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Las pruebas de los pagos con fondos reservados al chófer que espió a Bárcenas

Recibí firmado por Sergio Ríos

Pedro Águeda / Laura Galaup

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El policía que se infiltró en casa de la familia del extesorero del PP, Luis Bárcenas, estuvo cobrando durante dos años 2.000 euros al mes del Ministerio de Interior con el Gobierno de Mariano Rajoy por recabar información y documentos del extesorero del Partido Popular cuando este amenazaba con tirar de la manta. El sumario de la Operación Kitchen aporta las pruebas de los pagos efectuados con cargo a los fondos reservados a Sergio Ríos, el topo que se infiltró en el domicilio de la familia como chófer de la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, y al que Interior premió después con un puesto de funcionario en la Policía Nacional. 

Mensualmente desde julio de 2013 a abril de 2015 Ríos firmaba un recibí en el que confirmaba que cobraba 2.000 euros “por los gastos contraídos con ocasión de las gestiones y/o asesoramiento en materia de prevención, seguridad y otras, efectuadas durante el mes en curso”. El texto de conformación de los cobros que suscribió durante años es idéntico, a veces en papeles manuscritos y otras con documentos más elaborados que servían para justificar el gasto de los fondos reservados. La Fiscalía Anticorrupción ya determinó en el escrito que elaboró sobre este dispositivo parapolicial que al chófer de la familia Bárcenas se le había puesto esa asignación mensual para conseguir información del extesorero del PP e imputó a Francisco Martínez, exsecretario de Estado de Seguridad entre 2014 y 2016, que en documentos incautados por la policía ha señalado a quien fue su jefe, el ministro del Interior, Jorge Fernández díaz. elDiario.es reproduce en esta información varios ejemplos de los comprobantes de esos pagos.

En el informe presentado ante el juez se realiza un desglose del dinero abonado a Ríos: durante los meses investigados el chófer de Bárcenas recibió un extra de 50.000 euros divididos en 25 mensualidades de 2.000 euros. A esa cantidad hay que sumarle 2.574,53 euros en concepto de gastos por comida, café y aperitivos, 496,65 euros por transporte y 195 euros sin concepto. El informe policial incluye albaranes, facturas y tickets de restaurante presentados a Interior y sufragados con cargo a los fondos reservados.

A cargo de ese presupuesto del Ministerio del Interior no solo se costearon comidas, transportes, aparcamiento del coche, desplazamientos en taxi y “café-aperitivos” consumidos por Ríos, también figura entre los documentos recopilados por la Dirección General de la Policía el siguiente concepto: “700 euros, compra pistola para ‘cocinero”, el nombre clave con el que los agentes que formaban parte del operativo se referían al topo que consiguió penetrar en casa del extesorero del PP. El arma, una pistola glock, fue adquirida el 4 de diciembre de 2013 por el comisario Enrique García Castaño en la Armería San Huberto, ubicada en el barrio de Chamberí. 

El sumario acumula páginas y páginas de tickets que Ríos fue presentando para acreditar sus gastos diarios. Consumiciones en establecimientos de comida rápida, como Burguer King o Vips, pero también hay almuerzos en muchos restaurantes situados en el barrio de Salamanca, en calles cercanas al domicilio de la familia Bárcenas. Por ejemplo, en el restaurante Ponteareas, situado en la calle Claudio Coello, el 21 de octubre de 2014 el chófer de Iglesias aportó una cuenta de 97 euros para una comida que compartió con otra persona, pidieron anchoas, ensaladilla, merluza y un par de cervezas. Ocho días después almorzó junto a dos personas más en La Torcaz, ubicado en la calle Lagasca. Saldaron la sobremesa con una cuenta de 178 euros, entre los platos figuran verdinas, pato, alcachofas rellenas y merluza. 

Durante las conversaciones mantenidas en aquellos meses entre el excomisario Villarejo y el chófer de Iglesias el primero requiere al topo infiltrado en la familia del extesorero que busque información comprometedora que pueda tener Bárcenas sobre Cospedal y Rajoy, según detalla los investigadores de Asuntos Internos en el informe que han elaborado durante la investigación de la Operación Kitchen. Los agentes detallan que este operativo “se trataría de una operación encaminada a la localización de documentos y archivos comprometedores con dirigentes del Partido Popular, la cual habría tenido un resultado positivo y estaría coordinada por el entonces secretario de Estado de Seguridad (con conocimiento de El Asturiano y El Largo) sin que exista constancia hasta el momento de que el material incautado haya sido obtenido en el procedimiento judicial”.

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