“No confundir teletrabajo y vacaciones”: la Junta sugiere que sus funcionarios se escaquean y enfada a los sindicatos

“Los sindicatos de la administración pública están continuamente pidiendo que se facilite el teletrabajo, ¿está la Junta en esa línea?”, le preguntaron este lunes a José Antonio Nieto, Consejero responsable de los funcionarios de la Junta de Andalucía. “No se puede confundir teletrabajo y vacaciones”, replicó Nieto.
Sus palabras fueron aireadas en un acto público, en un momento en el que los trabajadores públicos andaluces son los que menos días de trabajo a distancia tienen y pelean por acercarse a los del resto de comunidades autónomas. El resultado es el enésimo cisma entre el Gobierno andaluz y los sindicatos mayoritarios entre los funcionarios, que preparan un comunicado conjunto. Acusan a Nieto de generalizar sin pruebas y con una finalidad oculta. Nieto repitió la idea dos veces a lo largo de la respuesta, ofrecida en unos Desayunos de Europa Press en Sevilla.
Los 46.000 trabajadores de la administración andaluza pueden hasta ahora solicitar un día de teletrabajo, gracias a la normativa que se aprobó de urgencia en los primeros meses de la pandemia de Covid. El Gobierno andaluz tiene desde hace meses un borrador de Decreto para regular esta cuestión, que sin embargo aún no ha aprobado, aunque desde la Consejería insisten en que la negociación sí ha terminado. Al ser cuestionado Nieto ofreció algunos detalles de la futura normativa.
“Andalucía ha tomado una decisión intermedia, entre las comunidades que han puesto más días de teletrabajo y Andalucía, que era la que menos: en este momento tenemos un solo día, la media [entre las comunidades autónomas] está entre 2,5 y 3. Nosotros hemos cogido dos, con una condición: si se pretende confundir teletrabajo y vacaciones, nosotros no vamos a jugar”, dijo, para luego insistir: “No se puede confundir teletrabajo y vacaciones. Creo que todo el mundo lo entiende. Creo que los sindicatos lo han entendido y los trabajadores de la administración pública también”.
El borrador regula un sistema de evaluación que permitiría a la administración retirar uno o los dos días de teletrabajo si no se cumplen los objetivos. “No del tiempo que se está delante del ordenador, sino del trabajo realizado cuando se está en teletrabajo”, subrayó el Consejero: “Si son positivos mantendremos los dos días, si no son positivos eliminamos el teletrabajo”.
Fuentes de su departamento insisten: se trata de “ evitar que nadie entienda o confunda el teletrabajo con vacaciones o descanso”. “En ningún momento el consejero lo ha penalizado, lo que habló fue de objetivos y que los objetivos se tienen que cumplir, también en teletrabajo”.
“Es gratuito e hiriente”
El caso es que estas declaraciones han sentado como un tiro a los sindicatos. “Es gratuito e hiriente para el personal funcionario. Si tienen constancia de que alguien lo hace así, tienen que actuar sobre la persona que actúe mal. A nosotros no nos han dado informe ninguno, es un tema que no se ha abordado en mesa sindical, y la primera noticia es ayer”, explica Pablo López del Amo, Coordinador del Sector de la Administración Autonómica de CCOO. “Es triste que un consejero haga amenazas en prensa cuando no resuelve los compromisos que tiene”, observa López del Amo, quien recuerda que el reglamento de evaluación del desempeño, pendiente de aprobación dos años después de la ley de función pública, “podría poner coto a lo que luego predica en prensa”.
“Es un nuevo ataque con el que busca enfrentar a la ciudadanía contra sus propios empleados públicos”, explican desde ISA. “Puro populismo punitivo antifuncionarial, y llueve sobre mojado con él”, lamenta Miguel Ibáñez, portavoz del Sindicato Andaluz de Funcionarios: “Hay una evaluación individualizada del teletrabajo. Si hay alguno que se aprovecha se le quita, pero meter a todo el mundo en el mismo saco es faltar al respeto y volver a humillar a los funcionarios”.
