Resuelto el misterio de los nuevos bancos de Madrid: de hormigón, diseño de un premio Pritzker y a prueba en Chamberí

Ni un mensaje de paz ni un homenaje al Real Madrid. Despejada la incógnita del polémico banco de blanco impoluto que ha aparecido en la capital. Este elemento urbano, muy criticado pero también defendido en redes después de una publicación del concejal Antonio Giraldo, se ha instalado en pruebas en el barrio de Almagro, una de las zonas más lujosas de Chamberí.
El banco en cuestión es el modelo Vilnius de la empresa barcelonesa Escofet. Está fabricado en hormigón, con el objetivo de que sea “más duradero y de bajo mantenimiento”, según indican desde el Gobierno municipal, desmintiendo así la afirmación inicial de Giraldo, portavoz del PSOE en la Comisión de Urbanismo, que apuntaba al plástico como principal material y luego rectificó. Desde el Ejecutivo de Cibeles lo definen como un asiento “muy cómodo”.
El banco está fabricado en hormigón uhpc de altas prestaciones, aunque es más ligero que otros modelos de este mismo material. Desde la empresa fabricante aseguran que su durabilidad es superior a 30 años gracias a sus materiales y a su “fácil limpieza”, gracias a un revestimiento antigrafiti. También destacan su color beige, que disminuye su temperatura superficial en los meses de verano.

El Vilnius nació como una instalación dentro de un proyecto del espacio público alrededor de la Feria de Barcelona, siguiendo un proyecto del arquitecto japonés Toyo Ito, premio Pritzker en 2013, y de Óscar Tusquets. El instalado en Madrid es la versión de dos metros de largo con reposabrazos metálico.
Además de su tono claro, un elemento destaca en su diseño: la hendidura en su parte central para desaguar la posible acumulación de lluvia en la base de su respaldo.

Los primeros bancos de este tipo se han colocado en lugares cercanos a la glorieta de Rubén Darío, junto a otros bancos clásicos de madera que -hemos probado las diferencias- resultan menos cómodos en la comparación.
“De momento no se plantea instalarlo en otras ubicaciones de la ciudad”, aclaran a Somos Madrid fuentes del Ayuntamiento. La iniciativa de llevar estos nuevos asientos a las calles es del área de Urbanismo. Otros departamentos del Ayuntamiento están apostando por modelos de bancos de madera, como los que el área de Obras colocó recientemente en la cercana plaza de Olavide.

Alabanzas por evitar la hostilidad, críticas por una estética “cuestionable”
El particular diseño del banco le ha reportado opiniones para todos los gustos en redes sociales. “Un lienzo en blanco para artistas”, comentaba una usuaria de BlueSky al desconocer el revestimiento antivandalismo. “No lo veo con estética ni calidad de mobiliario urbano”, indicaba otra persona en X (antes Twitter).
En cuanto a los elogios, la mayoría se centran en que no se apuesta por el diseño hostil, una concepción que ha proliferado en este tipo de bancos para evitar que las personas sin hogar los utilicen para dormir o descansar. “Será más feo, pero es menos hostil que los del reposabrazos a la mitad”, sintetiza un perfil que contesta a Giraldo en BlueSky.
El edil mostraba sus dudas con este mensaje: “Cierto que tiene respaldo (bien) y no es de piedra (bien en verano), pero la estética es francamente cuestionable. Y el color...”. Otras contestaciones valorban en cambio el atrevimiento de la propuesta: “A mí que al fin hayan flexibilizado o renovado el catálogo de elementos de mobiliario me parece una noticia mejor que el diseño del banco”.
Claro que quizá la opinión más extendida y sintética fue la vertida por otro usuario de X: “Horroroso de feo, pero parece cómodo”. De momento, para contemplarlo con los propios ojos y formarse una opinión propia hay que desplazarse hasta el corazón de Chamberí.
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