olvidar a la persona que se ha ido ni mucho menos, sino darle otro espacio en nuestra vida para poder recuperarla y que no nos afecte tanto ese dolor”.

Y en este proceso, las asistentes a estos talleres también aprenden a desterrar los mitos que rodean al duelo. Es habitual, relata Campos, “escuchar frases como venga, que hace mucho tiempo que ha fallecido o el tiempo lo cura todo. Y sí, el duelo es un proceso y como tal necesita tiempo, pero las personas dolientes también necesitan ser conscientes de lo que les está pasando y entender que el duelo no es igual para todos los miembros de la familia. Saber y entender que la pérdida de una misma persona puede afectar de forma diferente a los miembros de una misma familia les relaja y alivia porque si me puedo entender yo, también puedo entender al otro”.

Delia Mesas optó por este taller de duelo para superar la pérdida de sus padres. “Llegué con un vacío en el pecho importante, con sentimientos de soledad, a pesar de estar rodeada de gente, con sentimientos de angustia, lloraba con facilidad y estaba muy sensible”. Ahora, diez sesiones después confiesa que ese vacío ya no es tan grande y está más tranquila. “Dejar de llorar a las personas que hemos perdido no significa que las hayamos olvidado, he aprendido a quedarme con los momentos buenos y comprender que la vida tiene un final. En este taller nos han enseñado a ver la muerte como parte de la vida, que es como deberíamos verla en definitiva”. Y aunque el taller ha terminado, Mesas y el resto de compañeras siguen quedando y compartiendo sentimientos. “Tenemos un grupo de WhatsApp y cada semana nos juntamos en una cafetería, seguimos en contacto porque hablar de lo que nos ha pasado nos da mucha paz. Ojalá estos talleres fueran más largos y tuvieran más continuidad”, concluye.

Cómo y dónde puedes apuntarte

Los talleres de duelo para la población general comienzan el 1 de febrero y se desarrollarán los jueves de febrero y marzo, de 18:00 a 19:30 en el centro de servicios sociales Acesur (c/ Múgica, 27, entrada por plaza Acesur). A lo largo de las distintas sesiones del taller se ofrecerá información sobre las emociones y sentimientos relacionados con la pérdida, facilitando su expresión y su identificación y normalización. 

Supone también un espacio en el que poder adquirir capacidades y habilidades cognitivas y conductuales para mejorar la vida de las personas dolientes. 

También se organizan talleres de duelo para personas mayores de 75 años, en este caso los lunes, de 11:45 a 13:15 horas, a partir del 18 de febrero, en el centro de servicios sociales Fontanillas (C/ Poniente, 14). 

Las inscripciones para los talleres de duelo ya están abiertas. Para formalizar las inscripciones o recibir más información sobre esta iniciativa se puede acudir al servicio 010, los centros de servicios sociales o la Unidad de Servicios Sociales del Ayuntamiento (teléfono 941277070). 

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