La Consejería no ha respondido si dispone de datos o informes que acrediten un descenso de productividad en el día de teletrabajo del que ya disponen los funcionarios de la administración andaluza.
Los sindicatos suman las palabras de Nieto a una lista de agravios aireados en prensa que, según interpretan, persiguen desacreditar a los trabajadores públicos con intenciones ocultas o, al menos, revelan una profunda desconfianza en sus propios trabajadores. En octubre de 2023, Nieto declaró a Diario de Córdoba: “Algunos funcionarios no están a la altura del reto que nos planteamos” y “uno tiene que ir ganándose derechos prestando un buen servicio”. También se recuerda la advertencia, en ABC, de que se podría despedir a los funcionarios con “bajo rendimiento”, algo que no contempla por ahora ninguna norma.
En los últimos meses, Nieto ha ido al choque también a propósito de las retribuciones, catalogando de “gran mentira” que los funcionarios andaluces sean los peor pagados de todas las comunidades autónomas. SAF aportó un informe que lo acreditaba y Nieto contraargumentó nuevamente en prensa: dijo que, teniendo Andalucía la renta per cápita más baja, no podía tener también “los funcionarios mejor pagados”. “Hay que tener la cara muy dura para hacer esas declaraciones, cuando él se ha subido el sueldo hasta los 83.758,22 euros/año, siendo el cuarto consejero autonómico del ramo que más cobra”, denuncia SAF.
Dos días de teletrabajo en el borrador
En el caso del teletrabajo, las palabras han sentado especialmente mal porque los sindicatos mantienen la esperanza de que la nueva regulación andaluza recoja con carácter general, al menos, los tres días de teletrabajo que ya ofrecen la mayoría de las comunidades autónomas, algunas de las cuales llega incluso a la posibilidad de cuatro.
Así se ha barajado durante toda la tramitación del Decreto. Los borradores que la Junta ha ido remitiendo a los sindicatos en este tiempo, y que este medio ha podido consultar, señalan que la jornada de trabajo a distancia “nunca podrá ser inferior al veinte por ciento ni superior al sesenta por ciento de la jornada de trabajo en cómputo semanal”. Es decir, entre uno y tres días. Sin embargo, el Consejero insistió este lunes en que serán dos días, como máximo.
La clave está en la Disposición Adicional que recoge los plazos de entrada en vigor, que dispone que la “modalidad de teletrabajo general” será del 40% de la jornada semanal. Según los últimos borradores, pasado año y medio de la entrada en vigor un grupo de trabajo emitirá un informe sobre los efectos de la implantación del teletrabajo. Y ahí se decidirá: si ha salido bien, se propondrá subir el porcentaje general al 60%. Si “no hubiera alcanzado los resultados previstos”, se propondrán “mejoras o adecuaciones”. Sin embargo, las palabras del Consejero (“si no son positivos eliminamos el teletrabajo”) inducen a pensar incluso a la posibilidad de cortar por lo sano.
La tramitación del Decreto de teletrabajo está atascada desde hace al menos un año, cuando empezó a abordarse en mesa sectorial. En agosto, el Gobierno andaluz aireó su intención de concluirlo en tres meses, antes de final de año. Tampoco se ha avanzado en otros reglamentos de desarrollo de la ley, como el de las retribuciones, ni en la limitación de los puestos de libre designación, actualmente disparados.
El Gobierno andaluz está enfrascado en la reforma del sistema de acceso y evaluación de la función pública, a la que pretende dar un cambio radical que pasa, por ejemplo, por el establecimiento de un periodo de prueba y un “cambio de mentalidad” en los trabajadores. La administración andaluza cuenta actualmente con unos 46.000 trabajadores públicos (la mitad funcionarios y la mitad personal laboral), entre los que no se cuentan los del SAS, Educación y Administración de Justicia. La previsión es que en los próximos años se incorporen unos 15.000 funcionarios de nuevo acceso que suplan las masivas jubilaciones previstas.
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