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Cinco años después, Madrid no olvida: “Que las residencias estén en manos de empresas privadas es un veneno social”

Manifestación de Marea de Residencias en Madrid

Guillermo Martínez

15 de febrero de 2025 14:33 h

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Casi cinco años después del inicio de la pandemia de Covid-19, en Madrid no olvidan lo sucedido en las residencias de mayores. En torno a medio centenar de personas se han concentrado esta mañana en la Puerta del Sol, frente a la sede del Gobierno regional, convocadas por la Marea de Residencias y la Plataforma por la Remunicipalización de los Servicios Públicos, donde más tarde ha confluido la manifestación de las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) que también se han manifestado por el centro de la capital. 

Durante la movilización han denunciado las 20.000 personas que murieron en tan solo dos meses en las residencias de mayores de toda España, de las que casi la mitad, 9.470, vivían en centros madrileños. Sin embargo, un número ha protagonizado la concentración: 7.291, justo las personas a las que entre marzo y abril de 2020 “se le negó la asistencia sanitaria en residencias sin recursos por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid”, ha explicado Carmen López, portavoz de Marea de Residencias. 

Ángel Luis Parras ha sido una de las personas que ha decidido salir a las calles esta mañana de sábado en la que el sol ha jugado al escondite con las nubes: “Lo peor que puede pasar cuando se comete un crimen es que haya impunidad, eso es lo más infame de todo”, ha recalcado. A nadie le ha pasado desapercibido que hubiera poca gente en la protesta. “Hay que hacer mucha más pedagogía y que la gente conozca las razones por las que estamos aquí”, ha comentado.

López, por su parte, ha asegurado que tampoco esperaban mucha más gente. “Queremos convocar una concentración cada mes cambiando de sitio, y mantener eso es complicado. Los movimientos sociales tienen muchos frentes abiertos y a veces es normal que no lleguemos a todo”, ha añadido. De todas formas, ha reivindicado que toda la sociedad debería solidarizarse con esta lucha: “Los que están en las residencias no se pueden defender, tenemos que ser nosotras”. A su alrededor, paraguas de colores llamativos guiaban a las riadas de turistas en los free tours que poblaban la plaza.

La “catástrofe” que se podría volver a repetir

Desde Marea de Residencias han remarcado que “esta tragedia no fue casual, intervinieron diversos factores, además de una gestión perversa de la pandemia, y también fue consecuencia directa de una mercantilización absoluta del sistema de cuidados de todo el estado”. También han denunciado que, transcurridos cinco años de lo sucedido, no se han tomado medidas para evitar que se repita la “catástrofe”, en sus propios términos.

“Exigimos que todas las Administraciones, a todos los niveles, se hagan cargo de los derechos de las personas más vulnerables”, ha reivindicado López mientras, de fondo, no dejaban de corearse cánticos como “no son muertes, son asesinatos”, “fuera fondos buitre de las residencias” y “no al maltrato institucional”. Según el colectivo, “la Comunidad de Madrid no solo no gestionó a favor de los mayores, sino que les avocaron a una muerte segura e indigna”, ha añadido la portavoz.

La madre de López es una de las miles que murieron en aquel fatídico año 2020. Residía en la residencia Los Frailes, en Leganés, pública de gestión privada. “Los dos primeros meses de la pandemia murieron unas 40 personas, y las primeras hospitalizaciones las hicieron muy tarde”, introduce. Su madre llegó al hospital Severo Ochoa el 5 de abril, y falleció el 1 de mayo. “La primera sospecha de Covid que tenía la residencia databa del 14 de marzo y los cuatro días antes de llegar al hospital sé que mi madre estaba agonizando. ¿Por qué no la trasladaron antes?”, se pregunta.

Paulatina privatización de lo público

En realidad, esa es la pregunta que se siguen haciendo miles de ciudadanos en Madrid, como Loreto Nebrada. Ella es jardinera municipal en Madrid y ha exclamado que “queremos que el dinero de nuestros impuestos se destine a servicios públicos de calidad y no a empresas privadas que solo buscan beneficios”. Mientras sostenía una pancarta de la Plataforma por la Remunicipalización de los Servicios Públicos, Nebrada ha defendido que “es importante aunar luchas para conseguir unos servicios públicos de calidad”.

Desde Marea de Residencias han criticado que en España los distintos gobiernos que se han sucedido durante décadas, tanto estatales como autonómicos o municipales, “han hecho uso de diversas fórmulas de privatización de los servicios públicos, recortando los derechos de la ciudadanía en general pero especialmente los de las personas de mayor vulnerabilidad, las receptoras de los cuidados: las usuarias de las residencias y del SAD”, han denunciado a la vez que trabajadores precarios vestidos de personajes infantiles competían por una foto que les granjeara algo de dinero.

