El Sáhara y la vivienda rompen los bloques en el Congreso
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Dos leyes dispares han dejado este martes una extraña geometría en las votaciones del Congreso. En ciertos temas, como los de esta sesión, los bloques políticos se deshacen y los socios de investidura toman caminos separados. El PP ha facilitado con su apoyo que salga adelante la tramitación de una iniciativa de Sumar sobre la nacionalidad a los saharauis y a continuación el grupo plurinacional ha tumbado junto al resto de fuerzas de izquierda una ley para reformar la ley del suelo que impulsaban el PNV y el PSOE.
“La exposición de motivos del texto presentado no es falsa”, ha dicho desde la tribuna el diputado de Vox, José María Sánchez, acerca del proyecto de ley sobre el Sáhara que sometía a consideración Sumar en el primer punto de la tarde, prácticamente un piropo teniendo en cuenta la distancia ideológica que separa a ambas formaciones. La extrema derecha, que luego ha estado a punto de ensalzar el franquismo en su intervención, ha acabado de hecho absteniéndose en ese texto.
La ley que presentaba el grupo plurinacional se empezará a tramitar en el Congreso gracias al apoyo del PP, esa abstención de Vox y el resto de socios del bloque de investidura excepto el PSOE, que se ha quedado solo en una iniciativa sobre el Sáhara. Parte de la rareza de esta fotografía tiene que ver con el giro en la postura histórica de España con respecto a Marruecos, Argelia y su excolonia que emprendió el Gobierno durante la legislatura pasada.
El diputado del PP, Carmelo Barrio, ha aprovechado ese hito para criticar al PSOE. “Una misiva [de Pedro Sánchez a Marruecos] que complacía de una manera forzada, de una manera ilógica, pretensiones unilaterales que no se sostienen hoy por las Naciones Unidas ni por el derecho internacional”, ha dicho durante su intervención.
El PSOE, que se ha debatido entre el 'no' y la abstención durante todo el día, ha acabado rechazando el texto, como ya hizo durante la legislatura pasada con una ley muy similar de Unidas Podemos, que terminó dibujando una mayoría similar a la de este martes. Se trata de un texto que busca dar la nacionalidad por carta de naturaleza a los saharauis nacidos antes de 1976, es decir, cuando el territorio todavía estaba bajo administración española.
“¿Por qué votan en contra? ¿Qué les hemos hecho nosotras? Nos iguala a los saharauis a pedir la nacionalidad a los dos años, como ya ocurre con los de América latina. Un poco de ejercicio de memoria restaurativa. Voten a favor”, ha pedido a los socialistas la diputada de Sumar Tesh Sidi, nacida en el Sáhara Occidental.
Curiosamente, en este mismo pleno se debatía a continuación una iniciativa del PNV para reformar la ley del suelo. La proposición de ley la impulsó ese partido junto al PSOE, ya que es casi calcada a la que el Gobierno trató de llevar al Congreso este verano, pero ante la falta de apoyos terminó retirándola. En ese momento, el ala socialista del Ejecutivo esperaba contar con el voto del PP porque Sumar está ideológicamente en contra de una iniciativa que creen que desregulariza el mercado de la vivienda.
La idea que circulaba entre los impulsores de la norma era que al no tratarse de una ley del Gobierno el PP tendría menos reticencias para apoyarla. En el PSOE reflexionaban durante la mañana que la ley cuenta con el apoyo de muchos alcaldes del partido de Alberto Núñez Feijóo que tienen parados sus planes de ordenación urbanística y no pueden impulsar la construcción de vivienda pública.
Pero por una razón u otra el PP no se ha movido de lo que planteaba en verano y ha terminado votando en contra y dejando al PNV y al PSOE solos en la defensa de la iniciativa. La votación también ha certificado una nueva división entre los socios del Gobierno. Los 33 diputados de la extrema derecha, en esta ocasión, también han vuelto a abstenerse.
Estas dos iniciativas han dibujado, por tanto, un mapa de alianzas extraño que muestra las complejidades de la actual arquitectura parlamentaria en dos asuntos puntuales, aunque relevantes. Uno por las implicaciones en la política exterior del Gobierno y otro porque afecta a las políticas de vivienda, un tema que los grupos del Congreso han señalado como uno de los principales problemas de la ciudadanía en la actualidad.
Esta foto se produce curiosamente cuando el Gobierno acaba de rearmar su mayoría parlamentaria al acercar a ERC con el acuerdo para la quita de la deuda a las comunidades autónomas y con la negociación con Junts que ha derivado en que el partido retirase del pleno de este martes la proposición no de ley con la que buscaba instar a Pedro Sánchez a que se someta a una cuestión de confianza.
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