Leyendas y montañas
![Leyendas y montañas](https://static.eldiario.es/clip/7dceee4a-e0a2-4497-bec1-db03bc7b1aa7_16-9-discover-aspect-ratio_default_1111552.jpg)
Hay una leyenda japonesa que habla de un hilo rojo que une a las personas antes de nacer. Según el mito, los dioses lo atan al dedo meñique de aquellos que tienen como fin encontrarse en la vida. El destino queda sellado y si tienes que encontrarte con una persona en concreto, así será.
Este hilo, no importa lo que pase, se retorcerá, enredará o tensará, pero jamás podrá romperse. De esta manera, los que están unidos por él quedan predestinados a ser almas gemelas e indivisibles.
El hilo está atado a nuestro dedo meñique porque la arteria cubital lo enlaza directamente al corazón y, según la leyenda, ese hilo rojo estaría conectado con el dedo meñique y, a su vez, a la arteria y al corazón de la persona predestinada a encontrarse con nosotros.
Esta historia me hace reflexionar profundamente... Me pregunto si ese hilo del que habla esta leyenda define nuestras relaciones y termina marcando nuestra vida, si existe un camino prediseñado y establecido, sin atajos ni desvíos, que te lleva hacia un destino marcado y designado previamente. Quizás, la escalada, y la montaña, más concretamente, sería el mejor decorado en el que encontrar a esas personas a las que previamente estamos unidos por un designio sobrenatural.
Me encanta esta leyenda y, a veces, cuando escalo, pienso y fantaseo con que la montaña es el lugar dónde ese hilo conductor tiene menos obstáculos para llegar de forma más directa a esas personas haciendo que confluyan y compartan su vida y, en algunos casos, también su muerte.
¡Ojalá fuera verdad! ¡Ojalá pudiésemos pactar en una o mil vidas quién tiene que formar parte de ella! Y, especialmente, ¡ojalá las montañas fueran siempre el escenario del encuentro!
0