Una Ley Estatal que asegure una atención digna

En este sentido, el colectivo ha demandado la aprobación de una Ley Marco Estatal que garantice la dignidad y los derechos de todas, con mecanismos que permitan revertir la privatización de los servicios y que estimulen la construcción de suficientes residencias de titularidad y gestión 100% públicas en función de la población existente en cada comunidad.

Esta pretendida ley también debería recoger, según sus defensores, que las residencias estén ampliamente dotadas de personal acorde a la situación de dependencia y número de residentes, así como que ponga en valor “la labor fundamental de las profesionales del sector de la dependencia”, han añadido. “De esta forma se podría evitar que se vuelva a discriminar como se hizo a todo un colectivo únicamente en función de su edad y discapacidad”, ha explicado López.

Desde Marea de Residencias también han recordado el informe que el Tribunal de Cuentas Europeo publicó en 2018 en el que criticaba la injerencia privada en el sector público y recomendaba a los Estados miembros que no promovieran modelos de gestión público-privada. “En este Informe se advierte de que la relación calidad-precio y la transparencia se vieron considerablemente comprometidas, en concreto por una política y una estrategia poco claras”, han apuntillado.

Por eso, consideran que “las privatizaciones de los servicios públicos provocan el deterioro de los servicios, el despilfarro para las arcas públicas, la precariedad laboral de las personas que esas empresas contratan, y el impacto negativo que produce en nuestras vidas”. 

Las trabajadoras del SAD llegan a Sol

Cuando el reloj de la Puerta del Sol ya había marcado las 12:30 horas, en torno a mil manifestantes han entrado al kilómetro cero desde la calle Alcalá, provenientes de la plaza de Cibeles. Ataviadas con sus uniformes de trabajo, batas blancas, las trabajadoras del SAD han hecho escuchar sus voces al grito de “estas son las manos que te cuidan” y “Ayuso esto es un abuso”.

Agustina Cabal, a sus 62 años, lleva 18 trabajando para el SAD: “Estamos aquí porque tenemos un salario ínfimo, el SMI, y somos trabajadoras que cuidamos a personas dependientes y con enfermedades mentales”, ha explicado. Cerca de ella estaba Evlelys Olgui, mujer migrante, el perfil mayoritario en el sector. Esta trabajadora ha denunciado que “somos invisibles, cuando realmente realizamos un trabajo esencial”. La manifestación ha pedido la aprobación de los nuevos pliegos que vendrían a mejorar sus condiciones laborales.

Lucha social para frenar la privatización

En torno a las 13:00 horas ha comenzado la lectura del comunicado final por parte de Marea de Residencias. Las pocas decenas de personas que todavía quedaban en este reivindicativo kilómetro cero, arropadas por las cientos de trabajadoras del SAD, se han agolpado en torno a una pancarta que defendía “la dignidad de las personas mayores, con diversidad funcional, trabajadorxs y familiares”: “En Marea de Residencias estamos hartas de que se siga tratando a los cuidados, una labor fundamental para la vida, como si fuera la ”Cenicienta“ de los servicios públicos. Haciendo negocio como si no estuvieran mercadeando con la vida misma”, han denunciado.

Asimismo, han reivindicado terminar con “el desprecio a los cuidados, el desprecio a quienes cuidan, el desprecio a las personas mayores y las personas dependientes”. Sobre la escasa oferta residencial pública, el manifiesto ha recogido que el hecho de “que las residencias y los cuidados estén en manos de las empresas privadas y de los fondos buitres es un veneno social”.

El colectivo considera que si no se gestiona de forma pública no se podrá terminar con la mala alimentación en estos centros; el trato deshumanizado hacia las personas mayores; la falta de personas, la ausencia de controles por parte de la Administración; los “horarios infrahumanos” de las trabajadoras del SAD; ni con los perjuicios que sufren estas profesionales por exigir el reconocimiento laboral de sus enfermedades. “No se va a acabar con nada de esto, mientras los tentáculos de las empresas privadas y de los fondos buitre sigan extendiéndose y sembrando miseria y precariedad”, han apuntillado.

“Nos vamos a seguir manifestando para exigir justicia, para que no vuelva a suceder algo así, y para que en ningún caso puedan prescribir los delitos denunciados”, han dicho en referencia a las 7.291 víctimas de coronavirus que murieron sin asistencia sanitaria en residencias de la Comunidad de Madrid.

Por último, Marea de Residencias ha realizado un llamamiento a la movilización: “Que la precarización de los servicios públicos no avance depende de nuestra lucha social. Que no se siga depreciando a los cuidados, a quienes cuidan y a quienes reciben cuidados, pasa por nuestra lucha social”. Hoy, 15 de febrero de 2025, a falta de un mes para celebrarse el primer lustro de la llegada de la pandemia de la Covid-19, Madrid vuelve a demostrar que no olvida.

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