El alcalde de Sevilla salva con el apoyo de Vox una ordenanza que abre la puerta a indultar a 12.000 veladores

La abstención de Vox y el voto de calidad del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), han permitido que el gobierno local saque adelante en el pleno de este jueves la nueva ordenanza de veladores, en la que se venía trabajando desde hace más de un año. La norma nace con un creciente malestar vecinal y también el descontento de los hosteleros, pese a que abre la puerta a que se indulten 12.000 veladores (el 40% de los 30.000 que hay en total) que ahora no cumplen con un requisito legal básico: deben tener una distancia mínima de 1,80 metros con la pared del local.
Esto es posible gracias a la salvedad que se introdujo en la tercera y definitiva versión de la ordenanza, unos “ajustes técnicos que responden a motivos de oportunidad” –según el gerente de Urbanismo, Fernando Vázquez– y que básicamente han consistido en la eliminación de una expresión: “en todo caso”. Esto obligaba a imponer de manera categórica este requisito de 1,80 metros, tal y como exigen el Decreto 293/2009 y la orden TMA/851/2021, de 23 de julio, que regulan normas de accesibilidad.
La desaparición de estas tres palabras introduce la posibilidad de hacer salvedades en el cumplimiento de determinados requisitos “de manera excepcional”, que ahora podrán aplicarse para alivio del sector. Eso sí, no se especifica con qué criterios se aplicarán estas excepciones, lo que lleva a los vecinos a temer que pueda haber barra libre por mucho que el gobierno local insista en que se establece “la obligación de dejar un ancho libre de paso mínimo de 1,80 metros”, lo que a su juicio “garantiza la accesibilidad universal”.
“Equilibrio protegido”
Pese a esta solución, los hosteleros no las tienen todas consigo, como también le ocurre a las numerosas asociaciones ciudadanas del centro que este miércoles lanzaban un comunicado denunciando que el nuevo texto “no protege a los vecinos ni a la ciudad”. Este descontento de unos y otros ha permitido al delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa (PP), defender que “el equilibrio está perfectamente protegido” y que, aunque han negociado y aceptado alegaciones de todas las partes, el punto de partida es que “es imposible llegar al cien por cien” de lo que quieren todos.
“Es una ordenanza justa y que apuesta por la convivencia”, ha subrayado, concediéndose a los bares un periodo de adaptación de tres años que los vecinos exigían que fuese sólo uno por los cinco que reclamaba el sector, tal y como marcaba la ordenanza vigente desde 2012. “Se garantiza el buen funcionamiento del sector hostelero, motor económico importante de la ciudad, con el descanso y el disfrute de los vecinos”, ha insistido.
La ordenanza ha salido adelante gracias al voto de calidad del alcalde, que ha resuelto así –como ya ha ocurrido en no pocas veces en este mandato– el empate tras el voto afirmativo del PP, la abstención de Vox y el 'no' de PSOE y Podemos-IU. Ahora las terrazas deberán ajustarse a las exigencias de accesibilidad universal, aunque con la posibilidad de ocupar más de la mitad de la acera si ésta tiene más de cuatro metros.
La importancia del sector hostelero
La formación de ultraderecha, que ha vuelto a darle oxígeno a José Luis Sanz, ha cargado por medio de su portavoz (Cristina Peláez) contra el PSOE, que “eludió por completo su responsabilidad” al no actualizar la norma en sus ocho años de gobierno. Y aunque considera que es “más restrictiva que la anterior”, el otro argumento para respaldarla es que hay que darle al sector “la importancia que tiene en nuestra ciudad” porque lidera el empleo.
En el lado de los que se han opuesto, el concejal socialista Fran Peláez se ha referido con sorna a la portavoz de Vox como “subdelegada de Urbanismo”, por aquello de que está marcándole la agenda al PP. Y a su juicio, la ambigüedad que marca la posibilidad de establecer excepciones hay que cogerla al revés, por lo que “van a arruinar al sector de la hostelería” –“después de engaño tras engaño”– por el riesgo de tumbarle 12.000 veladores.
Las entidades ciudadanas, por su parte, “se sienten abandonadas y no las escuchan”, y de hecho un representante vecinal ha sido desalojado del pleno municipal al alzar la voz para expresar su disconformidad. Así que a falta de consenso, el gobierno local del PP “ya no encuentra otra vía que la de la ultraderecha”.
Se asientan las medidas covid
La postura del grupo de Podemos-IU la ha fijado Susana Hornillo (Podemos), que ha criticado que lo que tanto ha repetido el alcalde de buscar el equilibrio entre vecinos y sector es un imposible, “no se puede buscar equilibrio entre derechos e intereses”. Por eso, considera que la ordenanza “está pensada para facilitar la proliferación de los veladores en el espacio y el tiempo y que los incumplimientos salgan rentables”, lo que les lleva a tener “serias dudas sobre su legalidad”.
La edil ha enumerado novedades que introduce el texto y que van contra el interés vecinal: se atrasa una hora el cierre, se permite invadir el espacio público pasando por encima del derecho a la accesibilidad universal, “no se va a cumplir el espacio obligatorio de 1,80 metros”... Las sanciones considera que no serán disuasorias y, además, se asientan las medidas extraordinarias que se aplicaron por el covid, como las plataformas en la calzada y colocar veladores en la acera de enfrente, lo que obliga a cruzar entre el tráfico y “pone en peligro” la seguridad de los trabajadores.
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