La portada de mañana
Acceder
Mazón presenta una nueva versión de lo que hizo el día de la DANA para defenderse
El Gobierno asume el boicot del PP a la quita de la deuda aunque después la acojan
La hemeroteca que Ayuso no quiere que Feijóo consulte. Opina Neus Tomàs

¿Quién era la Dama de Marfil? La tumba milenaria que intriga a los científicos en España

El verdadero golpe de efecto llegó cuando se confirmó que la Dama de Marfil era, efectivamente, una mujer.

Héctor Farrés

0

Más de 270.000 cuentas. Es una cifra que impresiona, y no solo por el número, sino por lo que representa. Un grupo de personas hace casi 5.000 años, tallando minuciosamente diminutos discos de conchas marinas, uno tras otro, hasta alcanzar esa cantidad descomunal. Casi siete meses de trabajo sin descanso, todo para crear atuendos deslumbrantes destinados a mujeres de alto estatus social. El hallazgo en el Tholos de Montelirio, reportado en Science Advances, no es solo una cuestión de números; es una ventana abierta a una sociedad que honraba a sus mujeres de manera extraordinaria.

Ubicado a pocos kilómetros de Sevilla, el Tholos de Montelirio es una construcción megalítica que permaneció en silencio durante milenios, guardando un secreto excepcional. Excavado entre 2010 y 2011 por un equipo liderado por Samuel Ramírez-Cruzado de la Universidad de Sevilla, este yacimiento reveló algo que nadie esperaba: la mayor colección de cuentas de la historia.

Poder y estatus en la prehistoria ibérica

Más de 270.000 piezas fabricadas principalmente con conchas marinas, cuidadosamente dispuestas en vestidos de lino. Pero no eran simples adornos. Estaban pensadas para mujeres de alto rango, reforzando la idea de que en esta comunidad de la Edad del Cobre, las mujeres ocupaban posiciones de poder y prestigio.

Entre los hallazgos más impresionantes se encuentra la tumba de la llamada Dama de Marfil. Descubierta en 2008 en el municipio de Valencina y a solo 80 metros del Tholos, esta mujer fue enterrada con un ajuar funerario asombroso: colgantes de marfil, ámbar de Sicilia, colmillos de elefantes asiáticos y africanos, y hasta huevos de avestruz.

Al principio, se pensó que los restos pertenecían a un hombre, pero un estudio confirmó lo contrario. Analizando un molar y un incisivo, los investigadores encontraron el gen AMELX, presente solo en mujeres, revelando así su verdadera identidad. Esta revelación ha cambiado la percepción de las sociedades de la Edad del Cobre, mostrando que las mujeres podían alcanzar un estatus igual o superior al de los hombres.

Lo que las conchas marinas dicen sobre el género y la jerarquía

El proceso de fabricación de las cuentas es otro detalle fascinante. Cada pieza requería unos 10 minutos de trabajo minucioso. Según los expertos, habría sido necesario un equipo de 10 personas trabajando ocho horas al día durante 206 días para completar toda la colección. La mayoría de las cuentas se hicieron con conchas de vieira, aunque también se utilizaron nácar de ostras y almejas. Se estima que habrían necesitado al menos 18.000 conchas, casi una tonelada en peso.

Pero el significado de estas cuentas va más allá de su belleza o su cantidad. Para los investigadores, su fabricación masiva y el material marino utilizado no son una coincidencia. Sugieren una conexión simbólica con el mar, una posible representación de creencias espirituales o estructura social.

Esta hipótesis cobra fuerza al considerar que los cuerpos enterrados cerca de la Dama de Marfil en el Tholos eran mayoritariamente de mujeres sacerdotisas, lo cual no era común en la península ibérica de la época. Como explicó Ramírez-Cruzado, “no es normal en Iberia que la mayoría de los cuerpos humanos inhumados en un solo lugar sean de mujeres”, insinuando una jerarquía social en la que las mujeres desempeñaban lugares destacados.

Lo más intrigante es que, durante unos 250 años después de su entierro, la tumba de la Dama de Marfil siguió recibiendo ofrendas, incluidas dagas elaboradas con roca de cristal. Su memoria perduró durante generaciones, lo que indica una influencia que iba mucho más allá de su tiempo de vida. Además, su tumba fue respetada al punto de que ninguna otra se construyó a menos de 30 metros de distancia. Esto refuerza la idea de su estatus excepcional.

Las revolución de las mujeres hace miles de años

El descubrimiento de la Dama de Marfil y su increíble colección de cuentas no solo redefine la historia de las sociedades prehistóricas de la península ibérica, sino que también cuestiona las narrativas tradicionales sobre el poder y el género en la Edad del Cobre.

Ya no se puede asumir que solo los hombres ocupaban posiciones de autoridad. Como señala la historiadora Alison Beach de la Universidad St. Andrews, “no es verdad que fueran exclusivamente los hombres los que ostentaban mayor autoridad o eran más respetados”.

Este hallazgo no solo ofrece un vistazo al pasado, sino que también inspira a replantearse muchas ideas sobre el poder y el papel de las mujeres en la historia. La Dama de Marfil no era simplemente una figura de autoridad; era un ejemplo vivo de que el liderazgo y el respeto no tenían género. Y todo eso quedó grabado, cuenta a cuenta, en el lino que vistió.

Etiquetas
stats